Los másters suponen una inversión importante en tiempo, energía y dinero. Antes de tomar una decisión de manera precipitada conviene detenerse y formular las preguntas adecuadas. Este autocuestionario ayuda a valorar si ahora es el momento adecuado para dar ese paso, y qué tipo de máster encaja realmente con tus necesidades y expectativas.
Motivación: ¿Por qué quiero hacerlo?
Elegir hacer un máster tiene sentido si hay una intención clara detrás. La motivación es el motor que sostendrá el esfuerzo a lo largo del curso. Por eso, el primer paso es preguntarse con honestidad:
- ¿Tengo claro por qué quiero hacer un máster?
- ¿Busco especializarme dentro de mi sector o cambiar de rumbo profesional?
- ¿Es una decisión vocacional o una respuesta a la presión del entorno?
- ¿Aspiro a una mejora laboral concreta (promoción, cambio de puesto, subida salarial)?
- ¿Qué espero conseguir al acabar: conocimientos, red de contactos, prestigio, nuevas oportunidades?
Si no sabes responder con claridad, quizá necesites más tiempo de reflexión o explorar otras opciones formativas antes de comprometerte.
Compatibilidad laboral: ¿Puedo compaginarlo con mi trabajo actual?
Muchas personas hacen un máster mientras trabajan, pero eso implica un esfuerzo extra. No todos los programas ni todas las personas pueden asumirlo. Valora bien tu situación:
- ¿Tengo un horario flexible o jornada completa?
- ¿Mi empresa apoya la formación de sus empleados?
- ¿He hablado con mi responsable para explorar posibles apoyos (adaptación horaria, financiación, días de estudio)?
- ¿Podría asumir una carga lectiva intensa sin afectar mi rendimiento profesional?
Si trabajas, tener el respaldo de tu empresa –aunque sea solo a nivel organizativo– puede marcar la diferencia.
Gestión del tiempo: ¿Podré con ello?
Un máster requiere horas de clases, lecturas, trabajos, prácticas y, a veces, exámenes. Incluso si es a tiempo parcial u online, no es un compromiso ligero. Por qué hacer un máster, cuál elegir y cuándo compensa la inversión Un cuestionario que ayuda a decidir de manera racional y sin precipitaciones.
- ¿Cuántas horas semanales puedo dedicarle realmente?
- ¿Qué actividades tendría que sacrificar para lograrlo?
- ¿Tengo la disciplina para mantener un ritmo constante durante meses?
- ¿Mi situación personal (familia, cuidado de hijos, de padres, salud, etc.) me permite asumir esta carga ahora?
Hacer este ejercicio de realismo puede evitar frustraciones o abandonos más adelante.
Antes de dar el paso
No hay una respuesta universal ni un momento perfecto para hacer un máster. Pero plantearse estas preguntas con calma y realismo puede ayudarte a tomar una decisión sólida, consciente y orientada a tus verdaderos objetivos. ¿Te ves reflejado en muchas respuestas afirmativas? Tal vez estés en el momento ideal para dar el salto. ¿Dudas o detectas muchas dificultades? Quizá no sea ahora, o quizá necesites buscar una fórmula distinta.
Economía: ¿Puedo pagarlo? ¿Vale la pena la inversión?
El coste de los másters supone una inversión importante. Además del precio de matrícula, pueden surgir gastos adicionales (materiales, transporte, alojamiento si es en otra ciudad…).
- ¿Tengo ahorros o medios para costearlo?
- ¿Estoy dispuesto a pedir un préstamo o endeudarme?
- ¿He explorado si hay becas, descuentos o fórmulas de financiación?
- ¿Qué retorno espero obtener de esta inversión, y en cuánto tiempo?
No siempre lo más caro es lo mejor. Compara programas, investiga la calidad docente y valora si el máster está bien posicionado en tu sector.
Adecuación del programa: ¿Es el máster adecuado para mí?
No todos los másters sirven para todo el mundo. Debes elegir uno que encaje con tu perfil, experiencia previa y objetivos.
¿El nivel del programa se ajusta a mis conocimientos actuales?
- ¿Su enfoque (teórico, práctico, profesionalizador) responde a lo que busco?
- ¿La metodología (presencial, online, híbrida) se adapta a mis circunstancias?
- ¿Incluye prácticas, trabajos finales o conexión con el sector profesional?
- ¿Quién lo imparte y qué prestigio tiene el centro?
Revisar el plan de estudios en detalle y hablar con antiguos alumnos puede darte pistas muy valiosas.
Proyección futura: ¿Me ayudará a crecer profesionalmente?
Un máster no es solo una etapa formativa, sino una palanca para dar un salto adelante. Evalúa con visión a medio y largo plazo:
- ¿Este máster mejora mi empleabilidad en el mercado que me interesa?
- ¿Amplía mis opciones laborales o simplemente refuerza lo que ya tengo?
- ¿Qué tipo de salidas profesionales ofrece?
- ¿Tiene buena reputación entre empresas y reclutadores del sector?
- ¿He consultado qué opinan quienes lo han cursado?
Hacer este ejercicio te permitirá alinear mejor tu elección con tus expectativas de futuro.