Tras el bajón de audiencia evidenciado durante el pasado mes de junio, Televisión Española encomendó como deber vacacional a Broncano darle una vuelta a su formato de cara a la nueva temporada. Anoche, el programa del andaluz cumplió con creces el encargo del ente público, manteniendo su esencia canalla pero con un aire renovado que le colocó a tan solo 92.000 espectadores de distancia del espacio de Pablo Motos. Pero más allá de la cifra —ese termómetro que tantas veces eclipsa el verdadero pulso televisivo— lo destacable es que La Revuelta volvió a conseguir algo que cualquier espectador desea de un programa: que le sorprendan.
El presentador apostó, además de por un nuevo look, por un inicio distinto, devolviendo a su público esa sensación casi olvidada que uno siente al intuir que dentro de la tarta se esconde un suculento regalo. El formato inició su nueva andadura televisiva cargándose el habitual preshow protagonizado por el público del teatro y liderado por el humorista Sergio Bezos.
En su lugar, Chanel irrumpió en un escenario convertido en una delirante bacanal televisiva, acompañada por Jorge Ponce atado a un poste mientras le arrancaban el corazón y por un Bezos con la cara ensangrentada. La atleta Belén Toimil lanzaba entre tanta algarabía una butaca que la cantante devolvía en forma de muffin gigante y, entre tanto caos, Broncano daba sin mucho preámbulo el pistoletazo a la nueva temporada.

Los bomberos forestales de la Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) de Laza, Ourense, visitan 'La Revuelta'
Y lo hizo por todo lo alto. Ni Bertines, ni Sergios Ramos, ni rostros manidos del escaparate mediático. El gran golpe de efecto del espacio de La 1 fue la Brigada Forestal de Laza, que este verano se dejó la vida en los incendios que arrasaron los montes de España. Bastaron treinta minutos de charla con héroes anónimos para conmover al público y dejar claro, una vez más, que más allá de los famosos de turno, también hay espacio en la televisión para las historias de peso.
El relato de los bomberos gallegos evidenció sin dramatismos cómo se enfrentan al fuego pese a la precariedad de sus condiciones laborales, un hecho que no dejó indiferente a nadie. La onda expansiva de sus testimonios llegó en modo tsunami hasta las redes, colocando a La Revuelta como antaño en la primera posición del trending topic en X, a pesar del contraataque que Pablo Motos había orquestado con una entrevista a Mar Flores, quien de igual modo tuvo su momento álgido cuando habló sobre los hombres que habían marcado su agitada vida sentimental.
La madrileña sorprendía también a su audiencia cuando negó rotundamente la existencia de aquel célebre triángulo amoroso de los noventa protagonizado entre ella, Alessandro Lequio y el empresario, ya fallecido, Fernández Tapias. Un relato que, para más inri, esta misma mañana contradecía el propio conde.
Ante la desilusión de que aquella posible traición de la modelo fuera tan solo producto del run run médiático de la época, la buena noticia es que otra buena parte de España se ha levantado este martes preguntándose cómo es posible que poco más de medio centenar de personas pudieran evitar este verano que el fuego alcanzara un campamento con 150 niños y una veintena de monitores por alrededor de unos míseros 1.300 euros mensuales. Una masiva reflexión que ha consolidado, sin lugar a dudas, otra gran victoria de la cadena pública.