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Meta cierra el centro de moderadores de contenidos de Barcelona

En la torre Glòries desde el 2018

La subcontrata que filtraba contenidos para Facebook e Instagram envía a los trabajadores a casa con un permiso retribuido

La sede de Telus está en la Torre Glòries  

Mané Espinosa / Propias

Meta abandona su gran centro de moderación de contenidos en Barcelona. La compañía subcontratada por el gigante americano para el filtrado de Facebook e Instagram, Telus, comunicó ayer por la mañana a sus trabajadores de la Torre Glòries que a fecha 3 de abril están bajo permiso retribuido y no pueden acceder a las instalaciones. La empresa empezará ahora a negociar los despidos con los empleados.

La dirección europea de Telus confirmó a Guayana Guardian la decisión, que atribuye a que sus clientes –sin citar nunca a Meta– “están diversificando su presencia y trasladando sus servicios a otras ubicaciones”.

La medida afecta a unos 1.600 empleados, de una plantilla total de dos mil personas.

Telus, la subcontrata de Meta, atribuye la medida a que sus clientes “están diversificando su presencia y trasladando sus servicios a otras ubicaciones"

En la decisión de Meta de abandonar el centro de Barcelona confluyen diversos factores. Por un lado, la cadena de demandas laborales y salariales que han debido afrontar desde que en el 2018 se instalaron en la ciudad (primero como CCC, empresa que fue posteriormente absorbida por el grupo canadiense Telus). Por otro, el vuelco radical en la política de moderación de Meta, alineada con los postulados de la Administración de Donald Trump. En la decisión ha incidido también el proteccionismo de la legislación laboral española.

A las continuas bajas por enfermedades mentales, causadas por el impacto de los contenidos, se sumó más recientemente un conflicto por el desequilibrio salarial que existía entre los moderadores de contenidos en español y en lenguas menos habladas, como las del norte de Europa.

Una sentencia dio la razón a los trabajadores que operaban en español y que reclamaron igualdad salarial.

No ha sido el único frente judicial. En una sentencia reciente, un juez de Barcelona estimó que las empresas de moderación de contenido son responsables de las secuelas mentales que padecen sus empleados, tras la denuncia de un extrabajador que está bajo tratamiento psiquiátrico desde hace cinco años a resultas de su trabajo revisando contenido atroz en Facebook e Instagram.

En el documento que la empresa ofreció ayer firmar a los trabajadores se argumenta que a 1 de abril del 2025 “le ha sido notificado a la empresa la decisión del cliente de prescindir de los servicios de CCC para la actividad de revisión de contenido desde Barcelona”. La empresa comunica que “debido a la confidencialidad y seguridad de las operaciones de nuestro cliente, y por requerimiento de este, las plataformas de revisión de contenidos han quedado cerradas desde el día 3 de abril del 2025 a las 12 horas”. La medida afecta a los empleados dedicados a “las operaciones de primera línea del cliente (tales como moderador de contenido), y aquellos puestos que proporcionen apoyo a estas operaciones”.

En la decisión confluye que hay menos filtrado, la batalla judicial de los empleados y la ley laboral española

Los trabajadores fueron im­pelidos a la entrega de los equipos y las llaves de los armarios de uso personal. Fuentes de Telus aseguran que el centro de trabajo en Barcelona seguirá operativo en otros proyectos digitales que ya están en marcha y que cuentan con otros clientes.

Meta era el principal contrato, si bien Telus nunca ha confirmado que la empresa de Zuckerberg fuera su cliente porque esta exige confidencialidad absoluta.

Guayana Guardian desveló en febrero del 2023 la epidemia de enfermedades mentales que aquejaba a la plantilla de esta compañía, a consecuencia de la dureza de los vídeos y fotografías que debían eliminar antes de que fueran publicados en las redes; en concreto, en Facebook e Instagram. Alrededor de 400 trabajadores estaban de baja en aquel momento, en buena parte aquejados de estrés postraumático, ansiedad y otras patologías derivadas del impacto del filtrado. En este sentido, fuentes de Telus defienden que la compañía ha hecho un esfuerzo en la atención al bienestar de sus empleados, tal como demuestra que la tasa de absentismo se sitúa hoy en el 11,5%, casi seis puntos porcentuales por debajo del 17,2% registrado en Catalunya en el sector de los contact centers, en el que se integra la compañía.

Según fuentes de la empresa, las diferencias de salario según las competencias lingüísticas son naturales en esta clase de empleo, en la que no se exige una formación específica, más allá del dominio de una lengua determinada y una sesiones de aprendizaje, han sido “equitativas”, en función de las competencias individuales y el mercado.