El área de urgencias del hospital Clínic de Barcelona atendió el año pasado 2.384 casos por intoxicaciones agudas, lo que representa un incremento del 14% respecto a las cifras de hace cinco años. Los especialistas del centro alertan sobre el aumento del uso de nuevas sustancias psicoactivas, como la cocaína rosa, el crack o las golosinas de cánnabis, y nuevos consumos de riesgo.

Laboratorio de toxicología del hospital Clínic, en Barcelona (Francisco Avia)
Con más de 40 años de historia, la unidad de Toxicología Clínica y los laboratorios de Farmacología y Toxicología, referentes en diversos tipos de análisis, atienden no solo las intoxicaciones más habituales sino los nuevos perfiles de intoxicación y las nuevas sustancias de abuso.
El informe correspondiente al 2024, que ha sido presentado hoy, indica que la cifra de intoxicaciones atendidas registró un ligero descenso respecto al máximo, contabilizado en el 2022 (2.619), y el 2023 (2.457). El 63% de los casos corresponde a drogas de abuso y el 25% a intoxicaciones por medicamentos. Esta actividad representa el 2,2% del total de atenciones en el área central de urgencias del Clínic. Las intoxicaciones por abuso de droga suelen estar asociadas a un consumo recreacional, en tanto las de medicamentos responden a motivaciones de autlesión, según Emilio Salgado, jefe de toxicología clínica del área de urgencias.
Con una proporción muy similar a la del pasado ejercicio, la principal intoxicación por drogas atendida es ocasionada por el alcohol (57%). Por detrás figuran la cocaína (25%), anfetaminas (23%), cannabis (15%), clonazepam (3,31%), Tusi (2,58%) y ketamina (2,05%).
El comportamiento es similar al de los años precedentes, pero hay excepciones que encienden la luz de alerta. Los casos de tusi (o cocaína rosa) han pasado en un año de representar un residual 0,66% a significar el 2,58%. En la misma línea, en dos años se han triplicado las intoxicaciones por crack (cocaína cristalizada). En el 2024 se trataron 17 casos, con lo que está lejos de constituir un problema de salud pública, pero la tendencia permanece bajo observación.
“Tenemos que adaptar constantemente el análisis toxicológico a las nuevas tendencias de consumo de drogas de nuestro entorno para dar respuesta a las necesidades clínicas de nuestros pacientes, ayudando en la detección de nuevas drogas de abuso que juegan un papel importante en las intoxicaciones, y así actuar como centro de toxicovigilancia”, explica Marina Parra, jefa de sección de toxicología.
Una de estas nuevas tendencias detectadas por el Clínic y por otros hospitales de Barcelona atañe al consumo de cannabioides sintéticos, principalmente en forma de golosinas de cannabis (y en menor proporción de caramelos, chocolatinas, galletas o zumos) suministradas en las numerosas tiendas de la ciudad dedicadas a esta sustancia. El pasado año se contabilizaron 24 atenciones urgentes en el Clínic por estas golosinas, el doble que hace dos años.
También las nuevas sustancias psicoactivas (NPS) llegan al Clínic, que ha detectado y notificado al Sistema Español de alerta Temprana 233 casos de estas sustancias, las no controladas a nivel internacional por los convenios de las Naciones Unidas, pero que pueden suponer un riesgo para la salud pública.
La mayor cantidad (94) corresponde al consumo de GBH (o éxtasis líquido) y al uso recreativo de pregabalina (47). También se han registrado cuatro intoxicaciones por LSD y una por descloroketmina.
Respecto a las intoxicaciones por medicamentos, que son el 25% del total, el informe apunta que la mitad son causadas por benzodiazepinas, un grupo de sustancias recetadas para el control de la ansiedad y para conciliar el sueño, de las que Espàña es el principal consumidor en la UE. Aunque están sujetos a un supervisión médica importante, “si uno se va a intentar hacer daño con un fármaco lo más probable es que tenga a mano benzodiazepinas”, apunta el doctor Salgado. Diazepam, Orfidal o Trankimazim son algunas de las marcas comerciales más frecuentes.
El 15% de las atenciones atendidas de urgencia en el Clínic son por analgésicos (67% paracetamol, 30% ibuprofeno). “Desde el 2021 vimos un incremento muy importante en personas muy jóvenes, sobre todo mujeres de menos de 20 años, con finalidades autolesivas, como una pandemia silenciosa, pero el número está yendo a la baja”, afirma Salgado. “No sabemos muy bien la causa y cómo impacta a un grupo poblacional tan vulnerable como los adolescentes. Que puediera estar inducido por las redes sociales es la gota que colma el vaso, pero sabemos del uso de paracetamol con esta finalidad desde el año 2021”, agrega.

Presentación del balance, en el hospital Clínic
El 89% del total de intoxicaciones atendidas corresponde a personas de entre 20 y 80 años, una proporción similar a la del pasado ejercicio. En cambio, se detecta una significativa variación en el sexo: si en el 2023 el 71% de las intoxicaciones por drogas correspondieron a hombres, en el 2024 este porcentaje bajó al 64% e incrementó (7 puntos) hasta el 36% la proporción de hombres intoxicados por medicamentos.
Del total de 2.385 casos la mayor parte recibieron el alta, el 3,37% requirieron ingreso hospitalario, el 2,64% en la uci y se registraron 6 defunciones (0,25%).