¿Están preocupados los jóvenes por su salud? Sí lo están de manera tajante en lo que se refiere a la salud mental. Son conscientes de que muchos colegas (o ellos mismos) tienen problemas, algunos muy serios, y demandan más ayudas y recursos para asistirlos. Toda esta preocupación contrasta, sin embargo, con la indiferencia sobre la salud sexual, pese a que se ha incrementado el porcentaje de jóvenes que han tenido su primera relación sexual antes de los 16 años (21%), aunque la edad media de la primera relación se mantiene estable en torno a los 16 años.
La salud mental ha ido adquiriendo más importancia para esta franja de edad, no solo como preocupación, sino también en su autopercepción. En este sentido, uno de cada tres jóvenes se encuentra en situación de soledad no deseada. Por otra parte, más del 47% de las personas jóvenes se identifican con algunas de las siglas LGTBIQ+.
Las cifras mayores tanto de infección gonocócica como por clamidia se dan en el grupo de 20 -24 años
Así lo indica el Informe Juventud en España 2024: entre la emergencia y la resiliencia, un trabajo de investigación coordinado por el catedrático de la Universitat Pompeu Fabra, Carles Feixa, que radiografía el comportamiento de la juventud en el país.
En relación con la salud, este trabajo recoge que el grupo de edad que más ha visto crecer sus niveles de problemas de salud mental es el de 15 a 34 años. En este segmento, la tasa de problemas psicológicos ha pasado de registrar 5.712 casos clínicos de problemas psicológicos por 100.000 habitantes en el 2011 a 39.408 casos por 100.000 habitantes en el 2022, lo que supone un crecimiento del 590%, por encima del resto de población adulta (450%).
Y es que un 19% de la población joven sufre “bajo bienestar mental”, algo a lo que las mujeres (24,2%) están significativamente más expuestas que los hombres (14%).
Los jóvenes son conscientes de esta situación y del malestar que sufren. Según el Informe de Juventud, un 15% de ellos presenta un riesgo alto de comportamiento suicida, siendo más elevado en mujeres (17,9%) que en hombres (13,2%). Los factores asociados a un alto riesgo de comportamiento suicida son estar en par o buscando el primer empleo, haber nacido en España de progenitores extranjeros o familias mixtas o identificarse con las siglas LGTBIQ+. Un 41,4% de las personas jóvenes con alto riesgo de comportamiento suicida nunca han visitado a un especialista de salud mental.
Mientras esta realidad es advertida por los jóvenes, en lo relativo a su salud sexual y reproductiva miran para otro lado. Prueba de ello son datos como que en torno al 10% de las personas jóvenes declaran no haber empleado ningún método anticonceptivo. El preservativo sigue siendo el método más empleado (72% de las personas encuestadas afirman haberlo utilizado), si bien su uso ha bajado 7 puntos desde el 2019 (79,4%). En cambio, el de la píldora anticonceptiva se incrementa conforme aumenta la edad (del 14% de 15 a 19 años al 26% de 25 a 29 años).
En torno al 10% de los jóvenes declaran no haber empleado ningún método anticonceptivo
Además de los embarazos no deseados, uno de los mayores problemas que está causando la dejadez juvenil respecto a la salud sexual es el incremento de las infecciones de transmisión sexual (ITS). De hecho, las mayores cifras tanto de infección gonocócica como de clamidia se dan en el grupo de edad de 20 a 24 años. Además, estudios realizados sobre otras ITS, como el VIH, muestran que esta infección también está adquiriéndose en la población joven y se encuentra infradiagnosticada con relación a la población adulta.
A nivel global, en el 2021 se produjeron 410.000 nuevas infecciones VIH en jóvenes de entre 10 y 24 años, de los cuales 160.000 eran adolescentes de entre 10 y 19 años, según el último boletín epidemiológico de vigilancia de ITS en España.