Urgencias de salud mental: pocas unidades y escasamente dotadas

Sistema sanitario

La muerte de una paciente tras 48 horas en un box del hospital de Terrassa enciende las alarmas

UNA AMBULANCIA PASA POR LA ENTRADA DE LA UNIDAD HOSPITAL DE TERRASSA DE PENITENCIARIA

Una ambulancia se dirige al hospital de Terrassa 

Mané Espinosa

“Tenía una consulta dada, me la han anulado porque el psiquiatra estaba de baja y me la han programado para febrero del 2027”. El testimonio corresponde a Mercè Torrentallé, presidenta de Salut Mental Catalunya, principal entidad social del sector. Durante este periodo de desatención a su patología, sin control de la medicación o del estado de la paciente, es más fácil que presente una recaída que motive su ingreso en una unidad de urgencias de salud mental. ¿El sistema dispone de recursos suficientes para evitar, antes de que se produzcan, o atender el crecimiento exponencial de las urgencias psiquiátricas?.

La muerte por suicidio, el pasado 22 de agosto, de una paciente con un trastorno psiquiátrico grave en un box de urgencias después de 48 horas esperando ingresar en el hospital del Consorci Sanitari de Terrassa enciende las alarmas. “Esto podría pasar o está pasando en cualquier otro centro de Catalunya porque hemos normalizado la precariedad de la atención sanitaria en general y de la de urgencias en particular”, denuncia Xavier Lleonart, cirujano de urgencias en este hospital vallesano y secretario general de Metges de Catalunya.

Me han anulado una consulta y me han dado cita para febrero del 2027”

Mercè TorrentalléSalut Mental Catalunya

En su opinión, el apartado de salud mental es todavía más flagrante: “Si tenemos un sistema sanitario para 6 millones de personas que debe dar respuesta a 8 millones, en el caso de la atención psiquiátrica la desproporción es todavía más grave porque en los últimos años la patología mental se ha multiplicado casi exponencialmente, y ya tradicionalmente no había merecido la atención de las administraciones. Incremento de casos y déficit estructural crónico nos conducen a la tormenta perfecta”. Entre el 2018 y el 2023, la cifra de quejas al Síndic de Greuges por cuestiones relacionadas con la atención a la salud mental aumentó un 41%.

Indicadores para la relajación .

Servicio de psiquiatría infantil en el hospital Germans Trias, en Badalona 

HGTiP

La mayor parte de los pacientes acuden a las urgencias afectados por crisis de ansiedad, ideas o intentos de suicidio, episodios psicóticos y trastornos de conducta, explica Francina Fonseca, presidenta de la Societat Catalana de Psiquiatria de la Acadèmia de Ciències Médiques de Catalunya. No todos los hospitales disponen de dependencias de salud mental separadas de las generales, pero “la atención está garantizada”. “Hay más demanda, hay más tiempo de espera, pero el hecho es que se atiende a todo el mundo y las urgencias no se atienden por orden de llegada sino en función de la gravedad y la emergencia”, defiende la doctora. “A veces, las esperas por ingresar están indicadas por los tiempos de espera necesarios para la valoración de la patología”, argumenta, y sentencia: “No quiero decir que no me preocupe, pero no quiero ser alarmista: estaría muy tranquila si tuviera a un familiar en urgencias”.

Los especialistas reclaman espacios segregados, con garantía de privacidad y acogedores

En el hospital del Mar, donde Fonseca ejerce como directora del proceso asistencial de adicciones, las urgencias de psiquiatría han aumentado en un 10% en los últimos años. La posibilidad de suicidio es la escala que mide la gravedad de los casos. Para la psicóloga Judith Martín, del comité de ética de la Fundació, el suceso de Terrassa “pone de manifiesto que a las urgencias psiquiátricas les hace falta un debate: 48 horas en un box no es la mejor asistencia que se puede dar”. Un detallado estudio de la Federació de Salut Mental de Catalunya y la federació Catalana d’Entitats de Salut Mental denota que el 42,30% de los 409 casos de vulneración de los derechos de los pacientes contabilizados en el 2023, tuvieron lugar en los hospitales. “Hay demasiados pacientes que no relatan una buen experiencia de su estancia en urgencias”, subraya Martín.

De los 68 centros hospitalarios adscritos al sistema sanitario integral que utilización pública de Catalunya (Siscat), 21 disponen de servicio de urgencias psiquiátricas independiente (16 en la provincia de Barcelona y 5 en el resto del territorio). En el 2022 se registraron 14.000 hospitalizaciones psiquiátricas agudas, según datos del Departament de Salut, y el 62,8% de estos ingresos fueron a través de las urgencias, circunstancia que dificulta la planificación de la actividad hospitalaria. “No solo hay que ir a apagar fuegos, que es lo que estamos haciendo ahora”, concluye Judith Martín.

De los 68 hospitales del Siscat, 21 disponen de servicio de urgencias psiquiátricas independiente

Según la psicóloga, las dependencias de urgencias de salud mental deberían estar segregadas del resto en todos los casos. “Un box de un hospital general no es lugar para acoger un paciente en estado de sufrimiento y crisis vital. Tiene que ser un lugar donde esté atendido por profesionales especialistas en salud mental y también por un equipo multidisciplinar. Deben ser espacios segregados físicamente para evitar que pueda lesionarse, pero también con privacidad, acogedores, y que el profesional tenga tiempo para poder hacer una buena exploración teniendo muy presente la historia clínica del paciente”.

Cuando a Mercè Torrentallé le suspendieron la visita y le dieron cita para el 2027 pensó que esto va a ser cada vez más frecuente porque los trastornos incrementan a un ritmo muy superior al de los recursos. “Ya hace tiempo que estamos avisando, y las palabras son muy buenas, pero no hay soluciones”, lamenta. Si en este periodo sufre una crisis y tiene que acudir a urgencias, el médico no conocerá su caso y es probable, dice, que ni siquiera tenga el historial, circunstancias que pueden repercutir negativamente en sus decisiones.

Explica, en este sentido, que es importante promover las voluntades compartidas: pactar con los profesionales el tratamiento que deben aplicar en un momento de crisis. “Por ejemplo, a un psicótico le puede tranquilizar escuchar música mientras otro puede necesitar silencio total”, expone Torrentallé. La presidenta de Salut mental Catalunya emplaza a redefinir todo el sistema abordando la salud mental tando desde el punto de vista médico como desde una perspectiva social y comunitaria, dado que muchos trastornos se originan o se agravan en problemáticas como la de la vivienda o el empleo. “Muchas personas han tenido 20 o 30 ingresos en los últimos años”, argumenta en referencia a estas situaciones.

Según datos de Salut, el 7,8% de los pacientes dados de alta en las unidades de agudos reingresan antes de 30 días y solo el 62% van a la consulta de un centro de salud mental de adultos (CSMA) el mismo año, dato que pone en evidencia la falta de seguimiento de los casos.

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