Dice el experto en seguridad informática Bruce Schneier, en su conocida charla TED El espejismo de la seguridad, que la seguridad es una sensación. Y eso es justo lo que venden las grandes empresas del sector: suscripciones para hacernos sentir seguros frente a peligros que exageran en su publicidad. El Ministerio de Consumo incluso ha tenido que lanzar una ley para regular lo que se ha venido a llamar “publicidad del miedo”.
Pero es mucho lo que podemos hacer sin pagar una cuota a nadie para irnos de viaje tranquilos, sobre todo ahora que estamos en verano y mucha gente se traslada a una segunda residencia que, precisamente, ha estado vacía gran parte del año.
Existen artículos diseñados para detectar intrusiones sin tener que instalar cámaras
Algo evidente para mantener nuestra casa segura es instalar nuestro propio sistema de cámaras de seguridad. La oferta es muy amplia, pero a la hora de elegir hay algo importante: que la conectividad sea permanente, para poder observar la vivienda en todo momento. En ese sentido, existen modelos especialmente prácticos, con conectividad wifi, y alimentadas por un pequeño panel solar.
La conexión 4G no solo es útil en zonas sin wifi, sino también para garantizar que la cámara no dejará de funcionar incluso si se produce una desconexión eléctrica que deje a la casa sin internet, en cuyo caso estos dispositivos no podrían alertarnos si un intruso entra en la vivienda o si ocurre algo inesperado.

Cómo evitar robos en verano
Aunque algunos modelos vienen con su propia tarjeta SIM de datos, se puede sustituir por una tarjeta de cualquier compañía. Permite almacenar los datos en la nube, mediante un servicio de pago, pero también admite tarjetas de memoria SD, por lo que puede usarse sin pagar ninguna cuota.
Las cerraduras inteligentes también permiten mejorar el acceso remoto a la vivienda. A través de una aplicación del teléfono móvil, podemos abrir la puerta en la que estén instaladas. Esto resulta útil para permitir el acceso a la vivienda a quien deseemos, sin necesidad de entregarle una llave.
También existen dispositivos diseñados para detectar intrusiones sin necesidad de instalar cámaras. Por ejemplo, sensores de apertura que pueden colocarse en ventanas o puertas. Si se detecta una apertura inesperada, el sistema puede enviar una alerta directamente al móvil. Funcionan mediante pequeños imanes que detectan la separación entre dos superficies. Estos sensores se integran con otros elementos del hogar conectado, como alarmas sonoras o luces inteligentes. Al estar alimentados por pequeñas pilas de larga duración, pueden mantenerse operativos durante años.

Las cerraduras de seguridad son aconsejables
Pero no todo depende de ver lo que ocurre para estar seguros. Existen dispositivos que añaden una capa diferente de protección: detectan incendios, calor excesivo, presencia de humo o niveles elevados de dióxido de carbono. Y por un precio muy económico.
Un buen ejemplo son los detectores de humo y monóxido de carbono. Estos aparatos envían alertas a una aplicación para móvil. Para activarlos solo hay que conectarlo a una red wifi.
Algunos sistemas de calefacción, como las estufas de pellets, calentadores y chimeneas pueden emitir un exceso de monóxido de carbono, lo que provoca muertes por intoxicación todos los años. Algo que estos dispositivos pueden ayudar a evitar fácilmente.
En España, dónde el uso del gas butano está muy extendido, es interesante detectar el exceso de mónóxido de carbono, que puede producirse por una mala combustión. También permitiría saber si, por ejemplo, en una cochera hay un exceso de monóxido de carbono por haberse activado un motor sin una ventilación adecuada. Aunque evidentemente su principal función es alertarnos si detecta humo, por un incendio en casa.
Sensores de fugas
Otra categoría de productos que gana terreno como solución preventiva son los sensores de fugas de agua. Dispositivos que permiten detectar rápidamente escapes en fregaderos, lavadoras o termos. Funcionan emitiendo una alarma local y enviando una notificación al móvil si se detecta presencia de agua.
En viviendas que permanecen cerradas durante ciertos periodos, este tipo de sensores puede evitar inundaciones. Algunos modelos se pueden enlazar con asistentes como Alexa o Google Home, lo que facilita su integración en sistemas domóticos sin necesidad de centralitas específicas ni servicios de suscripción.