Cada vez son más los estudios que constatan que los ejercicios de fuerza son una de las mejores recetas contra síntomas del envejecimiento como la pérdida de masa muscular, de fuerza y de potencia y, en consecuencia, una de las mejores vías para minimizar la fragilidad y alejar la dependencia cuando se van cumpliendo años. Ahora investigadores de la Universidad de Granada y del Hospital Universitario Virgen de las Nieves han demostrado que envejecer con un cuerpo más fuerte también ayuda a hacerlo con un cerebro más saludable.
El estudio realizado por estos investigadores -que forma parte de un ensayo aleatorio controlado denominado AGUEDA (por las siglas en inglés de 'Ganancias activas en el cerebro mediante el ejercicio durante el envejecimiento')- muestra que la fuerza muscular de las personas mayores de 65 años que no sufren deterioro cognitivo está relacionada con una mayor materia gris cerebral.
En concreto, han constatado que una mayor fuerza de prensión manual o del tren superior va asociada a mayores volúmenes de materia gris en áreas corticales y subcorticales del cerebro que se aprecia en mejoras sobre la memoria de trabajo espacial (a corto plazo) y en la flexibilidad cognitiva.
“Una mayor fuerza muscular durante el envejecimiento podría tener un impacto protector en la salud cerebral, en la cual la fuerza de agarre manual, una medida rápida, económica y reproducible, parece ser el indicador más sólido para predecir el volumen de materia gris en diferentes regiones cerebrales en esta población”, ha explicado Andrea Coca-Pulido, autora principal del estudio, que forma parte de su tesis doctoral.
La investigadora Irene Esteban Cornejo, que lidera el proyecto AGUEDA y codirige la tesis doctoral de Coca-Pulido, asegura que la interacción músculo-cerebro es una estrategia prometedora para mejorar la función cognitiva en adultos mayores.
El otro codirector de la tesis, el profesor José Mora González, considera que los hallazgos de este estudio sitúan la fuerza muscular como un elemento crucial en las intervenciones de ejercicio destinadas a contrarrestar el deterioro relacionado con la edad, una práctica cada vez más habitual.

Los geriatras aconsejan hacer regularmente ejercicios de fuerza para mantener durante más tiempo las capacidades funcionales
El trabajo se ha publicado en la revista Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, y forma parte del ensayo aleatorio controlado AGUEDA, que incluye a 90 adultos mayores cognitivamente sanos, de los que el 57% son mujeres.
Para llevarlo a cabo, los investigadores aplicaron un programa de entrenamiento de fuerza muscular de seis meses de duración y examinaron si esas ganancias en fuerza producían beneficios desde el punto de vista de la estructura y de la función cerebral y cognitiva de los participantes, personas mayores de 65 años.