La familia, un reto fundamental del nuevo papado


El cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, ha declarado que, en su opinión, el nuevo Papa debe tener “el vigor, la convicción y la fortaleza de Juan Pablo II, la fuerza intelectual del papa Benedicto y el corazón del papa Francisco… con más claridad y refinamiento de la tradición”. En suma, ser una síntesis de los tres últimos papas.

Uno de los ámbitos a los que los tres papas dedicaron especial atención fue el de la familia. Ésta ha estado presente de manera permanente a lo largo de la historia de la Iglesia, pero han sido estos últimos papas los que han volcado en ella, o relacionado con ella, una buena parte de sus iniciativas y doctrina. 

“En las últimas décadas, la sociedad, la ciencia y la tecnología han experimentado grandes cambios que afectan todo lo relacionado con la familia”

Tiene su lógica, porque durante siglos la visión de la familia según la Ley Natural y en la misma línea de enseñanza de la Iglesia no estaba comprometida ni discutida, por lo cual tampoco hacía falta insistir ni clarificar gran cosa. En las últimas décadas la sociedad, la ciencia y la tecnología ha experimentado grandes cambios que afectan a todo lo relacionado con la familia, la educación de los hijos y el derecho a la vida.

Aparte de ser un tema habitual en la predicación y en toda clase de encuentros, basta recordar los títulos de algunos de los principales documentos de aquellos papas en relación a la familia. De San Juan Pablo II la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio (1981), toda la catequesis sobre el amor humano y la Teología del Cuerpo (1979-1984), la Carta a las Familias (1994) y la Exhortación Evangelium Vitae (1995), ésta última solo en parte referente a la familia.

El papa Benedicto XVI durante el Encuentro Mundial de las Familias celebrado en Valencia los días 8 y 9 de julio de 2006

El papa Benedicto XVI durante el Encuentro Mundial de las Familias celebrado en Valencia los días 8 y 9 de julio de 2006

Dani Duch/Archivo

De Benedicto XVI destacan en este campo los discursos en los Encuentros Mundiales de las Familias, pero de manera especial los que denominó “Principios Innegociables” respecto a la actuación de los cristianos en la vida pública. Son: la protección de la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción a la muerte natural; reconocimiento y promoción de la estructura natural del matrimonio y de la familia; y el derecho prioritario de los padres en la educación de sus hijos. Ello junto a otros aspectos como la libertad religiosa y de conciencia, la justicia social y el bien común.

Francisco, por su lado, además de sus muchas alocuciones y comentarios espontáneos e improvisados, emitió o autorizó dos documentos de gran importancia que, a diferencia de los textos de sus predecesores, contienen aspectos muy polémicos que generaron gran controversia y acusaciones de heterodoxia, de haber vulneradora la doctrina tradicional de la Iglesia, o, como mínimo de ambigüedad doctrinal. 

“Francisco autorizó dos documentos que contienen aspectos muy polémicos y que generaron controversia y acusaciones de heterodoxia como el 'Fidutia Supplicans' (2023), que abría la posibilidad a bendecir uniones del mismo sexo”

La Exhortación Apostólica Amoris Laetitica, (2016) y la Declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe Fidutia Supplicans (2023), que abría la posibilidad de bendecir las uniones del mismo sexo. También en el Sínodo de la Familia se planteó que los católicos divorciados y vueltos a casar recibieran la comunión. Como se recuerda, una buena parte de los obispos, sobre todo los africanos, se negaron a aceptar algunos de tales postulados.

Ajeno al papa Francisco, pero durante su mandato y sin que mostrara una posición rotundamente contraria, aunque también sin aprobarlo, están las líneas heterodoxas del Sínodo alemán, claramente opuestas a la doctrina tradicional en materia de familia, entre otras cosas.

Benedicto XVI abogó por la protección de la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción a la muerte natural, y la promoción de la estructura natural del matrimonio y de la familia

A raíz de ello, hoy, lo que en una parte del mundo católico puede ser considerado pecado mortal, en otra es aceptado como normal.

Si el nuevo papa León XIV puede ser una síntesis de sus tres predecesores, un aspecto fundamental será el de clarificar la doctrina en materia de familia. Francisco ha sido un papa extraordinario, con gran carisma y una enorme proximidad a las personas, sobre todo a las más vulnerables, pero en algunos aspectos doctrinales fue ambiguo, confuso. Esto ha abocado, sobre todo en Europa, a una Iglesia desorientada, sin claro rumbo moral ni litúrgico.

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