Sostenido por los dedos de una mano y muy fino, tan fino que salió de dentro de un sobre. Esta escena protagonizada por Steve Jobs hace 17 años fue la presentación del primer MacBook Air, un ordenador que rompió los moldes establecidos sobre cómo hacer una máquina ultraligera, cómo diseñarla y qué prestaciones podía tener sin dejar de responder a las necesidades de una gran mayoría de usuarios. Sobre la base del rediseño del 2022, es difícil escapar a la practicidad del nuevo MacBook Air con el chip M4. Apple vuelve a mantenerlo en lo más alto y lo hace más atractivo todavía.
Después de unos días de prueba del nuevo MacBook Air M4 es fácil plantearse para qué aspirar a máquinas más potentes. Para un usuario medio, es difícil exprimirlo, llevarlo al límite. Esa soltura tiene incluso más mérito si se tiene en cuenta que este, a diferencia de los MacBook Pro, no lleva un ventilador que enfríe su procesador ante tareas exigentes. Funciona fluido, no importan cuántas pestañas se abran. Siempre está dispuesto para el funcionamiento rápido.
El nuevo MacBook Air responde con soltura a cualquier tarea y ha mejorado el precio respecto a la generación anterior
A la gama de colores ya existente, Apple ha añadido un azul celeste (Sky Blue), que se une al negro (Midnight), dorado (Starlight) y plateado (Silver). Siempre en aluminio compacto, con un acabado muy sólido, como pocos fabricantes consiguen. La unidad probada, con ese nuevo azul, es la de 13,6 pulgadas que se diferencia básicamente del modelo de 15,3 pulgadas en que este tiene seis altavoces en lugar de cuatro, y en que el de mayor tamaño tiene un procesador gráfico de 10 núcleos mientras que el más básico en el pequeño dispone de 8 núcleos. Nada de una importancia capital para la mayoría de los usos.
La actualización con el chip M4 pone al MacBook Air en la liga de los mejores y más potentes ordenadores ligeros. Apple asegura que la autonomía de su batería alcanza las 18 h. Sus chips M tienen tecnología de 3 nanómetros desde la anterior generación, lo que garantiza un consumo energético muy bajo y una gran eficiencia. Si el modelo con M3 ya tenía un rendimiento envidiable, el nuevo sube un peldaño esa percepción.
El diseño del MacBook Air, actualizado en el 2022, es muy refinado
El lanzamiento del MacBook Air M4 planteará dudas a algunos usuarios. En primer lugar, porque Apple ha rebajado 100 euros el modelo básico respecto a la anterior generación. Ahora parte de 1.199 euros. Además, el modelo de base tiene 16 GB de memoria RAM, el doble de la que tenía en el modelo con M3. El MacBook Pro con idéntico chip M4 cuesta 1.929 euros. Esa diferencia está en el número de conexiones, una mejor pantalla de un tamaño algo superior y altavoces, pero la experiencia al trabajar con él no varía. Y además pesa menos.
Las primeras pruebas indican que, en algunas tareas, el MacBook Air puede incluso superar el rendimiento del MacBook Pro el mismo chip M4. Es evidente que este último, cuando se trata de tareas que requieren mayor potencia, puede extraer ventaja del hecho de disponer de un ventilador, que le permite llevar más lejos el desempeño de ese chip. Pero la pregunta que debe hacerse un posible comprador es si algunas de las ventajas del modelo Pro le compensan. El MacBook Air ya no parece un modelo de entrada, porque además le sobra potencia para desafiar portátiles de otras marcas. Parece que Apple ha querido crear un superventas. Posiblemente lo haya logrado.


