La autopsia descarta el homicidio en la muerte del 'streamer' francés vejado en directo en redes
Crueldad virtual
La Fiscalía de Niza informa que los forenses apuntan a causas de “origen médico o toxicológicas”
Raphaël Graven tenía 46 años y retransmitía en directo a través de la plataforma australiana Kick las vejaciones y palizas recibidas por otras personas.
¿Murió por los malos tratos infligidos la noche de su fallecimiento? ¿Por agotamiento tras 12 largos días de palizas y vejaciones transmitidas en directo? ¿Tenía alguna patología previa que desencadenó ese final?
Son solo algunos de los interrogantes que deberá resolver la investigación iniciada para aclarar las causas de la muerte este pasado lunes del streamer Raphaël Graven, (también conocido como Jean Pormanove o JP) en Francia.
Un trágico final después de una cruel puesta en escena en redes que buscaba, se presume con la connivencia de la propia víctima, captar público con conductas de extrema violencia hacia su persona. Con un claro móvil económico detrás.
La autopsia practicada hoy al cadáver pone algo de luz al asunto. La Fiscalía de Niza ha informado esta tarde que tras el examen del cadáver por dos forenses estos descartan, en estos momentos, la “intervención de terceros” y apuntan que el fallecimiento pudo producirse por una causa de “origen médico o toxicológico”.
El informe preliminar
“Ausencia de lesiones traumáticas, tanto internas como externas, especialmente en la cara y el cráneo, que pudieran explicar la muerte”
Estas son las conclusiones del primer informe de esa autopsia: “Ausencia de lesiones traumáticas, tanto internas como externas, especialmente en la cara y el cráneo, que pudieran explicar la muerte. Ausencia de heridas causadas por quemaduras y presencia de algunos hematomas y lesiones antiguas ya curadas, sobre todo en extremidades inferiores.”
La plataforma australiana Kick, en el foco por haber permitido la transmisión de sesiones maratonianas de malos tratos infligidos a este ciudadano francés.
Con estos resultados esos forenses determinan que la muerte no fue de origen traumático. Así que se descarta que ese fallecimiento esté vinculado a la intervención directa de otras personas. Este es solo un informe preliminar y el juez encargado del caso ha ordenado análisis toxicológicos y anatomopatológicos adicionales para determinar la causa exacta del óbito.
La última imagen en directo de la víctima: su cuerpo inerte sobre un colchón, tapado con una manta
Raphaël Graven, de 46 años, falleció en Contes, un pueblo al norte de Niza. Su cuerpo inerte pudo verse en esas transmisiones en directo sobre un colchón tapado con una manta, mientras otras personas intentaban reanimarlo. Tenía cientos de miles de seguidores y era ya conocido en ese mundo virtual por haber participado en numerosos vídeos en los que aparecía sometido a situaciones de extrema violencia y todo tipo de vejaciones.
Todo a cambio de sumar seguidores, pero también ingresos económicos, pues los usuarios que se conectaban a la plataforma australiana Kick (el canal de transmisión) pagaban por ver esas imágenes. Entre los “verdugos” de Graven destacan dos nombres, Narutovie y Safine, seudónimos de dos de las personas que aparecen golpeando y vejando a ese streamer en las emisiones en directo. A ambos se les ha tomado ya declaración.
Muerte en directo
Un contador que suma miles de euros
Había 10.000 usuarios conectados cuando Raphaël Graven murió en directo. Ese hombre tenía cientos de miles de seguidores y ya era conocido en este universo digital por aparecer en vídeos en los que era sometido a todo tipo de situaciones de extrema violencia y vejaciones
La plataforma Kick ha reaccionado ante la polémica levantada por esta muerte prácticamente en directo. Un portavoz de ese portal indicó a la BBC que están revisando “con urgencia” las circunstancias que han rodeado al caso. En esas declaraciones esa fuente se muestra dolida por la muerte de uno de sus usuarios y aprovecha para extender sus condolencias a la familia del streamer.
El Gobierno francés también ha anunciado, al margen de los pasos dados por la Fiscalía de Niza, una investigación para constatar si esa plataforma ha cometido irregularidades al permitir que ese violento cometido se emita en directo, al alcance de todo tipo de público, incluidos menores.
En vídeos todavía colgados en redes se ve a Raphaël Graven recibiendo impactos de proyectiles de paintball sin ninguna protección. Y se observa cómo es golpeado por otras personas en un macabro “juego” en el que él parece participar.
Hay un vídeo de los últimos momentos de Raphaël Graven en el que aparece un contador de tiempo. Ahí se suman casi 300 horas de vejaciones y malos tratos con otra pestaña en la que se acumula dinero; la suma de lo ingresado pasa de los 36.000 euros. Es lo que supuestamente han pagado las miles de personas que disfrutan viendo esas crueles imágenes
Los testigos interrogados hasta la fecha hablan de problemas cardíacos y en el tiroides del streamer
Las personas interrogadas hasta ahora, revela también la Fiscalía de Niza, relatan problemas cardíacos y de tiroides padecidos por la víctima. Pero la investigación sigue abierta, tras constatarse que esas sesiones de golpes y vejaciones transmitidas en directo por este straemer hace meses que se repiten en la plataforma que emitió su última imagen ya sin vida.