Manuel Carrasco, uno de los artistas más queridos del panorama nacional, ha sido uno de los invitados de la semana de El Hormiguero. El onubense regresó al programa de Pablo Motos para hablar de la gira de presentación de su último disco, Pueblo Salvaje II; a, sus proyectos profesionales actuales y algunas anécdotas sobre lo que sucede antes y después de sus conciertos.
Siempre sencillo y muy cercano, el malagueño comenzó rindiendo un homenaje musical a Robe Iniesta, vocalista y compositor de Extremoduro, recientemente fallecido a los 63 años. Un emotivo inicio que daba pie a que el cantante comenzase a hablar de su vida, de sus inicios, su actual trayectoria profesional e incluso recordando el día en el que pensó que había arruinado su carrera tras ser obligado a hacer playback y hacerlo fatal.
Manuel Carrasco, en 'El Hormiguero'.
Además, Manuel también ha desvelado cómo es su rutina antes de los conciertos. Carrasco empezó explicando cómo cuidaba sus cuerdas vocales, algo fundamental para cualquier cantante. Manuel Carrasco reveló a Pablo Motos cómo se valía de un nebulizador para hidratar el tracto vocal y las cuerdas vocales.
“Probablemente, tu gira haya sido la gira más multitudinaria de España en todo 2025, ¿qué sensación produce eso?”, le preguntaba Pablo Motos. “Hay algo sagrado que existe en los conciertos y es inexplicable, es una energía que a mí me llega, es un sentimiento de comunidad, de pueblo, de ir a la esencia”, aseguró el onubense.
Manuel Carrasco en Zaragoza el pasado 5 de octubre.
Manuel Carrasco es conocido por implicarse al 100% en todas sus actuaciones, por lo que no es de extrañar que cada concierto le pase factura a todos los niveles, incluyendo el físico. “Pierdo como 2,5 o 3 kilos por concierto, lo tenemos comprobado”, afirmó el de Isla Cristina.
No solo eso, sino que también le produce serios problemas para conciliar el sueño. La energía es tal, que no puede relajarse. “El cuerpo está con muchísima adrenalina después de un concierto y cuesta mucho dormirse, normalmente me tengo que tomar alguna pastilla para caer”, confesó.
Esto tiene su explicación biológica: después de un subidón de adrenalina, el cuerpo entra en modo “lucha”, liberando hormonas como la adrenalina y el cortisol. Estas sustancias mantienen al organismo en estado de alerta, acelerando el corazón, aumentando la energía y haciendo que estés muy inquieto, impidiendo que tu mente y cuerpo se relajen para el descanso necesario.
Una combinación entre gastar demasiada energía, no descansar y poder disfrutar de los suyos que hace que Manuel Carrasco revele el por qué no hará nunca dos giras seguidas. “Cuando acabas una gira, ¿tú eres de los que sabe parar o no?”, quiso saber Motos. Carrasco explicó que, tras tanto espectáculo, es el momento de descansar. “Necesito parar, hay muchísima presión, muchísimo esfuerzo. Tenemos familia, tenemos otra vida y, para escribir canciones, necesitas llenarte, no solo vaciarte”.
Otra cosa que raramente pasará es verle cantar en playback. En sus inicios le sucedió en Tenerife y todavía le da escalofríos. “Yo no había cantado en playback en mi vida y me obligaron”, recordó.
Manuel Carrasco, en 'El Hormiguero'.
“Pedí que no me abrieran el micro porque me iba a liar seguro, pero si me lo hicieron y yo me volví loco, no sabía si era mi voz lo que escuchaba, el playback, el eco… Me rallé y me quedé callado y de brazos cruzados mientras seguía sonando la canción, pensé que mi carrera había acabado ahí y me fui del escenario. Todo el mundo me abucheaba”.
