Tras convertirse en una de las once supervivientes del ataque de Hamás durante la celebración del Festival de Reim de 2023 en el que murieron 364 civiles israelíes, la vida vuelve a poner en cierto modo a prueba a Yuval Raphael, representante de Israel en Eurovisión, la cual vivirá esta noche un punto de inflexión en su carrera con su participación en la segunda semifinal del certamen.
Después de un complicado paso para la cantante por la alfombra turquesa del concurso entre abucheos y banderas palestinas, la israelí de 24 años afronta su gran momento, después de haber ensayado durante los días previos a su actuación entre pitos profesados por miembros de su propio equipo.
Consciente de la notable hostilidad que despierta su candidatura entre gran parte de eurofans y artistas, debido a la intensificación de los ataques de Israel sobre Gaza a lo largo del conflicto, Raphael no se esconde ante el más que previsible aluvión de silbidos que recibirá mientras cante. “Creo que lo espero”, reconocía días atrás la cantante en una entrevista para la BBC. “Pero estamos aquí para cantar y voy a cantar con todo mi corazón para todos”, sentenciaba ante el citado medio.
Su apuesta sobre el escenario, que podrá verse esta noche a partir de las 21 horas en La 2, recae en la canción New Day Will Rise, un tema que interpretará en inglés, francés y hebreo, en el que aparecerán citas bíblicas entorno al renacer y sobre el que tampoco está exento la polémica, ya que, según el rotativo The Times of Israel, la propuesta israelí podría estar haciendo referencias de forma indirecta a la masacre que Israel perpetró en el evento musical de Reim aquel 7 de octubre de 2023.
A pesar de la controversia, las apuestas vaticinan que la artista conseguirá sin problema el pase a la gran final del sábado en Basilea, dado que, la israelí se postula además entre las favoritas para ganar la 69.ª edición del concurso.
Protesta unánime
En este contexto, hace poco más de una semana, más de 70 exconcusantes de Eurovisión exigían, mediante una carta abierta a la Unión Europea de Radiodifusión, la expulsión de Israel del concurso (como ya ocurrió con Rusia en 2022), denunciando al país de cometer un “genocidio contra los palestinos de Gaza” y de mantener un régimen de “apartheid y ocupación militar que se ha prolongado durante décadas contra todo el pueblo palestino”.
“Instamos a todos los miembros de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) a que exijan la exclusión de la cadena pública israelí 'KAN 11', del Festival de Eurovisión. La televisión 'KAN 11' es cómplice del genocidio de Israel contra los palestinos de Gaza y del régimen de 'apartheid' y ocupación militar que lleva décadas aplicando contra todo el pueblo palestino”, rezaba el escrito.
Entre los firmantes del manifiesto figuraron antiguos ganadores del festival como Charlie McGettigan, Salvador Sobral y Fernando Tordo, así como la cantante francesa La Zarra, la británica Mae Muller, la exconcursante turca Hadise Açıkgöz y los participantes del año pasado Ásdís María y GÅTE.

