No soy eurofan . Pero como eurocurioso empatizo con miles de eurofans deprimidos que no podrán disfrutar como siempre de su golosina de mayo: el festival de Eurovisión 2026 no tendrá cantante de RTVE, que se retira del evento. Ni concursará ni transmitirá. Todo eso que se ahorra TVE. Se ahorra el dineral que invertía y el trago de quedar en la cola de los points de las votaciones debido a esa tormenta geopolítica en la que cuarenta concursan e Israel gana. El Estado de Israel se ha comprado Eurovisión para visibilizarse entre canciones como un rincón transterrado de Europa, para convencerse de que existe por culpa de Europa, como si se avergonzase de ser un borde de Asia (el próximo anhelo de Israel será integrarse en la Unión Europea). Eurovisión era para un eurofan la excusa para montar una fiesta en una casa, un buen sarao con amigos alegres, copas, canapés, globos y banderines, disfraces, risas, gritos, comentarios extremos y apuestas cruzadas, saltos y aplausos. ¡Seguro que el buen eurofan está ahora maquinando cómo seguir el festival de Eurovisión por internet! Y volver a montar la fiesta en casa. ¿Y TVE? Montará el mejor Benidorm Fest de la historia y honrará a los artistas candidatos: consideraremos al ganador como virtual ganador de Eurovisión, sin permiso de Israel, que ganará el otro festival, el viejo, el que ya no es lo que era. TVE deberá crear una nueva tradición.
Como ‘eurocurioso’, empatizo con miles de ‘eurofans’ deprimidos que están maquinando cómo ver Eurovisión 2026
HONOR. Venimos del hambre. Cada familia española lo sabe si ha escuchado a padres y abuelos. Mi padre me hablaba de su hartazgo infantil de las farinetes que le servía su madre para desayunar, para comer, para cenar (papilla de harina de legumbre, con poco más). Hoy, con comida abundante, sigue atrayéndonos verla agigantada e iluminada en la tele... Y le damos una vuelta al asador: nos batimos a duelo por un plato. Si antes cifrábamos el honor de la casa en el virgo de la hija, hoy lo ciframos en la croqueta de la abuela. Así, Batalla de restaurantes (La Sexta, martes noche, con Alberto Chicote) es el máximo exponente de este duelismo culinario, aunque también Masterchef (La 1) y Joc de cartes (TV3, miércoles noche), si bien algo más civilizado lo de Marc Ribes, que no llega al cainismo sangrante de lo de Chicote, donde se cruzan en el aire los cuchillos más afilados de la televisión. – @amelanovela