La ecoeducación impulsa el aprendizaje sostenible y saludable
Encuentros La Vanguardia
La formación en entornos naturales fomenta el respeto por el medio ambiente, mejora el desarrollo de inteligencia, la creatividad y la resiliencia, además de cuidar la salud física y mental del alumnado
Investigación y aplicación en la práctica El ciclo de Debates Eco de Encuentros La Vanguardia reunió a expertas en ecoeducación, tanto desde un punto de vista académico como desde el día a día en las escuelas.
La formación en la naturaleza es una tendencia en auge por sus ventajas para el aprendizaje, porque facilita la asimilación de conceptos y el desarrollo de la inteligencia, así como el desarrollo de habilidades como la creatividad o la resiliencia, a la vez que transmite el respeto al medio ambiente y preserva la salud física y mental del alumnado, según las expertas participantes en la sesión sobre Ecoeducación del ciclo de debates Eco de Encuentros La Vanguardia celebrada en el Col·legi d’Arquitectes de Catalunya (COAC) y retransmitida desde la página web de este diario la semana pasada. La mesa redonda contó con las intervenciones de la investigadora en Psicología Básica, Evolutiva y de la Educación de la Facultad de Psicología de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), Mar Badía Martín; la directora y maestra de la escuela Sant Jordi de Sant Pau d’Ordal, Àngels Calvo; la directora y maestra de Bosquescuela, Rosa Cuadrado; y la profesora e investigadora de la Universitat de Vic - Universitat Central de Catalunya (UVic-UCC) y directora de la Càtedra del Món Rural, Laura Domingo-Peñafiel.
La ecoeducación es una estrategia pedagógica que favorece el aprendizaje y aporta beneficios para el bienestar emocional
La investigadora de la Facultad de Psicología de la UAB, Mar Badía Martín, resaltó el valor de la ecoeducación, entendida como una “estrategia pedagógica” que pone a las personas en “relación con el medio natural”. Badía Martín apuntó que, mientras que “la escuela tradicional siempre ha mantenido una estructura mucho más teórica, alejada de la parte más práctica, hemos ido avanzando poco a poco en materia de ecoeducación”, cuya aplicación permite desarrollar las ocho inteligencias propuestas por Howard Gardner en los años 80 en su teoría de las inteligencias múltiples, entre ellas la inteligencia naturalista, centrada en la capacidad de relación con el entorno. El propio Gardner, recordó la investigadora de la UAB, consideraba su teoría había sido una “provocación”, formulada con el objetivo de “enseñar a pensar de forma interdependiente y no tanto individualista e instrumental”, recordó la psicóloga.
La degradación del planeta por la acción humana hace necesario formar en el respeto al medio ambiente y la gestión sostenible”
El contacto con la naturaleza aporta múltiples ventajas a la formación, ya que fomenta el desarrollo de capacidades como la resiliencia, la empatía y la creatividad, destacó la psicóloga. En concreto, Mar Badía Martín considera especialmente relevantes los beneficios que aporta para el “bienestar emocional”, constatados por un estudio liderado por los hospitales Vall d’Hebron y Sant Joan de Déu de Barcelona que demuestra la importancia de reducir la contaminación y aumentar las zonas verdes en los espacios escolares para proteger la salud mental infantil.
El enfoque vivencial de la ecoeducación integrada con la naturaleza y el entorno fomenta la creatividad
La mesa de debate contó con varias experiencias prácticas en ecoeducación. Una de ellas es Bosquescuela, una organización que tiene por objetivo promover una educación respetuosa con las personas y el medio ambiente que desde 2015 cuenta con una escuela propia en la Sierra de Madrid y tiene previsto iniciar su actividad en otras ubicaciones, entre ellas Barcelona. Su orientación pedagógica está basada en la naturalización de las aulas y la formación al aire libre, tal como explicó la directora y maestra de Bosquescuela, la profesora Rosa Cuadrado.
