Después de hacer realidad su gran sueño, Jesús Calleja vuelve este miércoles a Prime Video con los dos últimos episodios de Calleja en el espacio. Estos capítulos finales muestran la fase culminante de su aventura espacial: la emotiva despedida de su familia, su llegada a Texas, el entrenamiento en las instalaciones de Blue Origin, imágenes captadas por él mismo durante su estancia en el espacio, y sus reflexiones tras convertirse en el tercer español en viajar fuera de la Tierra.
Después de tantas aventuras extremas, ¿qué significó dar ese salto literal al espacio?
Cumplir un sueño que tenía desde la infancia. Desde niño estaba obsesionado con el espacio. Mis juegos eran naves espaciales, planetas… Y de repente, a los 59 años, lo consigues y además tienes la oportunidad de contarlo. Tocas, nunca mejor dicho, el cielo. Es abrumador. He vivido experiencias increíbles, pero nada supera haber estado ahí arriba.
¿Cuál fue la imagen más impactante del viaje?
Ver la Tierra desde el espacio fue muy gratificante. Recuerdo cada segundo, cada cosa que hice y vi. Y pensé que es una barbaridad de la suerte que tenemos como humanidad de poder vivir en este planeta, viendo lo hostil que es el universo. Yo me imaginaba el universo bonito pero no fue así. El Sol quema, el cielo es negro que asusta y de repente, ¡pum!, este planeta ahí flotando con un azul intensísimo casi fluorescente con la capa del aire que se veía perfectamente. Todas las tonterías que tenemos en la cabeza se te olvidan.
¿Qué sintió al ver la Tierra desde esa perspectiva?
No soy metafísico ni religioso pero si un poco de creer en algo por si acaso, aunque no sé en qué. Me vino un pensamiento muy fuerte: esto es demasiado perfecto. Recordé que venimos del polvo de estrellas, del carbono que se formó con el Sol. Pensé: “Pertenecemos a esto, no quiero morirme, esta movida es maravillosa”.
¿Vivió lo que llaman el “efecto perspectiva”?
Sí. Tus miedos, alegrías, pensamientos, ideas... los heredas de tus padres, está en tu código genético. Pero algo que nadie de ninguna generación en miles de años ha visto, no lo puedes heredar. Estás generando un impacto en tu cerebro que no tiene ninguna referencia. Cuando ves la Tierra así, puede cambiar tu percepción de la vida, del planeta, de la humanidad... A mí me pasó, y todavía sigo procesándolo.
¿Tuvo miedo en algún momento?
No mucho porque estoy acostumbrado a expediciones de riesgo. Soy muy planificador, siempre tengo plan A, B, C… Eso me permite gestionar bien el miedo y no entrar en pánico, porque cuando lo haces, nada sale bien. Tienes que asumir que puedes morir y cuando lo haces, entonces te relajas. El momento que más me impactó fue cuando cruzas la pasarela, tocas la campana, se cierra la escotilla y sales a casi 4.000 por hora. Ahí es cuando empiezas a recapitular. Luego, ya dentro de la cápsula, estaba tranquilo.
“Cuando ves la Tierra así, puede cambiar tu percepción de la vida, del planeta, de la humanidad... A mí me pasó, y todavía sigo procesándolo”
¿Algún consejo que le dieron los astronautas españoles fue especialmente útil?
Pedro Duque y Michael López-Alegría me dijeron que memorizara cada ruido y cada momento del vuelo. Que lo interiorizara para conseguir no alterarme en ningún momento y así poder disfrutar del momento y centrarme en mis tareas, que eran grabar y contar lo que vivía. Aprovecho tu medio para darles las gracias desde aquí.
¿Cómo fue la despedida de tu familia?
Estoy muy entrenado en despedidas complicadas por mi trabajo. Entonces las hago muy rápido y siempre en clave de humor. Es cierto que mi madre es la vez que peor la ha pasado de su vida porque no lo entendía muy bien y sufría mucho. El día que entré en la base, fue un momento de colapso emocional para todos. Se ve en el programa.
¿Y ahora qué? ¿Cuál es el siguiente sueño?
Superar un vuelo al espacio solo se consigue con otro, a ser posible orbital. Ahí lo dejo. Pero tengo muchos planes terrestres. Este año he estrenado Universo Calleja en Telecinco, viene un spin-off de Volando voy también en Mediaset, y otro proyecto muy potente que aún no puedo contar. Soy feliz cuando tengo varios planes en marcha. Esa es mi manera de vivir, tener siempre planes atractivos para que la vida transcurra más lenta y más divertida.