Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la causa principal de defunción en todo el mundo. Es un problema que afecta a todos los grupos de edad, pero en los últimos años los especialistas se han dado cuenta de un dato alarmante: el incremento de los casos de infartos de corazón o pulmón entre personas jóvenes.
Unos datos que ponen de manifiesto la importancia de poner el foco en la salud cardiovascular. Sobre esta problemática han hablado en Espejo Público, donde han contado con el testimonio de Sara, una joven que con solo 28 años sufrió un tromboembolismo pulmonar (TEP) o infarto pulmonar.

José Abellán, en 'Espejo Público'.
Sara cuenta que fue hasta en tres ocasiones a urgencias con un dolor muy fuerte. “Pensé que todo se debía a que fumaba entonces y que mi jefa tenía Covid-19. En el hospital lo achacaron a un dolor pulmonar, pero lo trataron al final como un infarto, por suerte y a pesar de mi edad”, cuenta Sara.
Sin embargo, su origen fue mucho más extraño: “Me dijeron que el origen fue el tabaquismo y combinarlo con unas pastillas anticonceptivas. Me los recetó mi dermatóloga por unas cuestiones de acné. Nadie me contó si tenía contraindicaciones o efectos secundarios”.

José Abellán, en 'Espejo Público'.
José Abellán, cardiólogo, valora el caso de Sara. “Lo primero que hay que descartar es que no esté sufriendo un infarto, pero sería muy raro dada su franja de edad”, dice, aplaudiendo la decisión de los compañeros que trataron a Sara, que dejaron a un lado la edad de Sara y lo trataron de infarto desde el principio. “Lo que es real es que tenemos un aumento de los casos de infarto en gente joven”.
Abellán insiste: “Su caso es muy ilustrativo, pues llegan muchos casos de gente joven que fuma y que toma anticonceptivos. En personas jóvenes que no deberían sufrir un infarto, este aumento llama mucho la atención. Cada vez fumamos más, principalmente el tabaco, hace que haya más casos en hombres.
Debido al aumento de estos hábitos, indican, es importante conocer los síntomas previos a un infarto para poder acudir al centro de salud más cercano en caso de detectarlos.

José Abellán, en 'Espejo Público'.
Abellán coincide. “Llevamos peores hábitos. Fumamos más, llevamos mucho estrés, la mala alimentación y el sedentarismo hace que sean factores de riesgo”, apunta Abellán. “El trombolismo pulmonar, el caso de Sara, sí aumenta mucho con el tabaquismo. El uso del cigarrillo convencional y el electrónico es cada vez mayor”.
Sara explica que, como secuela, tiene una parte del pulmón izquierdo necrosada y ha de inyectarse heparina regularmente. En su grupo de amigos han sufrido también dos episodios muy graves: uno de ellos sufrió un ictus con 24 años y otro un tromboembolismo, aunque sin llegar a un infarto.
Abellán: “Llevamos peores hábitos. Fumamos más, llevamos mucho estrés, la mala alimentación y el sedentarismo hace que sean factores de riesgo”
El cardiólogo da unos apuntes para identificar los síntomas que indican que se está sufriendo un infarto de corazón. “El síntoma principal sigue siendo un dolor opresivo en el pecho”, comienza explicando Abellán, haciendo referencia a la conocida como angina de pecho. “Un dolor que se irradia a los hombros, a la garganta, al brazo… Se siente muy incómodo y enfermo. Más vale ir a Urgencias y que nos digan que no es nada, antes que comernos un infarto”.

El infarto suele empezar con un fuerte dolor en el pecho
Unos síntomas que también pueden venir en forma de “un dolor en la parte alta del estómago, mareos, sudoración excesiva. Tenemos que estar atentos a estas cosas para evitar un infarto de corazón”. De hecho, como indica el especialista, ante cualquiera de estos síntomas la mejor forma de actuar es siempre comunicárselo de inmediato a las autoridades sanitarias, ya que cuanto antes se detecta un posible infarto, mejor pronóstico tiene.