Se trata de la tercera protesta ciudadana en el último año en Canarias en contra de la masificación y el aumento del número de turistas, que está generando consecuencias negativas para los residentes y que se materializan en atascos, unos precios del alquiler inasumibles, falta de vivienda, vertidos sin depurar al mar con el consiguiente cierre de playas, cortes de agua y déficit de servicios públicos como la educación y la sanidad, con unas listas de espera que no dejan de crecer. “Turismo de masas, pobreza en las casas”, decían las pancartas.
El reparto de la riqueza es otra de las reivindicaciones. El turismo aporta de forma directa al PIB de las islas el 37%, con casi 21.500 millones de euros, y de forma indirecta llega al 70%. Sin embargo esa riqueza no se distribuye en la población canaria, que registra los salarios más bajos del Estado. Más de un 31% de la población de las islas está en riesgo de pobreza y exclusión social. “Líderes en turismo y en pobreza: los esclavos de Europa”, se podía escuchar en las protestas, que han tenido hoy en Tenerife su mayor pico de seguimiento, con casi 15.000 personas. Esta isla es precisamente la que más ha crecido en los últimos años en número de turistas.
El Gobierno canario asegura que la futura ley que regulará la vivienda vacacional mejorará la situación
Las protestas han reunido un total de 23.190 personas, según la Delegación del Gobierno en Canarias. Tenerife, con 15.000 asistentes, ha sido la isla que más personas ha congregado en torno a esta convocatoria, seguida de Gran Canaria, con 5.000. Estas manifestaciones han evidenciado que el espíritu del movimiento sigue vivo y que va a seguir hasta que las administraciones públicas tomen nota y adopten las iniciativas necesarias para el cambio de rumbo que exigen los ciudadanos de las islas. “Clavijo (en referencia al presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo) escucha, el pueblo está en lucha”, gritaban los manifestantes en la capital grancanaria.
Desde el Gobierno de Canarias se asegura que en el último año se ha emprendido el camino del cambio, con una ley para regular la vivienda vacacional que se encuentra actualmente en trámite parlamentario y con la que se pretende controlar esta modalidad turística que ha campado a sus anchas en los últimos años, recortando oferta de vivienda de alquiler de larga estancia y precios. También se ha aprobado un decreto para agilizar la construcción de vivienda pública y asequible. Asimismo, Gobierno, ayuntamientos, cabildos y universidades han activado unas mesas de debate sobre el reto demográfico para avanzar posibles soluciones. Pero las organizaciones convocantes de las movilizaciones, entre las que hay grupos ecologistas y la sociedad civil, consideran que no se ha hecho prácticamente nada. En su opinión, lejos de mejorar la situación en Canarias ha empeorado. Hay proyectados varios complejos hoteleros tanto en Gran Canaria como en Tenerife. “Más hoteles para los guiris, pobreza para nosotros”, se clamó.
Ecologistas y sociedad civil critican los proyectos de complejos hoteleros en Gran Canaria y Tenerife
Los manifestantes reclaman, entre otras cosas, una ley de residencia, que regule la compra de viviendas por extranjeros, y una tasa turística que grave a los visitantes y se reinvierta en la conservación del medio ambiente y la mejora de los servicios al residente, además de exigir que no se construyan más camas turísticas y se detengan proyectos “disfrazados de sostenibilidad” y que, según critican, son “operaciones especulativas” para compañías y empresas eléctricas como la central de bombeo de Chira-Soria en Gran Canaria.
El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo (CC), se ha mostrado dispuesto en las últimas semanas a estudiar una tasa turística. Clavijo también defiende limitar la compra de viviendas por extranjeros, si bien su socio de Gobierno, el PP, es contrario a ambas medidas. En el último año solo un municipio turístico canario, Mogán, ha implantado una tasa turística y lo ha logrado tras vencer en la vía judicial el recurso interpuesto por la patronal turística.