Andrea Duro fue la invitada de este jueves 16 de octubre en La Revuelta. La actriz se sentó por primera vez en el nuevo plató del programa de David Broncano, años después de haber pasado por los comienzos del formato en su etapa como La Resistencia. En esta ocasión, llegaba para presentar su última película, Pequeños calvarios, que se estrena en cines el próximo 24 de octubre.
Nada más entrar, Andrea confesó estar “nerviosa”, aunque no tardó en adaptarse al tono habitual del programa. De hecho, la actriz se ganó rápidamente al público, entre aplausos, croissants y un regalo especial: un muñeco artesanal de Fantasma, el perro protagonista de la película.
El ‘calvario’ más surrealista de Andrea Duro en ‘La Revuelta’
“La gente me preguntaba si Alfredo Duro era mi padre”
Con el título de la película como excusa, Broncano lanzó una de sus preguntas inesperadas: ¿cuál ha sido tu calvario en la vida? Andrea no dudó en compartir una de las situaciones más absurdas que ha vivido como figura pública: “La gente me preguntaba que cómo estaba mi padre Alfredo Duro. No es mi padre. No le conozco, pero sé quién es”, confesó entre risas, haciendo estallar también al plató.
Una confusión tan surrealista como persistente, que Andrea ha tenido que aclarar más de una vez a lo largo de los años. “Imagínate que te pregunten con toda la naturalidad cómo está tu padre… y te digan Alfredo Duro”, comentó con humor.
Como era de esperar, Broncano también quiso mojarse. Cuando Andrea le devolvió la pregunta y le pidió su “pequeño calvario”, el presentador no lo dudó: “El Real Madrid. Siempre nos ganan en el último minuto”. Entre bromas, incluso anticipó un posible escenario doloroso para los aficionados del Atlético de Madrid: “Seguro que nos ganan en otra final con gol de Ramos en el 98’. Solo volverá para jugar ese partido”.
Fue uno de los momentos más espontáneos de la entrevista, en la que también hubo espacio, cómo no, para las dos preguntas clásicas del programa. Esta vez, Andrea no esquivó ninguna.
Fue una entrevista entre risas, anécdotas y alguna que otra revelación inesperada. Andrea Duro volvió al plató con la misma naturalidad de siempre, dispuesta a contar, compartir y, por supuesto, a reírse de sus propios calvarios.


