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Fuego contra el fuego: la técnica extrema que quema superficies antes de que llegue la llama

Incendios desbocados

La estrategia fue desplegada ayer por la UME para salvar dos aldeas amenazadas por las llamas en Ourense

Contrafuego: la técnica extrema que quema superficies antes de que llegue la llama

Combatir el fuego con fuego. Es una técnica ancestral en la lucha contra grandes incendios. Se despliega cuando otras estrategias más convencionales para combatir las llamas no surten su efecto. El fuego técnico -así se llama esta vieja herramienta cuando se ejecuta para la extinción- fue aplicado ayer por las unidades del Batallón de Intervención en Emergencias V (BIEM) de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en la localidad ourensana de Larouco  para defender dos aldeas.

¿Qué hicieron esos efectivos militares? Una quema controlada en el área boscosa más cercana a esos dos pueblos, a la que se dirigían las llamas del gran incendio que asola desde hace días esa comarca gallega. Es lo que los expertos llaman también  “contrafuego”. 

Con esta técnica se queman de forma intencionada superficies que se sabe van a ser, más pronto que tarde, pasto de las llamas. Así cuando el fuego que amenaza a la zona llega a ese punto puede ser atacado con los medios convencionales y el trabajo de extinción, coinciden los expertos, es mucho más fácil al no encontrar combustible esas llamas para seguir avanzando.

La noche del domingo al lunes se hizo muy larga en Ourense, con las llamas amenazando zonas pobladas

REUTERS/Mikel Konate

La estrategia se desplegó en la zona de Valdeorras; se provocaron incendios en áreas no quemadas asediadas por el fuego

Esta estrategia se aplicó ayer en los núcleos de Porto y Real, en la zona de Valdeorras, en Rubiá. Los efectivos de la UME provocaron un incendio en una zona que no había sido aún alcanzada por las llamas para poder combatir después el gran frente que amenazaba esa área desde un suelo ya calcinado. Ese incendio, que arde desde el pasado miércoles, ha devorado más de 15.000 hectáreas en suelo gallego.

Desplegar la estrategia del fuego técnico requiere conocimientos. Antes de prender la primera llama a una zona no alcanzada por el incendio hay que estudiar la evolución del frente a combatir. Así se refleja en cursos impartidos por toda España sobre esta técnica en los que participa, entre otros expertos, Marc Castellnou, jefe del Grup d’Actuació Forestal (GRAF) de la Generalitat.

Un efectivo, exhausto en la zona de Rubiá (Ourense), durante un descanso en la lucha contra un fuego que ha arrasado más de 15.000 hectáreas 

REUTERS/Mikel Konate

El fuego técnico requiere experiencia; solo se aplica casos extremos, con grandes incendios desbocados e incontrolables

Dirección del aire, velocidad de propagación, cantidad de combustible… Todo se estudia al detalle y además hay que conocer, se recalca en esos cursos, bien el terreno. Ser muy conscientes de que lo que se va a quemar de forma intencionada será en el futuro pasto de las llamas. Que es ya una superficie condenada. 

El fuego técnico, como en el caso ahora del incendio de Ourense, hay que provocarlo en el peor de los momentos; cuando el riesgo de propagación de las llamas es extremo por las condiciones climatológicas. La probabilidad de que se escape una chispa y se produzca el efecto contrario es muy alto. Así que antes de prender la primera llama se estudia también muy bien la zona del contrafuego. Suelen buscarse áreas con caminos, ríos o cortafuegos cercanos. Es una estrategia desplegada por profesionales altamente cualificados y solo en incendios forestales, nunca en zonas urbanas.

El fuego de Larouco (Ourense) ha llevado al límite a los equipos de extinción, que hace una semana trabajan en la zona sin descanso 

REUTERS/Mikel Konate

La aparición de llamas a decenas de metros o kilómetros del frente del incendio que se combate genera, por otro lado, alarma entre la población cuando ese ataque técnico se ejecuta cerca de núcleos urbanos, como fue el caso de estas dos aldeas de Ourense. Es imprescindible avisar a esos vecinos de lo que se está haciendo para no generar más preocupación.

Esta es una herramienta, coinciden los mismos expertos, de último recurso. Solo se aplica, reiteran, cuando el resto de las estrategias resultan inútiles y cuando las condiciones del fuego y el terreno lo permiten.