El verano, por sus altas temperaturas, es el momento preferido de muchos para comer un helado. En España, este producto veraniego por excelencia se consume más en esta temporada, y lo hace a pesar de que en solo tres años, su precio ha aumentado considerablemente. El coste de las materias primas, de la electricidad, del transporte y, en las grandes ciudades como Barcelona, de los alquileres disparados, son los responsables de este encarecimiento.
Florence Maneschi, Head of Business Development de Gelateria Badiani, explica que el consumo de helados en verano puede llegar a triplicarse en comparación con los meses más fríos. “El calor, las vacaciones y la vida en la calle crean el escenario perfecto para que este producto sea el protagonista”, anota. Entre junio de 2023 y mayo de 2024, cada español consumió una media de tres litros de helado. El 80% de este consumo se produjo entre abril y septiembre, mientras que de octubre a marzo solo se consumió el 20% del total, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Aumento del precio de las materias primas
El precio de los azúcares, la leche, el cacao y todos los frutos secos ha subido desde el Covid
De todas formas, España está muy lejos de ser el país europeo donde más helado se come, a pesar de que su clima podría indicar lo contrario. Finlandia, con 14,2 litros por año y habitante lidera el ránking de la UE, seguida por Suecia con 12 litros anuales per cápita, Portugal 7,2 litros y Bélgica 5,9, según datos de IndexBox y Eurostat.
Pero el aliado favorito de muchos para compartir momentos de calidad y lidiar con las altas temperaturas es un placer cada vez más caro. En solo tres años, el precio del helado ha aumentado en un 30%, según Maurizio Lunardi, heladero de Cloud. Stefano Rosso, director comercial y de Marketing de las heladerías Gelati Dino, atribuye este encarecimiento, en primer lugar, al incremento de los costes de las materias primas que se necesitan para prepararlos: azúcares, leche, cacao y todos los frutos secos. Comenta que desde el Covid, el sector de los helados se ha visto repercutido por una inflación general.
En ciudades como Barcelona, los precios de los locales han alcanzado niveles casi insostenibles para negocios como el nuestro
Según el Índice Armonizado de Precios al Consumo, elaborado por el INE y Eurostat, el precio de la leche fresca se ha incrementado, en España, un 40% desde 2015. Por su parte, el chocolate, entre marzo de 2022 y hasta abril de 2025, se ha encareció un 52,6 %, mientras que los frutos secos, de mayo de 2022 a mayo 2025, lo hicieron un 15%.
Por otro lado, según Maneschi, el precio de los helados aumenta por otros factores, como el incremento de los costes energéticos, del transporte refrigerado, de los envases sostenibles y, sobre todo, de los alquileres: “En ciudades como Barcelona, los precios de los locales han alcanzado niveles casi insostenibles para negocios como el nuestro. Vender helado artesano de calidad es cada vez más desafiante cuando el coste del espacio se dispara”.

Un refrescante helado de cucurucho artesanal
Sin embargo, Rosso no cree que este aumento de precios significará una amenaza para este mercado. Por el contrario, cree que el consumo en tiendas de la calle va a ir creciendo porque la gente asociará más este alimento con los momentos de desconexión y de disfrute. “En un mundo donde el ocio cada día es más caro, el helado, aunque haya aumentado de precio, en proporción, sigue siendo un placer relativamente barato, un placer asequible”, menciona.
Además, Maneschi cuenta que la decisión de comer un helado suele ser emocional y no racional. “A veces es una decisión rápida, casi instintiva: estás paseando, hace calor, pasas frente a la vitrina y simplemente necesitas ese sabor que te hace feliz. Otras veces es una compra más pensada, como cuando compras una tarrina para llevar de un kilo o kilo y medio”, añade. Pero en cualquiera de los casos, el helado es un producto asociado con el placer, el ocio y el descanso.
Tanto Gelati Dino como Badiani son heladerías artesanales. ¿Qué diferencia a los helados artesanales de los industriales? De acuerdo a Rosso, la diferencia está marcada principalmente por la cantidad de aire que contiene el helado. Según comenta, el aire es un ingrediente importante en el helado: es un gran conservante y un aliado para su cremosidad y textura. “La cantidad de aire en un helado artesanal suele ser entre un 30 y 35%. Por ejemplo, si compro 100 mililitros de un helado de este tipo, todo el helado pesaría unos 70 gramos en la báscula. Pero en los supermercados puedo encontrar helados de baja calidad que, por la misma cantidad, pesan solo 50 gramos. En estos casos, la mitad del contenido del helado es aire”, menciona.
Pero por la misma razón de que el aire es un gran conservante, añade el director comercial y de Marketing de Gelati Dino, con menos aire es más difícil que el helado se conserve con el tiempo: “Por eso nosotros tenemos que hacer el helado fresco casi todos los días en nuestras tiendas, porque no estará igual después de 4 o 5 días. Pero en la gran industria, en el supermercado, el helado que te estás comiendo hoy puede llevar hasta 5 meses hecho”.
Sabores preferidos
En verano tienen más éxito los sabores de frutas, como el mango, el maracuyá y el limón
El director comercial de Gelati Dino también comentó cuáles son los sabores más vendidos en esta heladería. Desde hace 3 o 4 años, el helado más vendido es el de pistacho extra, un pistacho tostado por su propia fábrica que tiene un toque de sal. Y en Badiani, de acuerdo a Maneschi, el sabor más popular es el ‘buontalenti’, una receta creada en homenaje al genio florentino que dio origen a este producto, y elaborado con crema de leche, azúcar, leche y huevos.
Rosso afirma también que la elección de sabores puede depender de la temporada del año. Por ejemplo, en los meses de verano suelen tener más éxito los sabores de frutas, que suelen ser más frescos y tropicales, como el mango, el maracuyá y el limón. Y respecto a los formatos, los clásicos conos y tarrinas siguen siendo los favoritos de los clientes.
El mercado está pasando a manos de pequeños artesanos que hacen bien su trabajo y apuestan por el helado de calidad
Asimismo, Rosso observa una nueva tendencia en el negocio de los helados que se venden en la calle: “El mercado está pasando a manos de pequeños artesanos, como nosotros, pequeñas empresas que se dedican al mundo de la heladería, y cada día hay más de ellas que hacen bien su trabajo y que apuestan por el helado de calidad. Esto es lo que nosotros en Gelati Dino reivindicamos”.