La cifra de ahogamientos en espacios acuáticos españoles se mueve en valores de récord. Con 73 fallecidos, el pasado mes de junio marcó el peor registro de la última década y en julio –hasta ayer al mediodía– se contabilizan 68 fallecimientos. En total, en lo que va de año se acumulan 279 víctimas, la mayor parte hombres (230), con gran diferencia respecto a las mujeres (49), y de edades comprendidas entre los 45 y los 74 años, según datos del Informe Nacional de Ahogamientos (INA) de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo. Ho se conmemora el Día Mundial para la prevención de los ahogamientos.
Los fallecimientos este año se han registrado mayoritariamente en playa (135), río (60), piscina (28) y embalse (15)
A la vista del perfil de las víctimas, que se corresponde al de un hombre de edad avanzada, el jefe de geriatría del hospital Sant Joan de Deu de Sant Boi de Llobregat, Sami Loutfi, enumera una serie de factores a tener en cuenta para prevenir ahogamientos en playas o piscinas. Es importante evitar que el impacto del agua provoque una bajada de temperatura brusca del cuerpo, avisa el médico: “Si se ha realizado un esfuerzo físico, se han pasado muchas horas al sol o se ha realizado un ágape copioso es mejor no entrar en el agua y esperar a la sombra que la temperatura del cuerpo se normalice”. En este sentido, el contraste de temperatura puede desencadenar una sensación de mareo, inestabilidad, malestar, incluso una pérdida de conocimiento.
El perfil de las víctimas corresponde al de un hombre de edad media-avanzada
Beber mucha agua, prescribe Loutfi, para evitar la deshidratación, especialmente en las personas que toman fármacos para rebajar la presión arterial. “Si el consumo de un medicamento hipotensor le añadimos una menor tolerancia al frío por la edad, es fácil sufrir un episodio de hipotermia rápidamente”. Según el geriatra, dos condiciones médicas previas influyen en la reacción del cuerpo al bañarse: “Si una persona tiene problemas de corazón y se asusta, ya sea porque hay más olas de la cuenta o porque ha perdido el equilibrio, el corazón puede acelerarse y generar sensación de ahogo”. Por otra parte, el enfermo neurológico o con algún trastorno cognitivo “sufre una alteración de los reflejos y de la postura que provoca problemas de equilibrio y alteración sensorial y del entorno”.
Consejos del geriatra para personas mayores
- Bañarse siempre acompañados y preferiblemente en zonas con socorrista.
- Evitar banderas amarillas y rojas.
- No entrar mar adentro.
- Evitar las zonas de baño con piedras o alteración repentina del terreno.
- No entrar al agua bruscamente, sobre todo si el agua está fría y se ha pasado mucho rato al sol o se ha realizado un esfuerzo físico intenso.
- No permanecer demasiado rato al sol; con 20 minutos al día es suficiente.
- Beber agua con frecuencia y no tomar bebidas alcohólicas.
- No realizar un gran ágape. Comer poca cantidad y con frecuencia.
Según los datos del INA, los fallecimientos este año se han registrado en playa (135), río (60), piscina (28), embalse (15), costa (11), parque acuático (9), balsa de riego (4), lago (3) y otros lugares (14). Andalucía (47) encabeza la cifra de víctimas, por delante de Canarias (38), Valencia (37), Catalunya (32) o Galicia (30).
Respecto a la estadística del mes de julio más de la mitad de los 68 ahogamientos contabilizados han tenido lugar en playa (35), por delante de río 10), piscina (8) embalse (6) y otros (9).
Con 211 muertes entre el 1 de enero y el 30 de junio, el primer semestre de este año fue el más trágico desde que en el 2015 comenzó a elaborarse el Informe Nacional de Ahogamientos.
Respecto al récord mensual anotado en junio (73 fallecimientos), en la mitad de los casos (36) no había un servicio de vigilancia socorrista activo en el momento del incidente, mientras en 31 “no procedía disponer de dicho servicio por las características del entorno”, según el INA. “Solo en seis casos se contaba con la presencia de socorristas operativos”.