Esta semana se produjo una imagen inédita: los últimos cuatro expresidentes del Gobierno de España -Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy- reunidos en un mismo evento y fotografiándose juntos. El motivo fue la presentación de La última llamada , nueva serie documental producida en Movistar Plus+ en colaboración con Kowalski Films, Feelgood Media y True Story que ofrece una mirada íntima y sin precedentes a los momentos más decisivos de estos cuatro protagonistas de la democracia española.
Dirigida por Álvaro de Cózar, la docuserie se estructura en cuatro episodios (uno por cada expresidente) y profundiza en los dilemas, decisiones solitarias y costes personales que marcaron sus mandatos. A través de entrevistas personales y testimonios de su entorno -familiares, asesores, e incluso líderes internacionales como Tony Blair o Nicolas Sarkozy-, la producción recorre cuatro décadas clave de la historia reciente de España.
La última llamada toma su nombre de esos instantes críticos en los que un presidente debe tomar una decisión sin poder consultar a nadie, en soledad, enfrentando lo que el director llama “el momento de vértigo”. Más allá del relato político, la docuserie busca mostrar al ser humano detrás del cargo. La intención era “romper el cartón piedra” de la imagen pública de los presidentes.
“Todos los ciudadanos teníamos una visión plana de ellos, la de los informativos o las fotos oficiales. Pero en cuanto pasas seis horas cara a cara con cada uno, te das cuenta de que hay una persona muy distinta ahí detrás”, explica el periodista.
En declaraciones a La Vanguardia, Álvaro de Cózar reconoce que González fue el que más le intimidaba por su peso histórico: “Salía en mis libros de texto. Y luego me encontré con un hombre tímido, muy introspectivo, totalmente alejado de la imagen pública que proyecta.” De Aznar destaca su “sentido del humor irónico” y una actitud de “desparpajo” sin complejos a la hora de justificar sus decisiones.
De Zapatero subraya su apertura emocional y capacidad para mostrar vulnerabilidad. Y de Rajoy, dice: “Está muy alejado del meme. Es una persona con capacidad de análisis que no se toma demasiado en serio. Probablemente, el más fácil para tomarse una cerveza y hablar de todo”.
La producción se grabó en dos tandas, en abril y mayo, con entrevistas de tres horas a cada presidente. “Todos dijeron que sí al proyecto. Al principio con preguntas, claro, pero en cuanto vieron que había detrás una plataforma sólida y una idea seria, se sumaron”, señala el periodista. El reto fue logístico: encajar agendas, reunir más de 40 testimonios y conseguir la naturalidad en cámara.
La última llamada también busca “humanizar el liderazgo político” y mostrar a los expresidentes con una mirada serena. “Quien vea los cuatro episodios verá los últimos 40 años de este país y entenderá que muchas decisiones, con distancia, tienen una lógica. La historia, a veces, se escribe como si fuera un buen guion”, concluye el director.
Confesiones reveladoras
Felipe González: “Aún dudo si hice lo correcto”
González revela que a finales de los años ochenta tuvo la oportunidad de ordenar la eliminación de la cúpula de ETA, reunida en el sur de Francia, pero rechazó hacerlo por las consecuencias legales y diplomáticas. Aun hoy, confiesa, no está seguro de haber tomado la decisión correcta: “Podríamos haber salvado 50 o 60 vidas”
Aznar: “Yo no me equivoqué con Irak”
José María Aznar defiende su implicación en la guerra de Irak y la controvertida foto de las Azores, asegurando que actuó según la información que tenía en ese momento. “Yo no me equivoqué”, afirma. También niega que su Gobierno mintiera tras los atentados del 11-M
Zapatero y la amenaza de “convertir España en Vietnam”
Zapatero rememora una dura noche durante las negociaciones con ETA en el 2006. El líder etarra Thierry amenazó con “convertir España en Vietnam” y que haría explotar varias bombas si no hablaba directamente con él. Zapatero no cedió al chantaje. “Fue una de las pocas noches que pasé completamente en blanco”
Rajoy: “Quizá debí estar en el Congreso aquel día”
Rajoy reflexiona sobre su polémica ausencia en el Congreso durante la moción de censura de 2018 tras la sentencia del caso Gürtel: “Quizá tenía que haber estado”. En la docuserie también se explora cómo usó su característica ambigüedad -sus “respuestas a la gallega”- como escudo estratégico durante la crisis del euro
