Los hombres jóvenes europeos votan cada vez más a partidos de extrema derecha, mientras que las mujeres jóvenes mantienen una actitud mucho más reticente hacia estos movimientos. Esta es una de las principales conclusiones de un nuevo estudio publicado en la revista Journal of European Public Policy, con la participación de Toni Rodon, profesor del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universitat Pompeu Fabra (UPF).
La investigación, elaborada conjuntamente con investigadores de las universidades Humboldt de Berlín, London School of Economics y Ámsterdam, analiza datos de 27 países europeos y casi 25.000 votantes, y constata que la brecha de género en el apoyo a la extrema derecha entre la Generación Z y los milenials (entre 16 y 29 años) no solo existe, sino que es probable que se vaya ampliando.
Durante 2024
Más del 21% de los hombres jóvenes votaron a la extrema derecha
Las elecciones en el Parlamento Europeo de 2024 ya evidenciaron un aumento importante del voto joven a la extrema derecha en países como Alemania, Italia, Francia o España. Pero según este estudio, el crecimiento no es homogéneo entre sexos: mientras que más del 21% de los hombres jóvenes apoyó a estos partidos, solo el 14% de las mujeres del mismo grupo de edad lo hizo.
Los autores consideran que este fenómeno no responde exclusivamente a la juventud, sino que tiene un componente profundamente generacional. “La magnitud de la brecha que hemos observado en nuestro estudio podría estar arraigada principalmente en dinámicas generacionales más profundas”, explican.
Un fenomeno contraintuitivo
Los autores ven que esta brecha de género en el voto a la extrema derecha es significativamente más grande entre los jóvenes que en edades adultas. Los investigadores califican este hecho de “contraintuitivo”, puesto que “muchas de las teorías predominantes que explican la brecha de género predicen la tendencia opuesta”.
Entre las causas apuntadas hay los efectos de los cambios culturales y económicos, como por ejemplo el hecho que algunos hombres jóvenes perciban los adelantos educativos y laborales de las mujeres como una amenaza. También destacan el papel creciente de las redes sociales y la presencia de figuras como los manfluencers, que amplifican las quejas de los hombres jóvenes y los movilizan.
Más allá del presente, la investigación alerta que esta tendencia puede tener consecuencias duraderas. Varios estudios ya han demostrado que las primeras preferencias electorales tienden a consolidarse a lo largo de la vida. Esto quiere decir que el actual apoyo juvenil a la extrema derecha podría traducirse en un aumento sostenido de su peso político durante las próximas décadas.
Las elecciones europeas pueden dar impulso a los partidos de extrema derecha
Los autores también alertan que, si bien el estudio se basa en elecciones europeas, los patrones detectados pueden reforzarse en comicios estatales. “Los partidos de extrema derecha pueden ganar impulso para las elecciones nacionales mediante una mayor visibilidad de las elecciones europeas, hecho que sugiere que los patrones observados de apoyo a la extrema derecha podrían ser todavía más fuertes en próximas elecciones nacionales en varios países”, explican.
La investigación utiliza datos de los Estudios Electorales Europeos (EES) desde el 1989 hasta el 2024, cubriendo ocho elecciones en el Parlamento Europeo. Además del análisis longitudinal, los autores han comparado actitudes culturales y comportamientos electorales por edad y género, con la ayuda de modelos Age-Period-Cohort (APC).
Uno de los resultados más destacados es que las mujeres jóvenes muestran valores mucho más progresistas que los hombres, hecho que contribuye a explicar la brecha. Todo ello apunta a un desafío importante para las democracias europeas, que tendrán que gestionar este nuevo escenario de polarización generacional y de género.