Un grupo de unos cincuenta adolescentes franceses fueron expulsados este miércoles de un vuelo de la aerolínea Vueling en el aeropuerto de Valencia. El grupo, con edades comprendidas entre los 10 y los 15 años, regresaba a París tras un campamento de verano en España. Todos ellos son de confesión judía, según el ministro israelí de la Diáspora y Lucha contra el Antisemitismo, Amichai Chikli.
Vueling declara que el grupo “puso en riesgo el desarrollo seguro del vuelo”
Según Chikli, los jóvenes estaban cantando canciones hebreas antes del despegue. El ministro israelí asegura que la tripulación de la aerolínea española desalojó por este motivo al grupo mientras acusaba a Israel de ser un “estado terrorista”, algo negado de forma tajante por la compañía.
Por su parte, fuentes de la Guardia Civil han explicado a EFE que el grupo de menores, que viajaba acompañado por algún monitor, estaba montando tal “alboroto”, que el piloto del avión, alertado por un ruido cuyo motivo desconocía, salió de la cabina a ver qué sucedía. Al ver la situación, el piloto les advirtió de que o cesaban en su actitud o tendría que desalojarlos del avión, lo que finalmente se produjo.
Ya en la terminal, el grupo continuó con su comportamiento conflictivo, lo que obligó a intervenir a la Guardia Civil, que esposó a uno de ellos, una monitora, para que depusiera su actitud, aunque no ha quedado detenida.
En esta misma línea, Vueling sostiene en un comunicado que la actuación de su personal a bordo respondió “exclusivamente a un comportamiento que comprometía la integridad del vuelo, así como la seguridad de los pasajeros y de la operativa en su conjunto”. Asegura que un grupo de pasajeros adolescentes adoptó una “actitud altamente conflictiva, poniendo en riesgo el desarrollo seguro del vuelo”.
El grupo “manipuló de forma indebida material de emergencia e interrumpió activamente la demostración obligatoria de seguridad, omitiendo reiteradamente las instrucciones del personal de cabina”.
“Pese a los múltiples avisos, la conducta inapropiada persistió, lo que obligó a la activación inmediata de los protocolos de seguridad establecidos, y tripulación, actuando con total profesionalidad y conforme a los procedimientos de Vueling, solicitó la intervención de la Guardia Civil, que, tras evaluar la situación, procedió al desembarque del grupo para priorizar la seguridad del resto de pasajeros”, indica.
Una vez en la terminal, el comportamiento del grupo continuó siendo agresivo, e incluso “algunos individuos mostraron una actitud violenta frente a las autoridades”, añade.
La compañía niega “de forma rotunda cualquier afirmación que relacione la decisión” de su tripulación con “la expresión religiosa de los pasajeros involucrados”, la cual respeta “absolutamente”, e insiste en que la decisión del desembarque fue “tomada única y exclusivamente para garantizar la seguridad de todos los pasajeros”.
“En Vueling rechazamos categóricamente cualquier forma de discriminación sin excepciones”, sostiene la compañía, que lamenta lo ocurrido y agradece “el apoyo y la comprensión de los pasajeros que se vieron afectados por esta situación”.
La federación de comunidades judías de España pide investigar el accidente para descartar un posible caso de antisemitismo
La federación de comunidades judías de España ha lamentado el incidente y ha solicitado explicaciones detalladas a la aerolínea española para esclarecer si puede haber o no “motivaciones discriminatorias de carácter religioso hacia los menores”.
Además, la federación ha pedido una revisión interna en la empresa que determine si se aplicó un protocolo adecuado, ya que entienden que “los cánticos y la euforia en los aviones no son una cosa aislada” considerando que se debe esclarecer si fue ese el motivo de la intervención.
