Fallece Martin Aurell, el historiador que iluminó la Edad Media

OBITUARIO

Su libro más atrevido, el que más debates suscitó, fue Diez ideas falsas sobre la Edad Media

Marti Aurell
Lv

En la primavera de 1978, un joven estudiante de la Universidad de Barcelona, que acaba de cumplir veinte años, vino a verme al campus de Bellaterra. Hablamos de historia y de literatura de los siglos XI y XII y consumimos la mayor parte de nuestro tiempo en ver las posibilidades que tenía en el mundo universitario barcelonés que, en mi opinión, dada su inteligencia y preparación, eran pocas. Me atreví a sugerirle que continuara sus estudios en Francia. Le prometí que escribiría a Georges Duby al respecto.

Para él, allí empezó otra vida académica basada en una aventura del espíritu que le ha llevado, ahora que lo puedo valorar tras su repentino fallecimiento en Nantes, a situarse en uno de los puestos más señeros de los estudios medievales.

Las estrategias familiares de la nobleza provenzal fueron el centro de sus primeras investigaciones: estudios sobre una familia enlazada con el mundo de los trovadores en una tierra y una época donde la doctrina de los cátaros se presentaba como una herejía para la iglesia.

Con este bagaje, además de alcanzar el título de doctor en 1983, se dispuso a seguir las vicisitudes de la dinastía de los condes de Barcelona en un tiempo donde los barones fueron sometidos a la autoridad de unos príncipes que terminaron por hacerse con una corona, la de Aragón, para sostener su política hegemónica en tiempos de Alfonso el Trovador.

Aurell contradijo la idea del Medievo como una época misógina, intolerante, inculta, tenebrosa, fanática

Así se hizo un nombre en el mundo académico sin perder su calidad humana. Sonreía siempre. Amable y servicial, siempre dispuesto a ayudar. Gentil.

Si el siglo XII tenía un sentido, Martin se lo otorgó a partir de 1995, desde su atalaya en Poitiers, donde, en calidad de catedrático, dio un paso de más: una narración serena sobre la dinastía de los Plantagenet y una biografía sobre la mujer más célebre de todos ellos, Leonor de Aquitania, que recibió el Premio du Point de biografía 2025: un reconocimiento a la trayectoria de su autor. En esos años, Martin había esbozado el que es su libro más atrevido, el que más debates ha suscitado, suscita y suscitará: Diez ideas falsas sobre la Edad Media donde deja cristalinamente claro que la historia medieval no está amenazada por la torpe divulgación, sino por la necesidad ideológica del mundo contemporáneo a seguir viendo en ella una época, misógina, intolerante, inculta, tenebrosa, fanática. 

Nada hay más opuesto al espíritu de esa época, profundamente vinculada al descubrimiento de la complejidad de un mundo, que fue lo que la mentalidad iluminista del siglo XVIII no quiso ver. No se trata de un paréntesis mediocre entre dos periodos basados en el canon clásico, ni de una edad de la fe brillante sostenida por las catedrales góticas; se trata de entender un mundo con toda su compleja realidad, fascinante y terrible, como cualquier otra época de la historia.

Aurell hizo una narración serena sobre la dinastía de los Plantagenet y una biografía sobre la mujer más célebre de todos ellos, Leonor de Aquitania

Percibo en estas páginas un eco de Jacques Le Goff y desde ahí lo valoro como el mejor homenaje a aquel joven que un día decidió marcharse a Francia para convertir su convicción en una herramienta del saber.

Descansa en paz, Martín, certifico que conseguiste muchos de los objetivos que te marcaste en la vida a la vez que lamento los que no has podido alcanzar ahora que la muerte ha salido a tu encuentro. Pero una cosa quiero que se sepa: gracias a tu legado, la historia medieval continua.

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