El Institut Català de la Salut (ICS) descarta la posibilidad de asignar incentivos económicos a los centros de atención primaria por la tramitación de altas laborales solicitada por las mutuas de trabajo. La medida debía ser debatida en el marco de un paquete de decenas de propuestas que se estudian con periodicidad anual a fin de mejorar la eficiencia de la primaria; en este caso, con relación al absentismo laboral. “El objetivo no es otro que las personas sean atendidas y acompañadas durante un proceso de enfermedad”, apuntan fuentes del ICS.
Aunque se mantiene la idea de dialogar con los profesionales sobre la mejora de la burocracia en torno a las incapacidades laborales transitorias, “no habrá un objetivo destinado a incentivar que los facultativos incrementen el número de altas”, asegura el ICS. La publicación de esta posibilidad, ayer, por parte de Catalunya Ràdio, puso en pie de guerra a organizaciones sindicales y asociaciones científicas, y el ICS decidió eliminar este punto del debate con los profesionales.
Organizaciones médicas rechazan una medida que ven más cerca de las empresas que de los pacientes
“Manifestamos nuestro rechazo frontal a la inclusión en los contratos de gestión o en los indicadores de las DPO [retribución en función de objetivos] las altas médicas de incapacidad temporal (IT) propuestas por las mutuas laborales y que deberían ejecutar los médicos y médicas de familia”, proclama la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitaria. Considera que esta medida supone “una injerencia inadmisible en la actividad clínica y una desvirtuación grave del sentido y objetivo de las DPO”, y afirma que responde a intereses empresariales que, “con frecuencia, presionan per obtener altas aceleradas, a pesar de que no siempre se den las condiciones médicas óptimas para hacerlo”.
Por su parte, Metges de Catalunya (MC) exigió ayer la retirada de la iniciativa al ICS, al entender que supone “una perversión del sistema que el criterio económico al servicio de los intereses empresariales se sitúe por encima del criterio clínico, al servicio de la calidad asistencial”. Según Lourdes Franco, dirigente de MC, “la infradotación de personal que sufre el Institut Català d’Avaluacions Mèdiques (ICAM) no se puede suplir traspasando sus competencias a los médicos de familia, que tampoco disponen de los recursos y el tiempo necesarios para asumir estas funciones”. En su opinión, que el ICS haya barajado una gratificación en función del número de altas validadas supone tratar a los facultativos “como agentes comerciales a comisión”. El ICAM es el organismo público adscrito a Salut que decide si un paciente está recuperado para trabajar y envía la propuesta al médico de cabecera, que puede tramitar el alta o aplazarla.