Garantizar el suministro de agua, incluso en plena sequía, con las aguas residuales regeneradas es algo que ahora está más cerca que nunca, gracias al diseño de un proyecto para reciclar y naturalizar las aguas grises depuradas y de origen industrial en el Besòs.
Hasta ahora ya era un pequeño milagro que los sistemas de depuración hayan logrado reducir la contaminación de las aguas en el tramo final del Besòs, uno de los ríos más contaminados debido a los vertidos de todo tipo.
Otro milagro es que esa mejora ha posibilitado reanudar la potabilización de sus caudales subterráneos (captados con pozos junto a su cauce, muy cerca del centro de Barcelona, en Trinitat).
Pero el nuevo desafío es producir un flujo continuo de agua para ser consumida a partir de las aguas residuales de las depuradoras.
Ese es el ambicioso proyecto piloto promovido por un grupo de ingenieros, hidrogeólogos y ambientólogos de la Escola de Camins de la UPC (capitaneados por el catedrático y doctor en ingeniería ambiental Daniel Fernández García) que se ha propuesto culminar el proceso de depuración de las aguas residuales de la depuradora de Montcada i Reixac, de manera que los caudales ya no se viertan al río, no se pierdan en el mar y sirvan para suministro.

En su despacho muestra la imagen que acompaña al proyecto seleccionado por el Programa Prismas y Problemas, de la Fundación BBVA
Las aguas de depuradora se infiltran en balsas de recarga para alimentar los acuíferos
El proyecto consiste en aprovechar esas aguas de depuradora creando balsas de infiltración para recargar artificialmente los acuíferos subyacentes del subsuelo, de forma que esos caudales se depurarán todavía más.
De esta manera, se habrá conseguido que los acuíferos no solo sean un almacén de agua, sino que pasen a ser nuevos recursos continuos para ser potabilizados.
“La recarga artificial de los acuíferos comporta que aguas depuradas, que en unas condiciones normales irían al río y se perderían, se viertan introduciéndolas en este acuífero mediante balsas de infiltración situadas junto al cauce, de manera que a la larga acaban siendo aprovechadas”, dice Daniel Fernández.
Los caudales subterráneos depurados introducidos en el acuífero se van moviendo y desplazando lentamente hacia el mar mientras en paralelo sufren un proceso de filtración natural en contacto con los microorganismos del subsuelo, de manera que el propio acuífero completa la regeneración de los caudales hasta que adquieren la condición de agua prepotables.
Un proyecto de la UPC abre la puerta a obtener un recurso continuo incluso en episodios de sequías
Así, posteriormente (aguas abajo del río) son captados en la estación potabilizadora de Trinitat.
El gobierno catalán ha planificado la construcción de dos nuevas potabilizadoras en el tramo inferior del Besòs, con lo cual, en el futuro, se podrá hacer un mayor uso de los caudales procedentes de las depuradoras (y recuperados para abastecimiento gracias a esta recarga).
Esta formula de regeneración de las aguas forma parte de lo que se llama “soluciones basadas en la naturaleza”: es la naturaleza la que, gracias a su propia capacidad autodepurativa, es capaz de brindar recursos renovados, explica Fernández.
La intención es generalizar este tipo de infiltración de aguas grises depuradas en el subsuelo y que, gracias a este reciclado, disponer de una fuente de recursos continua incluso en épocas de sequía.
La técnica de recarga de acuífero se está utilizando cada vez más, se está empleando en el Llobregat y resulta apropiada en países áridos o semiáridos.
Objetivo: recuperar hasta la última gota de las aguas grises depuradas del Besòs
La necesidad de apurar las posibilidades de obtener recursos hídricos del Besòs es imperiosa.
La prevista reducción de las transferencias de agua que llegan a Barcelona desde el Ter, el aumento del consumo por el crecimiento demográfico y la disminución de agua disponible por las altas temperatura y mayor evapotranspiración están obligando a “rescatar” hasta la última gota de las aguas grises depuradas del Besòs.
El proyecto promovido por la UPC deberá analizar la calidad de estas aguas. Actualmente, los caudales saneadas en la depuradora de Montcada son conducidas en parte a unos humedales impermeabilizados junto al Besòs, donde se completa la depuración (tratamiento biológico) antes de ir al río. El estudio de la UPC deberá analizar la eficacia de este sistema (nunca evaluado anteriormente) y valorar las distintas calidades del agua.

En la imagen se ve la depuradora de Montcada, las parcelas impermeabilizadas junto al río donde se encuentran los humedales que hacen de filtro biológico y el entorno donde se ubicarán las balsas de infiltración para recargar el acuífero del Besòs
Y así se podrá ver si es mejor inyectar el agua directamente en el acuífero o, por el contrario, merece la pena que pasen antes por el filtro de los humedales. “Debemos ver si los humedales funcionan realmente como filtro de remediación o si es mejor la recarga directa del acuífero. Tenemos que asegurar que cuando recarguemos el acuífero, ese agua tenga la máxima calidad, ya que aguas abajo será potabilizada”, dice el profesor de la UPC.
El proyecto también elaborará un modelo matemático que analice la conexión del río con el acuífero, los humedales y la planta depuradora. Sus predicciones emplearán la inteligencia artificial para poder ofrecer una respuesta a corto plazo que permita tomar decisiones sobre la recarga de los acuíferos en tiempo real.
Un proyecto de la UPC abre la puerta a obtener un recurso continuo incluso en episodios de sequías
El equipo ya ha demostrado el funcionamiento de esta técnica en el laboratorio, por lo que la prueba piloto en el Besòs servirá para verificar que sea segura. Si se logra, supondría una estrategia eficiente y barata para mitigar la sequía en Barcelona, dicen sus promotores.
El diseño de este sistema es uno de los 11 proyectos seleccionados por el Programa Prismas y Problemas, de la Fundación BBVA, con el fin de generar conocimiento innovador para “mejorar la respuesta a retos de alta relevancia social y ambiental”. Esos 11 proyectos fueron seleccionados entre 285 solicitudes.

El catedrático muestra un croquis para explicar el flujo de las aguas del Besòs que vana ser regeneradas