La ecoeducación debe estar en el centro del debate porque hay que formar para el presente y para el futuro
Las clases en Bosquescuela dedican el 99 por ciento del tiempo a actividades en el exterior, se desarrollan únicamente con las posibilidades de aprendizaje que ofrece el entorno natural. “Nuestra aula es la naturaleza”, subrayó. Su enfoque “vivencial” fomenta la “creatividad” facilitando la comprensión de cualquier materia, como pueden ser las matemáticas o la lengua, desde la práctica en la naturaleza que ofrece múltiples oportunidades de aprendizaje, resaltó la directora y maestra de Bosquescuela.
El entorno natural ofrece múltiples oportunidades de aprendizaje
Como curiosidad, Rosa Cuadrado reveló que sus profesores y estudiantes no notaron el apagón del pasado 28 de abril, ya que en Bosquescuela no hay consumo de electricidad ya que es “totalmente sostenible”. Incluso su cabaña, construida hace una década con materiales naturales, está “totalmente integrada en el entorno”. Parafraseando a la inspiradora del ecologismo contemporáneo Rachel Carson, afirmó que “el asombro nos mueve” porque el entorno natural es cambiante y ofrece múltiples oportunidades de aprendizaje. Rosa Cuadrado se muestra convencida de que la ecoeducación tiene un gran poder transformador porque “cuidas y amas lo que vives y lo que conoces”. En cuanto al currículum académico, lamentó que la ecoeducación se sitúe generalmente en “contextos no reglados y alternativos”. En el caso de Bosquescuela, sin embargo, celebró que haya logrado el reconocimiento de centro homologado por la Comunidad de Madrid, porque “es importante introducir esta pedagogía en la educación reglada”.
Aulas sin pantallas Las participantes coincidieron en evitar los dispositivos tecnológicos en edades tempranas y equilibrar el desarrollo de competencias digitales con el del espíritu critico.
El entorno natural es una fuente de inspiración para el lenguaje creativo de los niños también para cada vez más centros públicos, como constata la visión del claustro de la escuela Sant Jordi de Sant Pau d’Ordal, situada en el Penedès. Su directora y maestra, Àngels Caso, tras iniciar su intervención con una “reflexión global” sobre la degradación del planeta por la actividad humana que hace cada vez más necesario transmitir el “respeto” medioambiental, explicó los proyectos pedagógicos que llevan a cabo en la escuela Sant Jordi, centrados en el “cultivo ecológico” de la viña y la “agricultura regenerativa”, además de su “gestión sostenible”.
Creatividad y resiliencia son habilidades que potencia la ecoeducación
La ecoeducación debe estar presente “en el centro del debate” porque es necesario formar a las nuevas generaciones “para el presente y para el futuro”, en opinión de la directora de la Càtedra del Món Rural, Laura Domingo-Peñafiel. La profesora e investigadora de la UVic-UCC, experta en educación en territorios rurales resaltó que hace falta mayor implicación de toda la comunidad educativa, en el sentido de que exista más “sensibilidad y voluntad”, entendiendo la pedagogía como “la ciencia y el arte de la educación”. Los entornos rurales, donde además las aulas suelen ser “multigrado” ya que reúnen estudiantes de edades y cursos diversos, ofrece un escenario natural que favorece que se pueda impartir la estrategia pedagógica de la ecoeducación, además de facilitar la inclusión y la vida saludable entre el alumnado. “En la sencillez está el secreto”, concluyó la investigadora de la UVic-UCC.
El contacto con la naturaleza fomenta el respeto por el medio ambiente
Aunque la ecoeducación es una tendencia pedagógica en auge, el debate de actualidad en la comunidad educativa está centrado en la retirada de las pantallas de las aulas. Sobre esta cuestión, las expertas participantes en la sesión de Encuentros La Vanguardia coincidieron en la importancia evitar el uso de dispositivos tecnológicos en las primeras etapas educativas y abogaron por una introducción gradual de las pantallas en la educación, buscando un equilibrio entre la formación de los jóvenes en competencias digitales y el fomento de su espíritu crítico para hacer un uso tecnológico responsable y sostenible.