El verano ratifica la tendencia: olas de calor más largas e intensas

El calentamiento y sus efectos en España

Los meses estivales confirman una situación que se viene acentuando los últimos años

El período entre el 8 y el 17 de agosto completó el conjunto de diez días consecutivos más cálido registrado en España desde, al menos, 1950, resalta la Aemet

Horizontal

 Varios turistas pasean por el centro de Valencia, mientras tratan de mitigar el calor bajo la fuente que pulveriza agua en la plaza de la Reina. 

Manuel Bruque / EFE

Los datos estadísticos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) muestran claramente una tendencia en la que las olas de calor se están haciendo cada vez más prolongadas e intensas en la Península y Baleares. La ola de calor de agosto es la más intensa desde que se iniciaron estos registros en 1975. Los episodios de calor extremo se concentran en los años más recientes, lo que puede comprobarse analizando tanto el número de días de duración como las temperaturas récords alcanzadas en estos episodios a lo largo de los últimos 50 años. 

La ola de calor vivida en España entre el 3 de agosto y 18 de agosto, con una duración de 16 días, es la tercera más prolongada de la serie (junto con la de agosto de 2022 y de 2003), por detrás de las vividas de julio de 2015 y 2022, que duraron 25 y 18 días respectivamente.

Los primeros veinte días de agosto de 2025 fueron el período del 1 al 20 de agosto más cálido desde, al menos, 1961 en el conjunto de España.

Ha sido la tercera ola más larga. Pero, sobre todo, la más intensa. Tuvo una anomalía de 4,6 °C, con lo que superó por una décima de grado la de julio de 2022. Las siguientes olas de calor más intensas se produjeron en agosto de 2021 (+4,1 ºC) y en 2019, 2023 y 1987 (con +4 ºC).

Desde 1975 se han registrado en la Península y Baleares 77 olas de calor. Y seis de estos episodios han tenido una anomalía de 4°C o más; pero lo relevante es que cinco de ellas se han producido recientemente, desde 2019, lo que prueba esa concentración aludida del tiempo extremo en los últimos años, como muestra esta gráfica de evolución histórica.

El suceso observado en agosto ha sido el más extremo, al menos desde 1975

“Está constatado que en España las olas de calor están aumentando en duración, extensión e intensidad. En nuestro país siempre ha hecho calor en verano, pero en los últimos años se registran con más frecuencia episodios de temperaturas muy altas, tanto diurnas como nocturnas”, resume la Aemet.

El período comprendido entre el 8 y el 17 de agosto completó el conjunto de diez días consecutivos más cálido registrado en España desde, al menos, 1950, añade la Aemet.

El resultado es que de los 20 períodos de diez días más cálidos, cinco corresponden a la reciente ola de calor, y 15 se han vivido desde 2022.

La situación vivida es “atribuible al cambio climático inducido por la actividad humana y los gases invernadero”

“El incremento de la temperatura media en España y de las olas de calor, su extensión e intensidad son atribuibles directamente al cambio climático inducido por las actividades humanas, cuyas emisiones de gases de efecto invernadero están modificando la composición química de la atmósfera”, explica a este diario José Angel Núñez, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología. 

“No hay causas naturales que justifiquen estos incrementos en los extremos cálidos. Por tanto, los datos son coherentes con las proyecciones que se vienen haciendo desde hace décadas y, según las cuales, “estos episodios de ola de calor seguirán en aumento conforme avance el siglo”, añade Núñez. 

“Estos episodios seguirán en aumento conforme avance el siglo”, señala la Aemet

“La dimensión de ese aumento depende de las decisiones que tomemos actualmente en nuestro modelo energético y, por tanto, en las emisiones de gases de efecto invernadero”, agrega este experto.

La relación del cambio climático con una mayor frecuencia e intensidad de las olas de calor es, por tanto, “inequívoca” para la Aemet. En España, estas olas de calor aumentan su duración en unos tres días por década, y su intensidad en aproximadamente 0,3°C por decenio. 

Además, afectan a zonas más amplias, con lo que incrementan su superficie en unas tres provincias cada diez años, concluye la Aemet.

Las olas de calor aumentan su duración tres días por década, y su intensidad en 0,3°C por decenio

Los portavoces de esta Agencia Estatal relacionan la persistente ola de calor con una “mayor proliferación de incendios”. 

La situación creada “dio lugar a unas condiciones meteorológicas propicias para los incendios forestales”, a lo que contribuyeron también las altas temperaturas registradas durante buena parte de junio y primera quincena de julio.

 “La abundante vegetación que creció, gracias a una primavera lluviosa, se fue secando y pasó a ser combustible para los mencionados incendios”, dice la Aemet.

La predicción señala que lo más probable es que agosto de 2025 se sitúe entre los cuatro más cálidos de la serie. Cuatro de los cinco agostos más cálidos han sido los cuatro últimos.

La previsión es que el verano de 2025 será uno de los dos más cálidos de la serie, que se inicia en 1961

Además, con los datos observados y, según esa misma predicción, el verano de 2025 será, con casi total seguridad, uno de los dos más cálidos de la serie. 

Prácticamente, hay un empate con el verano de 2022, el más cálido hasta ahora. Ambos superarían holgadamente al de 2003.

Mientras tanto, la última semana de agosto empieza con inestabilidad atmosférica que dejará precipitaciones en la mitad oriental de la Península y Baleares, tormentas que se repetirán los próximos días en el norte peninsular tras la llegada de una vaguada acompañada de una bajada de temperaturas, antes de volver el tiempo estable el próximo fin de semana.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...