Una aerolínea hace que una pasajera tire por el retrete a su hámster tras impedirle volar
El triste final de Pebbles
La compañía aseguró a la dueña en dos ocasiones de que podría volar con el animal, considerado de apoyo emocional
Imagen de Pebbles y Belen Aldecosea, su dueña
Una joven estudia denunciar a la aerolínea americana Spirit después de que se viera obligada a tirar por un retrete del aeropuerto a su hámster al impedirle que accediera con él al avión, pese a que se le aseguró en dos ocasiones que podría hacerlo.
Según ha explicado su dueña, Belen Aldecosea, de 21 años, un empleado de la aerolínea le recomendó esa opción tras informarle en los controles de seguridad de que no podría volar con el animal de Baltimore a Florida, ha explicado al Miami Herald.
Pebbles, el animal de apoyo de Aldecosea
Pebbles, una hembra, estaba considerada animal de apoyo emocional –aquellos que aportan beneficios terapéuticos a sus dueños por el afecto y compañía que dan– según certificados médicos, dice Aldecosea. Meses atrás a la joven se le detectó un tumor, que resultó benigno, momento en el que decidió hacerse con la mascota como apoyo.
Según explica Aldecosea, llamó en dos ocasiones a la compañía para confirmar que podría volar con el animal. Ya en el aeropuerto, un primer empleado de Spirit dio el visto bueno al hámster, sin poner problemas. Pero conforme se acercaba al control de seguridad, un segundo empleado la persiguió e interceptó, diciéndole que los roedores no podían volar y que tampoco lo podía llevar en la bodega.
La compañía le aseguró que podría volar con el roedor
En ese momento se desató una discusión, en la que la pasajera acabó aceptando volar en otro avión más tarde para intentar hallar una solución. Pero sin amigos ni familiares en la ciudad e incapaz de alquilar un coche para evitar el vuelo, sin mayores opciones, un empleado le sugirió que liberara al animal o lo tirara por el retrete.
Cerca de embarcar y con el tiempo en contra, la presión la llevó a tomar la decisión fatal para el roedor. Afirma que prefirió darle un final más digno a su vida antes que dejar a Pebbles corriendo sola y asustada en el frío, para acabar seguramente atropellada. “No tenía más opciones”, sentencia la dueña.
La presión pudo con la dueña
Fue una decisión que le resultó sumamente dolorosa. La peor para el animal. “Estaba asustada. Yo estaba asustada. Fue horrible intentar meterla en el retrete”, explica Aldecosea. “Estaba muy sensible. Lloraba. Me senté allí por unos buenos diez minutos llorando”, sigue. Tiró de la cadena y Pebbles desapareció.
Desde la compañía reconocen que por error se le informó por teléfono de que podía acceder al vuelo con el hámster. Pero niegan que se le aconsejara tirarlo por un retrete de la terminal del aeropuerto de Baltimore. “Para dejarlo claro, en ningún momento ninguno de nuestros empleados sugirió a la pasajera que tirara al animal por el retrete”, apuntó el portavoz de la compañía, Derek Dombrowski.
Ahora Aldecosea estudia denunciar a la firma por ponerla en una situación límite. El regulador americano –la U.S. Transportation Safety Administration- ha sostenido que no tienen problemas con que los pasajeros viajen con sus hámsters, pero son las compañías las que finalmente deciden si vuelan en cabina o no.
Un avión d e Spirit aterriza en el aeropuerto de Fort Laderdale-Hollywood, en Florida