Giuseppe Noschese quiere justicia para su hijo, “pero mi verdadera prioridad ahora es otra: llevar las cenizas de Michele a su madre y a su hermano”. El padre del DJ fallecido el pasado sábado en Eivissa habla desde la casa de su hijo: “Estoy frente a su mesa de mezclas”. Ha llegado a la isla para intentar esclarecer las circunstancias que causaron la muerte de Michele, tras una intervención de la Guardia Civil. Noschese es un cirujano muy conocido en Nápoles: “Soy uno de los mayores expertos en politraumatología, y por eso he solicitado una prueba para entender mejor lo que ocurrió esa mañana”.
¿Qué dice la autopsia?
Aún no lo sabemos. Se realizó el lunes, antes de que pudiera nombrar un perito. Pero pronto tendremos respuestas. Mi equipo legal (dos abogados en Eivissa y uno en Italia) ya está trabajando en el caso.
¿Sabe si su hijo estaba bajo los efectos de drogas en el momento de la intervención?
No lo sé. Está claro que esto es Eivissa, no Fátima ni Lourdes: los chicos vienen a divertirse, a veces se pasan, y no puedo excluir que la noche anterior hubiera consumido algo. Lo que sí puedo asegurar es que no era un drogadicto. Soy médico, hablábamos todos los días. Si hubiese sospechado algo así, habría cogido el primer avión para venir a buscarlo.

Michele Noschese
¿Tuvo un brote violento?
Repito: no lo sé. Pero, al menos en Italia, cuando alguien se encuentra mal, se llama a un médico, no a la policía.
¿Agredió al vecino?
Mire, el vecino está aquí al lado. Ayer lloró en mi hombro, destrozado por la muerte de Michele. Para él era como un nieto: lo ayudaba a llevar el agua y en muchas tareas difíciles para una persona mayor. En cualquier caso, pido que lo interroguen. Él podrá contar lo que pasó.
¿Cuándo fue la última vez que habló con él?
Pocas horas antes de su muerte. Me llamó para contarme que había nadado cincuenta largos en la piscina y que la noche anterior había tenido mucho éxito pinchando en una discoteca. Me lo contaba todo, tenía muchas ganas de compartir lo bueno con su familia.

Una mesa de mezclas
¿Ha hablado con la Guardia Civil?
A los pocos días se puso en contacto conmigo un comandante, el señor González. Fue muy cortés, me ofreció su colaboración y lo agradezco. Pero no hemos vuelto a hablar. Ahora quiero saber la verdad.
Un amigo que estaba en la casa ha contado a la prensa italiana que la intervención policial fue brutal. ¿Ha hablado con él?
También he escuchado su testimonio y no creo que se lo esté inventando. Yo no estaba presente, así que me limito a tomar nota.
¿Confía en la justicia española?
Sí, estoy seguro de que querrán esclarecer los hechos. Las autoridades italianas también se están moviendo. Ayer vino el cónsul general desde Barcelona y estoy en contacto con el embajador italiano en Madrid.
¿Cómo ha reaccionado la isla?
Veo que los medios de todo el mundo (de Francia, Alemania, Argentina...) están hablando del caso. Yo no tengo tiempo para leer, pero me dicen que aquí se habla menos. Entiendo que esto dañe la imagen de la isla, pero quiero decir que mi hijo era ibicenco. En su perfil de Instagram hay una foto del momento en que firmó la compra de esta casa, en la notaría de Santa Eulàlia, con un pie de foto que dice: ‘El día más feliz de mi vida’. El sábado habrá una ceremonia aquí para recordarlo. La gente lo quería.
¿Cree que la isla lo traicionó?
“No sé si se puede hablar de traición. Este lugar le dio fama, pero también la muerte”.
¿Qué harán ahora?
“Quiero llevarme sus cenizas a Italia. Porque no quiero repatriarlo en el estado en que quedó, y porque no hay en el mundo una iglesia tan grande como para albergar a todas las personas que lo querían”.