Erin Brockovich: “Los grandes cambios llegan con un grupo de madres enfadadas”

Entrevista

Activista medioambiental que se convirtió hace 25 años en un icono de la lucha contra la polución del agua que afecta a la salud de las personas

Pasadena,CA, Monday, January 27, 2025 - Consumer advocate Erin Brockovich attends a press conference hosted by LA Fire Justice to unveil critical evidence on the cause of the Eaton Fire. Attorney Mikal Watts presented their findings with never before seen footage and digital telemetry. (Robert Gauthier/Los Angeles Times via Getty Images)

Erin Brockovich en una rueda de prensa en enero pasado en Pasadena (California)

Robert Gauthier / Getty

Erin Brockovich se convirtió hace 25 años en un icono de la lucha contra la polución del agua que afecta a la salud de las personas. La popularidad de esta defensora –trabajaba, sin formación jurídica académica, para una firma legal– se plasmó en la película que lleva su nombre, encarnada por Julia Roberts. Brockovich ha participado en la iniciativa Healthy Cities –ciudades saludables– de la aseguradora médica Sanitas, que ha llegado a su décima edición con retos para conseguir ciudades más sostenibles y mejorar la salud de las personas.

Cambio climático

“Traerá problemas relacionados con el agua: demasiada, muy poca o ninguna”

No es fácil, pero ¿cómo lograr ciudades más saludables?

A medida que vemos cómo cambian las condiciones climáticas, no creo que podamos seguir dependiendo de infraestructuras anticuadas y obsoletas, y las ciudades y los gobiernos deberían invertir dinero paran protegernos y defendernos mejor de los ataques medioambientales.

¿Y en lo individual?

Es muy importante, independientemente de las circunstancias en las que te encuentres, tener tu propio plan de preparación personal para proteger y defender a tu familia y tus propiedades. Por eso escribí Superman’s not coming , –Superman no va a venir– sobre una crisis nacional del agua. Presta atención a lo que ocurre a tu alrededor. Estamos demasiado ocupados mirando el teléfono. No pienses que ninguna agencia ni persona va a hacerlo por ti.

¿Es ahora es más fácil, o más difícil, hacer que las grandes empresas rindan cuentas por los daños medioambientales?

Puede ser más difícil ahora mismo, y hay muchos factores que influyen en ello, como las leyes estatales. Pero en mi libro explico cómo he visto los mayores cambios comenzar con un grupo de madres enfadadas muy bien organizadas porque les hacían daño a sus hijo. No fue la política federal ni, francamente, las políticas estatales las que cambiaron lo que sucedió en Hinkley –la comunidad que defendió en la película–.

¿Cuál es el mayor reto para el medio ambiente en el mundo?

Creo que es nuestra propia percepción individual. Asumimos que alguien lo va a arreglar por nosotros, y creo que ese será el mayor reto, así como verificar la información real.

¿Recibe llamadas anónimas como en la película?

Pasaron cosas muy extrañas cuando hacía mi trabajo allá por los años 90. Observar si estoy en peligro o no. No siempre me lo tomo en serio. Sé cuándo estoy en una situación grave y respondo en consecuencia.

¿Está trabajando ahora en algún caso relevante?

Si hay algo que podría poner fin a mi carrera, cuando me jubile, será en torno a los productos químicos eternos, los PFAS, porque es un problema global, del agua, de la tierra y de la cadena alimentaria, así que creo que será el trabajo de mi vida.

¿Todo pasa por el agua?

El cambio climático traerá consigo problemas relacionados con el agua: demasiada, muy poca o ninguna, y no podemos sobrevivir sin agua. Somos agua, así que me preocupa lo que está por venir. Cuando empecé mi trabajo en Hinkley me pregunté: “¿Cuál es el denominador común que afecta a todos los animales, a toda la fauna, a toda la vegetación y a las personas?”. Y me di cuenta: “Dios mío, es el agua”. El elemento más necesario para la vida.

Tenemos otro nuevo problema con el consumo de agua en los centros de datos de IA.

Es un problema futuro. Estoy recibiendo muchas consultas al respecto. Estoy trabajando con muchos especialistas y científicos en ello. Tenemos acuíferos en Estados Unidos que se prevé que se sequen y desaparezcan, para 2030-2035. Lo que observamos a nivel local es que la gente se está rebelando contra la construcción de estos grandes centros de datos en sus ciudades, que absorberán sus valiosos recursos acuíferos.

¿Hay soluciones para un desarrollo industrial a gran escala sin contaminar el agua?

Bueno, sí. Tengo muchas conversaciones sobre el fracking, porque puede contaminar el agua. Hay mucho margen para que las empresas hagan lo correcto y protejan el agua. El objetivo es reducir los productos químicos en el agua. Y se trata de dinero, de ahorrar.

Hace 25 años que se rodó la película, ¿cómo lo cambió todo?

Dios mío. Sí. No puedo creer que hayan pasado 25 años. Empecé mi trabajo en ese pequeño pueblo del desierto. Tenía 31 años –39 cuando se rodó –. Ahora tengo 64 y soy abuela de cuatro nietos, y a veces no puedo creerlo. No lo vi venir, pero lo que aprendí de Erin Brockovich es que no se trata de mí, Erin Brockovich. Se trata de todos nosotros. La idea de Erin Brockovich vive dentro de todos nosotros. Y todos los casos medioambientales en los que he participado comienzan con una madre enfadada. Cuando se organizan, son muy poderosas. Me hace pensar en el libro El mago de O z, que dio origen a la película, que tal vez hemos estado dormidos en campos de amapolas, pero al despertar, aprenderemos el mensaje del libro. Somos el pueblo. Siempre has tenido corazón, siempre has tenido cerebro y siempre has tenido valor, ahora úsalos. Ahí es donde creo que estamos.

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