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Jordi Basté: “‘Pla seqüència’ es un formato que no se había hecho nunca en televisión”

Entrevista

El director y presentador de 'El món a RAC1' regresa el jueves 11 a la pequeña pantalla con  un programa de entrevistas en La 2Cat que arranca con Iñaki Urdangarin como primer invitado

Jordi Basté: “‘Pla seqüència’ és un format que no s’havia fet mai en televisió” (català)

Basté, fotografiado este viernes en los estudios de RAC1

XAVIER CERVERA

Jordi Basté vuelve el próximo jueves 11 a la televisión con Pla seqüència (La 2Cat, 22h), un nuevo formato de entrevistas que acompaña a cada protagonista durante 55 minutos seguidos con el objetivo de mostrarlo tal como es, sin cortes ni filtros. El debut llega con un invitado de excepción: Iñaki Urdangarin. Seguirán Joan Laporta y después, entre los 12 invitados previstos inicialmente, Emma Vilarasau, Lluís Llach, Núria Picas, Sergi López y Nina.

¿Recuperar la entrevista pausada y profunda es el objetivo de Pla seqüència?

Sí. La idea es conocer más a la gente mientras nos movemos con ella, sin estar cerrados en un plató ni en un espacio estático. Todo pasa en una sola toma y eso obliga a no parar en ningún momento. Y todo lo que se graba sale tal cual. Esta continuidad da un tipo de verdad que cuesta mucho conseguir en un formato más convencional, y creo que es lo que hace especial el programa.

Sobre Iñaki Urdangarin

“La conversación gira mucho en torno a sentimientos, sensaciones y sobre todo a la soledad que siente”

¿Y cómo se gestionan los imprevistos, los silencios...?

Alguna vez cogemos un camino que no era el previsto o nos dejamos llevar por la situación, pero la conversación acaba encontrando su lugar. Cada invitado escoge el espacio donde empezamos y eso nos ayuda mucho: con Vilarasau, por ejemplo, iniciamos la conversación en el monasterio de Sant Cugat y de allí pasamos en el claustro, salimos a la calle, subimos al coche... Todo fluye en movimiento.

Técnicamente debe ser muy complejo.

Mucho. Vamos con una sola cámara que no se detiene nunca pero que va pasando de manos para que el plano continúe. Cuando subimos escaleras o entramos en una casa, hay alguien anticipando nuestro paso. Es un esfuerzo enorme y por eso al final de cada programa incluimos unos minutos de making of , para que se vea cómo se ha hecho todo y la dificultad técnica que comporta.

Usted presume de formato innovador.

Sí, porque no se había hecho nunca en televisión: 55 minutos en un plano secuencia con una entrevista en movimiento. Otros periodistas habrían hecho versiones diferentes de una conversación así: una entrevista más informativa si fuera Silvia Intxaurrondo, o un montaje de una conversación más larga si fuera Jordi Évole. Aquí no hay montaje: es todo el tiempo real, y eso marca el tono. Técnicamente, insisto, es espectacular. El equipo anda atrás, entra en coches, pasa por grúas... Y también el sonido es impecable, incluso en sitios complicadísimos como las catacumbas del teatro de Vilanova con Sergi López. Es un esfuerzo enorme.

El nuevo programa de Basté arranca el jueves 11 

Xavier Cervera

¿Fue difícil convencer a Iñaki Urdangarin para venir al programa?

Sí, porque hacía tiempo que no quería hablar. Un día le dije que quizá este era un buen momento para explicar cómo está ahora. Le ofrecí que él introdujera del pasado lo que quisiera, que hablara del futuro si quería, pero que el punto de partida fuera como se encuentra en el presente. La conversación gira mucho en torno a sentimientos, sensaciones y sobre todo a la soledad que siente. Él estuvo mil días en la prisión, y yo lo puedo confirmar porque lo fui a ver dos veces. En Brieva, que es una prisión de mujeres, estaba totalmente aislado. Allí se reinventó y él quiere explicar cómo lo vivió.

¿Cree que la imagen que resulte será diferente de la que la gente espera?

Seguramente sí. Pero yo mismo le digo que habrá quien pensará que lo estoy blanqueando. Pero no es eso: es hablar con una persona que ha estado sola mucho tiempo y que solo podía conversar con los funcionarios o con la poca gente que lo visitaba. Es durísimo. A quién busque morbosidad, venganza o temas relacionados con el rey emérito, no lo encontrará, porque él no quiere ir por aquí. Lo que explica es como se encuentra ahora, después de haber tocado techo y haber caído con fuerza.

¿Hay alguna frase o anécdota que le haya quedado especialmente grabada?

Él dice que no guarda rencor, y lo repite con convicción. También quiero destacar que no puso líneas rojas. Solo me avisó de que, si hurgaba demasiado en cosas del pasado que él no quería tratar, simplemente diría que no quiere hablar. Y, como detalle sorprendente, apuntar que hace toda la entrevista en catalán. A pesar de haber nacido en el País Vasco, siempre ha estado vinculado a Catalunya y siempre ha hablado en catalán, y eso acaba dando un tono muy natural a la conversación.

El segundo programa es con Joan Laporta. ¿Qué podremos ver?

A un Laporta que no hemos visto nunca, que habla de su vida a la escuela, de la familia, de la relación con el suegro -que tenía ideas políticas muy diferentes de las suyas-, de la relación con los hijos... Del Barça hablamos muy poco. Con la entrevista se entiende de dónde sale su liderazgo y cómo se ha ido construyendo.

¿Cómo vive formar parte de la nueva etapa de La 2Cat?

Es un poco la sensación de cuando llegué a RAC1: ganas de hacer cosas y conciencia que el proceso será lento. TV3 es un monstruo magnífico que ha hecho un trabajo extraordinario para la lengua y la cultura catalana, pero hay espacio para otra manera de hacer televisión. Con TVE fue muy fácil: les planteamos el formato con el director Oriol Bosch y enseguida dijeron que sí. Esta libertad ha sido clave para sacar adelante un formato que, sinceramente, no se había hecho nunca.