Reservas hoteleras y un casting en el cielo de Prades y Montsant por el eclipse solar de 2026

Riesgo de colapso

La visibilidad total del fenómeno astronómico en la provincia de Tarragona despierta interés internacional, especialmente por la calidad del cielo nocturno en las montañas del interior  

People view the full moon as a section moves into shadow during a lunar eclipse, before dawn, at Stonehenge stone circle, near Amesbury, southern Britain, March 14, 2025. REUTERS/Toby Melville TPX IMAGES OF THE DAY

Un momento del eclipse lunar de ayer captado, antes del amanecer, en Stonehenge, cerca de Amesbury, en el sur de Gran Bretaña.

Toby Melville / Reuters

El cielo de las montañas de Prades, en el interior de Tarragona, tiene cada vez más reputación en la observación astronómica. Muy cerca está el Parque Natural de la Serra de Montsant, con la que comparte un certificado europeo en su día pionero como la zona protegida más grande de cielo oscuro alrededor de un parque natural, en 2021. Tiene una doble condición como espacio tranquilo y con cielo nocturno de calidad (destino turístico starlight). Las condiciones astronómicas previstas para el eclipse solar total anunciado para la tarde del 12 de agosto de 2026 han convertido toda esta región, donde se espera una visibilidad del 100% del eclipse solar, en un escenario ideal y por lo tanto deseado para la observación.

Hasta el extremo que cuando queda todavía casi un año y medio para que se produzca el espectacular fenómeno astronómico ya se han producido reservas en alojamientos turísticos y se ha despertado el interés de los expertos internacionales, con ganas de localizar los mejores lugares para seguir el eclipse total. 

El astroturismo ya trabaja con los entes públicos en un plan para recibir a decenas de miles de visitantes y evitar el caos

El Parc Astronòmic Muntanyes de Prades, que trabaja desde hace varios años para aprovechar la calidad de su cielo para popularizar la observación de estrellas y planetas, está a punto de abrir incluso un proceso para elegir un centenar de guías y monitores especializados en astroturismo (guías astronómicos Starlight). Una especie de casting para escoger y formar aquí los guías que ayudarán a seguir el eclipse total en toda la zona de observación, desde Galicia a las Baleares.

La visibilidad del eclipse será del 100% en una zona situada entre una línea imaginaria que conecta Lleida y Vilanova i la Geltrú hacia el sur, por lo que se podrá ver perfectamente en toda la provincia de Tarragona.

“El foco mundial estará en la provincia de Tarragona, estamos en el top de la totalidad: la luna tapará completamente el sol y se hará de noche; habrá medios internacionales cubriendo el evento en directo, me gusta compararlo con Barcelona 1992 pero en cuestión de unos pocos minutos”, destaca Aleix Roig, máximo responsable del Parc Astronòmic Muntanyes de Prades, junto al Montsant el territorio más grande a nivel europeo protegido de la contaminación lumínica (32 municipios).

Será como una doble puesta de sol. Primero el eclipse, poco antes de las ocho de la tarde. Un poco más tarde, pasadas las nueve de la noche, el ocaso. Hace más de un siglo que no sucedía un eclipse como este en la península ibérica. 

La gran cantidad de visitantes que se esperan, de dentro y fuera de la península ibérica, han hecho que las instituciones públicas hayan empezado a trabajar conjuntamente con el sector del astroturismo en el plan especial. Hace pocos días se produjo una reunión, con la participación de la Diputación de Tarragona y su  Patronato de Turismo, para empezar a preparar la estrategia para atender a los visitantes y prever lugares para la observación astronómica. Se implicará también al Govern de la Generalitat. 

“Podrían venir entre 100.000 y 200.000 personas; es un reto garantizar su movilidad y seguridad, preservar el entorno natural y evitar el colapso en plena temporada turística. Es la tormenta perfecta. Probablemente habrá cortes aquel día en la AP-7”, destaca Roig. El eclipse total de Estados Unidos del pasado año es la referencia a evitar, con dos millones de persones que se movieron para verlo en directo, con gente acampada en lugares inhóspitos.

Las condiciones meteorológicas de aquel día serán determinantes para los flujos de última hora. Se estima que se podrían mover en pocas horas unas 200.000 personas en un radio de hasta 500 kilómetros si en una determinada región el cielo está nublado. Así, aficionados a la observación alojados en Galicia se podrían desplazar hasta el área del interior de Tarragona.

Todo es más delicado en una región como las montañas de Prades y el Montsant alejada del turismo de masas, en comarcas como el Priorat o el interior del Baix Camp, con pocos alojamientos. Muchos de los que acudan a Tarragona estarán en hoteles y apartamentos de la Costa Daurada, donde ya se han hecho reservas. “Tenemos peticiones”, dice Mireia Sans, directora del Càmping Prades y presidenta de la Asociación de Campings de la Costa Daurada y Terres de l’Ebre

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