A la compañía Neuralink de Elon Musk, especializada en implantes cerebrales para ayudar a personas con algún tipo de afección neurológica, le ha salido un rival, Paradromics. Esta compañía ya ha ensayado con un humano su módulo Connexus, pensado para que personas con deficiencias motoras puedan volver a comunicarse –por ejemplo, enfermos de ELA– y utilizar sin ayuda un ordenador, ya que el implante traduce las señales neuronales del cerebro en habla sintetizada, texto y control del cursor
En la tecnología de Connexus se han utilizado materiales ya probados en implantes médicos. El cuerpo principal del dispositivo está construido en una aleación de titanio, mientras que los 421 microelectrodos, más finos de cabellos humanos, de sólo 40 micras, son de una aleación de iridio y platino.
El primer injerto, probado 20 minutos, debe ayudar a la comunicación de los enfermos de ELA
Connexus permite un acceso directo a las señales cerebrales de la misma forma en que lo hace una neurona. En el primer ensayo, el implante se colocó en un paciente durante 20 minutos para comprobar el funcionamiento de la recogida de datos.
Para utilizar este sistema, Un neurocirujano coloca el módulo cortical Connexus bajo la piel y sus finos microelectrodos se extienden por debajo de la superficie del cerebro para recoger señales ricas de neuronas individuales de la corteza motora.
Los datos captados se envían a través de un cable fino y flexible a un transceptor en forma de disco situado en el pecho del paciente, que transmite los datos de forma inalámbrica a través de un enlace óptico seguro a un segundo transceptor.
Finalmente, los datos se envían a un pequeño ordenador que dispone en su memoria de modelos lingüísticos avanzados de inteligencia artificial.
El software analiza los datos cerebrales del usuario para interpretar la acción que quiere llevar a cabo, ya sea escribir o decir algo mediante el sintetizador de voz o bien operar el ordenador, ya que puede controlar el cursor en la pantalla.


