Antonio Pelayo es uno de los rostros más conocidos de la televisión española, no en vano ha tenido la oportunidad de ser uno de los corresponsales más longevos que cubre la información del Vaticano. Desde que la salud del papa se debilitó de forma alarmante desde mediados de febrero, cuando fue ingresado por una bronquitis que derivó en una neumonía bilateral, Pelayo informó rigurosamente desde el Vaticano, a pesar de la estrecha relación que mantenía con el pontífice.
En ese momento, el Vaticano hablaba de exámenes clínicos rutinarios, pero pronto se hizo evidente que el cuadro era mucho más grave. Tras su fallecimiento, el periodista no ha podido dejar de emocionarse. Su pérdida, muy dolorosa y que el propio Pelayo ha calificado de “personal”, ha dejado patente el dolor; cómo se ha podido ver en los programas en los que ha tenido la oportunidad de compartir cómo se siente.
Antonio Pelayo, muy emocionado tras el fallecimiento del papa Francisco.
“Primero un ictus cerebral que debió ser devastador, después un colapso cardiovascular y finalmente la muerte”, informó Pelayo, citando el parte médico oficial del doctor Arcangeli. La noticia, añadió, “dio inmediatamente la vuelta al globo”.
Pelayo comentaba por primera vez cómo había recibido la noticia de la muerte del papa Francisco en Y ahora Sonsoles durante la tarde del lunes, mostrando visibles signos de emoción y sin poder evitar las lágrimas. “Me encuentras en un estado de ánimo bastante deprimido, porque para mí es una pérdida personal”, le confesaba a Sonsoles Ónega. “No he perdido a un amigo, he perdido a un padre. He visto morir a cinco papas, pero con ninguno me he sentido tan íntimamente unido”.
No se puede encasillar al papa por lo que haya dicho. No es un papa de palabras, no puede cambiar la doctrina moral de la Iglesia. Este es un papa de gestos y nunca ha mostrado rechazo
El periodista, que cubre la información en el Vaticano desde 1990 y ha visto morir a cinco papas, quiso destacar la gran figura del papa Francisco, como hizo horas después en otra conexión, en esta ocasión con Espejo Público.
“El papa, lo que es, es un pastor. Como lo fue antes en Buenos Aires y en otras ciudades”, destacó el periodista. “Siempre le preocupa estar con la gente necesitada. Para él, la prioridad eran los pobres”.
Antonio Pelayo, muy emocionado tras el fallecimiento del papa Francisco.
Pelayo, además, quiso incidir en la importancia de todos los gestos del papa Francisco con todos los que se acercaban a él, a quienes nunca rechazó.
“Muchas veces, los gestos dicen mucho más que las palabras. Quiero subrayarlo en este momento que hay libertad de opinión y no se le puede negar a nadie, pero lo que hay que respetar es a la persona del papa que, en mi opinión, es inatacable”, señaló. “Ha sido un papa que lo ha dado todo por la Iglesia, por la gente”.
El Papa Francisco, en una imagen
Un amigo, aunque Antonio Pelayo nunca lo denomina como tal, que asegura que no existe nada que se pueda atacar en la figura del papa como persona. “Para la gente, el recuerdo de este papa va a estar unido a su amor por los pobres, por los emigrantes, por los refugiados, por las madres en dificultades, por los niños enfermos, por los que están sufriendo las atrocidades de las guerras y las calamidades climáticas”.
