La sociedad catalana en 30 años ha cambiado de la uniformidad religiosa al pluralismo. De tener unos pocos miles de protestantes, ortodoxos y musulmanes a sumar en torno a un millón y medio de creyentes de otras religiones. El Baròmetro sobre la religiositat de la Direcció General d’Afers religiosos del 2024, afirma que un 75% de catalanes se identifican con una religión, de los cuales un 57% son católicos, un 6'8 %, musulmanes; un 3’5%, protestantes y el 6% restante, de otras religiones. Es evidente que cualquier aproximación o actividad lo deberá tener en cuenta. Un nuevo cambio social y religioso necesita nuevas actitudes e iniciativas para consolidar una sociedad acogedora y equilibrada, superando prejuicios y miedos.
El próximo martes (18h), en el marco de la Semana de la Armonía Interconfesional de las Naciones Unidas, se celebrará un acto institucional de la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona y el Grup de Treball Estable de Religions ( GTER) en el Palau de la Generalitat, en el cual se conmemorarán los 20 años de la creación de esta institución.
El Grup de Traball Estable de Religions (GTER) trabaja contra los integrismos y media en conflictos
El GTER es una entidad formada por las cinco instituciones religiosas de más arraigo en Catalunya, que tiene como objetivo promover la paz y la armonía entre las religiones y es un punto de referencia para el diálogo práctico y el trabajo conjunto. En el 2015 recibió la Creu de Sant Jordi.
El espíritu catalán, abierto, acogedor, innovador, justo y trabajador configura el talante del propio GTER. Hay dos características que configuran este organismo como institución de referencia sin precedentes históricos y geográficos. La primera es que lo forman representantes oficiales de instituciones religiosas que han sido nombrados y enviados por las propias religiones. No están solo por interés propio, sino que aportan las iniciativas de las instituciones que representan. No se conoce ninguna otra iniciativa parecida en el ámbito interreligioso.
El GTER es una entidad formada por las cinco instituciones religiosas más arraigadas en Catalunya cuyo objetivo es promover la paz y la armonía entre las distintas confesiones
La segunda característica particular es el propósito de la entidad: el trabajo conjunto de las religiones por el bien de la sociedad. Se trata de un diálogo entre confesiones que no está basado en debates teológicos o en plegarias interreligiosas, sino en un trabajo común en favor de los derechos humanos y religiosos que ayuden a construir una sociedad más armoniosa. Se basa en la pedagogía de la acción que acerca las religiones y las encara hacia un servicio público. El ecumenismo quiere la unidad visible cristiana, el diálogo interreligioso (en sus diversas acciones) busca la armonía, el entendimiento, la paz y el espíritu de servicio entre las religiones.
El GTER y las otras religiones presentes en Catalunya forman el Consell Intereligiós. En el GTER están representados la Conferencia Episcopal católica Tarraconense; el Consejo Evangélico de Catalunya; los Patriarcados ortodoxos de Constantinopla y Serbia; la Comunidad Israelita de Barcelona; y dos federaciones islámicas, FICAT y UCIDECAT.
Este martes se celebra en un acto en el Palau de la Generalitat las dos décadas de creación de esta institución
Sus actividades cubren un amplio espectro, como la profundización y defensa de la libertad religiosa en cuanto al reconocimiento de las confesiones y a ser tratadas con respeto. Es importante encontrar un adecuado equilibrio entre la libertad religiosa y la libertad de expresión.
También lucha contra los integrismos y los fundamentalismos, porque los radicalismos impiden el diálogo y la tolerancia. Se preocupa por la prevención, mediación y resolución de conflictos que pueden tener un trasfondo religioso. Trabaja para que a las nuevas personas migradas les sean reconocidos sus derechos y que las comunidades de las diversas religiones sean un factor de integración en la lengua y cultura catalanas.
El GTER se esfuerza por fortalecer la colaboración con las administraciones, especialmente catalanas y ciudadanas y procura establecer y fortalecer relaciones internacionales con actividades y organismos que trabajan con finalidades similares. Por ejemplo, el GTER está integrado en la organización Religiones por la Paz de Europa y a nivel internacional ha colaborado con Marseille Esperance y ha organizado encuentros previos a las Cumbres Iberoamericanas que reúnen cada dos años a los jefes de estado y de gobierno de 22 países.
Se trata, por lo tanto, de una institución única que complementa lo que están haciendo otras entidades universitarias o privadas.
*Antoni Matabosch es experto en ecumenismo, profesor emérito de la Facultat de Teologia de Catalunya y representante de la Conferència Episcopal Tarraconense en el GTER.


