“Hablar de la muerte a los niños es sanar”

Pedagogía

Los profesionales en pedagogía consideran que alejar a los niños del concepto de la muerte es un error

“Hablar de la muerte a los niños es sanar”
Video

Maria Giberta es la autora de "On ets, Pol?", la historia de Quim, un niño de tres años que siente nostalgia por su hermano Pol, fallecido por una enfermedad rara. 

Nico Escorcia

Miles de niños afrontan cada año el terrible momento en el que conocen la muerte de alguien, una sombra inevitable que, tarde o temprano, se cruza en el camino de la infancia. A veces es la pérdida de una mascota, un abuelo que deja su butaca vacía, una madre o un padre que ya no regresan a casa. Otras, es la tragedia de ver partir a un amigo o un hermano, como le sucedió a Quim.

Pol era un niño de seis años, alegre y juguetón como cualquier crío de su edad. Sin embargo, una extraña enfermedad apagó su risa de forma injusta y prematura. Su pérdida dejó un dolor profundo en todos los miembros de su familia: padres, hermano, abuelos, tíos y primos. Pero, como él, cientos de niños y niñas fallecen cada año en nuestro país por diferentes motivos: enfermedades congénitas, accidentes o dolencias inesperadas que arrebatan vidas demasiado pronto. A pesar de que las estadísticas muestran una progresiva reducción de la mortalidad infantil, la muerte sigue siendo un enigma que los niños, en algún momento, necesitan comprender, especialmente cuando quien desaparece es alguien de su misma edad.

Maria Giberga, autora del libro

Maria Giberga, autora del libro “On ets, Pol?”

Nico Escorcia

Ante esta situación, Maria Giberga, tía de Pol y Quim, maestra de primaria y psicopedagoga, sintió que debía encontrar una forma de explicar lo inexplicable. Quim, con apenas tres años, veía cómo su hermano se fue al hospital y ya no volvió, lo que le llevó a lanzar preguntas al aire sin recibir respuestas claras. “Los niños se hacen preguntas, Quim se preguntaba dónde estaba su hermano; sus padres le decían que estaba en el cielo y él no lo entendía”, explica Maria. Así nació la idea de contarle a su sobrino la historia de Pol, su hermano, a través de un cuento. Basándose en los valores esenciales de una familia—diálogo, cariño y ternura—, esta psicopedagoga dio forma a “On ets, Pol?” (Editorial Babidi-Bú), un relato que busca dar sentido a la ausencia y transformar el dolor en palabras comprensibles para los más pequeños.

Para Maria Giberga, este libro es más que una historia; es una herramienta para canalizar el sufrimiento que deja un fallecimiento, sobre todo en una sociedad que, según ella, “no prepara a los niños para la vida real”. “Cuando se enfrentan a la muerte de una mascota o un familiar, ni ellos ni nosotros estamos preparados para abordarlo”, reflexiona. Pero, en esos momentos, el arte emerge como un refugio. Ilustraciones, cuentos, canciones… “El arte en general nos permite expresar lo que no sabemos decir con palabras”, argumenta Kandy Guerrero, trabajadora social y fundadora de la Asociación “Els Dols” de Terrassa. A través de la creatividad, la pérdida puede convertirse en un relato comprensible, en una forma de seguir sintiendo cerca a quien se ha ido.

Trabajadora social y fundadora de la asociación

Trabajadora social y fundadora de la asociación “Els Dols” de Terrassa

MP

Hablar de la pérdida, según Guerrero, “es lo más difícil del mundo”, porque ni siquiera los adultos saben cómo enfrentarse a ella. Pocas veces lo hacemos con la naturalidad que merece. “Hablar de la muerte a los niños es sanar, compartir, crear nuevos vínculos, quitar el miedo, acabar con el tabú, el silencio y la soledad”, sentencia con convicción.

Para Maria Giberga, la inmortalidad no reside en el cuerpo, sino en la memoria. Aunque la muerte nos separe físicamente de un ser querido, “esa persona siempre seguirá existiendo, quizás no de manera tangible, pero siempre estará en nuestro corazón”, sostiene la autora. Y esa es la gran lección que quiere transmitir a Quim: su hermano Pol seguirá vivo, al menos en el recuerdo, en cada historia contada y en cada instante en que su nombre sea pronunciado con amor.

El libro

El libro “On ets, Pol?” aborda la historia de la ausencia de un hermano que muere por una enfermedad rara.

Nico Escorcia

En los pasillos de la casa familiar, la voz de Pol sigue resonando en los recuerdos, en las anécdotas que se cuentan alrededor de la mesa, en los dibujos de Quim que aún incluyen a su hermano mayor con una sonrisa luminosa. Porque la ausencia no es olvido; es una presencia distinta, un eco que se mantiene vivo en la ternura de quienes siguen amando a aquellos que ya partieron. Y es que, en el fondo, la muerte no es el fin absoluto, sino el inicio de una nueva manera de estar.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...