Por segundo año consecutivo, la participación de Israel en Eurovisión despierta tensiones, y en la segunda semifinal del concurso, celebrada en la noche del jueves, las miradas se dirigían a su representante, Yuval Raphael, y a cómo la recibiría el público del St. Jakobshalle, el pabellón de la ciudad suiza de Basilea que acoge las galas. Raphael, de 24 años, logró clasificarse para la final del próximo sábado interpretando la balada New day will rise , con fragmentos en inglés, francés y hebreo.
Durante su actuación, se escuchaba un clamor de fondo entre el público, mayormente aplausos y algún abucheo casi inaudible. Nada que ver con los sonoros abucheos que recibió su compatriota Eden Golan en el festival del 2024 en Malmö (Suecia).
Por la tarde durante el último ensayo oficial previo a la semifinal –que incluye público-, seis personas, entre ellas una familia, habían sido expulsadas del pabellón por interrumpir a la cantante israelí con pitidos de silbato. Al respecto, la televisión pública suiza remitió un comunicado a la prensa: “Nos gustaría destacar que la organización está comprometida con un entorno neutral, seguro, inclusivo y respetuoso con Eurovisión”.
En la segunda semifinal consiguió clasificarse uno de los favoritos para ganar el certamen, según las casas de apuestas: el austriaco JJ con una balada sobre el amor no correspondido, Wasted love , que fusiona ópera y pop. Los apostantes consideran a Suecia la gran favorita para alzarse con la victoria gracias al trío KAJ con Bara bada bastu , que se clasificó en la primera semifinal. La lista de clasificados de la segunda gala incluye además a: Lituania, Armenia, Dinamarca, Luxemburgo, Finlandia, Letonia, Malta y Grecia.

El cantante austriaco JJ, interpretando la canción “Wasted love” durante la segunda semifinal, el 15 de mayo en Basilea
La israelí Yuval Raphael, de 24 años, superviviente del ataque de Hamas del 7 de octubre del 2023, ha mantenido estos días en Basilea un perfil bajo, retrayéndose de la exposición pública que sí buscan sin cesar los otros concursantes. A pesar de la intensificación de la guerra en Gaza y de llamamientos de algunos a la exclusión de Israel de Eurovisión, las movilizaciones han sido de momento mucho más discretas que las del año pasado en Malmö.
En Basilea, el miércoles unas 200 personas protestaron contra Israel, algunas con banderas palestinas, y un número algo menor hizo lo propio el pasado domingo, al paso de la delegación israelí desfilaron por la alfombra turquesa. El sábado, día de la final, está prevista otra protesta similar. El jueves hubo una concentración de apoyo a Yuval Raphael con banderas israelíes.
Israel compite en el festival de Eurovisión desde hace más de 50 años y se lo toma muy en serio, percibiéndolo como una conexión con el mundo occidental. Lo ha ganado cuatro veces: 1978 (Izhar Cohen y los Alphabeta), 1979 (Milk and Honey), 1998 (Dana International) y 2018 (Netta).