Hay animales con afán de portada de revista, de esos que hacen las delicias de los fotógrafos de naturaleza, como las mariposas o las águilas reales. Luego están los que apenas se dejan ver y que prefieren pasar los días en espacios recónditos y oscuros. Así son los murciélagos, protagonistas de un nuevo capítulo de la segunda temporada del videopodcast ‘Conexión a Tierra’, un proyecto audiovisual de Endesa que nos acerca a la interacción positiva entre las energías renovables y los territorios. En esta nueva temporada nos han transportado hasta el Pirineo catalán para conocer más sobre el oso pardo y hemos podido conocer, entre otras cosas, cómo se lleva a cabo la repotenciación de una central eólica como Aldeavieja (Ávila).
En el sexto episodio, presentado como siempre por la agroinfluencer Pilar Pascual y el creador de contenidos Elisardo Pardos, viajamos hasta las galerías subterráneas bajo la presa de Camarasa (Lleida). Desde el silencio y la oscuridad de esos túneles nos muestran que los murciélagos de esta región del Prepirineo catalán no tienen nada que ver con Drácula, ni con las terroríficas historias de otros parientes suyos de dimensiones mucho mayores. También conoceremos cómo se las ingenian los humanos que trabajan cerca de estos pequeños mamíferos voladores.
En el sexto episodio de ‘Conexión a Tierra’, la agroinfluencer Pilar Pascual (@Agripilar) y el creador de contenidos Elisardo Pardos (@elisardo.pardos) siguen descubriendo la convivencia entre las renovables y la naturaleza
Pequeños invitados VIP imprevistos
Todo empezó hace 12 años, cuando los técnicos de Endesa que trabajan en las centrales hidroeléctricas catalanas de Orfes en el Alt Empordà (Girona) y Camarasa en la Noguera (Lleida) descubrieron varias colonias de murciélagos que habían encontrado su refugio en las infraestructuras auxiliares de la central. Estos pequeños mamíferos voladores no suponen ningún problema para la seguridad de la instalación hidroeléctrica y su presencia es perfectamente compatible con la función de una central. Así que, lejos de plantearse una ‘desmurcielaguización’, impensable para estos pequeños mamíferos bastante amenazados en nuestro país y de un altísimo valor para nuestro ecosistema, optaron por mantenerlos y hacer todo lo posible para que vivan con toda comodidad. Se quedarían como ‘invitados’ VIP de estas instalaciones, pero solo en aquellos espacios donde no ocasionaran molestias.
12 años de Endesabats
Origen
Técnicos de Endesa encuentran colonias de murciélagos en Orfes (Girona) y Camarasa (Lleida).
2013
Nace Endesabats junto al CTFC para proteger y estudiar murciélagos cavernícolas.
Hoy
50 colonias identificadas en 22 centrales y 28 cuevas naturales cercanas a los ríos en Andalucía, Aragón, Castilla y León, Catalunya y Galicia.
Alcance
22 centrales
28 cuevas naturales
12 años
de investigación y conservación de murciélagos cavernícolas
Para ello contaron con la inestimable ayuda de los expertos del Laboratorio de Biodiversidad y Conservación Animal del Centre Tecnològic Forestal de Catalunya (CTFC). Nacía así en 2013 Endesabats, un proyecto de Endesa y el CTFC con un doble objetivo: proteger y conocer mejor a estos murciélagos cavernícolas que convierten las centrales hidroeléctricas en su hogar. Desde entonces, se han identificado un total de 50 colonias en 22 centrales hidráulicas y 28 cuevas naturales cercanas a los ríos en Andalucía, Aragón, Castilla y León, Catalunya y Galicia. En total, los biólogos del CTFC han llegado a identificarse 26 especies de estos mamíferos cavernícolas, un 80% de las 32 especies que hay en España. “Muchos de estos ejemplares pertenecen a las especies M. capaccinii y Miniopterus shreibersii, ambas catalogadas como vulnerables”, señala Marc Miret, responsable de la central hidroeléctrica de Camarasa.
En Catalunya, en concreto, el proyecto se ha llevado a cabo en la Presa de Camarasa (Lleida), las centrales hidroeléctricas de Serós-Aitona (Lleida), Escales (Lleida), Baells (Barcelona), Riba-roja (Tarragona), Orfes (Girona) y en 13 cuevas naturales en los entornos de los ríos Noguera Pallaresa, Noguera Ribagorzana, Segre y Llobregat.
Pilar y Eli charlan en este episodio con Inmaculada Ordóñez, experta en proyectos medioambientales en Endesa y responsable de ‘Endesabats’
Hogar, dulce hogar para un murciélago
En las tripas de una central hidroeléctrica hay edificios y estancias diversas con la maquinaria y demás instrumentos de control. Todos esos espacios se conectan mediante galerías de entre 5 y 3 metros de altura. Suficiente para el acceso de un humano erguido o en un vehículo. Algunas son más recientes, otras se construyeron en algún momento de los más de cien años de historia de esta presa y han quedado en desuso. “Es ahí donde los murciélagos encuentran su hábitat ideal. Tienen silencio y oscuridad”, explica Miret. Estas galerías se convierten en refugios para estos mamíferos voladores, proporcionándoles la misma forma de protección que si se instalaran en una cueva natural. Cobijados frente a depredadores inoportunos y con la temperatura, la humedad y la oscuridad ideales para realizar su ciclo de vida, desde la hibernación al apareamiento y la cría.
Para que se instalen de forma definitiva y no regresen a las zonas donde pueden ser un problema se instalan barreras que les cortan el paso, pero permiten la ventilación. “Donde antes había una puerta de reja, ahora hay una de chapa metálica. Y, al contrario, en aquellos túneles en los que pueden instalarse, hacemos algunas intervenciones para facilitarles el acceso volando. Por ejemplo, abrimos espacios de unos 80 centímetros en la parte superior de las puertas para que entren y salgan con total facilidad”, explica Miret. Esos pequeños huecos facilitan también la ventilación, permiten estabilizar la humedad y la temperatura, pero bloquean el paso a otros intrusos no deseados, ya sean depredadores o amigos del botellón de fin de semana.
Por qué una central hidroeléctrica es un buen hogar para los murciélagos
Los túneles y galerías ofrecen refugio frente a depredadores
La temperatura, la oscuridad y la humedad constantes favorecen la hibernación, la cría y el descanso
Acceso controlado y medidas para garantizar su seguridad con puertas adaptadas o instalación de cajas refugio en puntos estratégicos
Los murciélagos conviven con los trabajadores sin afectar la seguridad ni operación de la central
“No somos Bruce Wayne”
El cine nos ha hecho creer que todos los murciélagos son unos bichos enormes dispuestos a chuparnos la sangre al caer la medianoche. O que al entrar en un reducto oscuro, van a revolotear a modo de enjambre. La realidad de Camarasa es bastante menos peliculera. “Aquí nadie se asusta por un murciélago. Los compañeros saben que es normal entrar en una galería y toparse con uno, dos o tres murciélagos colgados. Incluso, que revoloteen sin mayores consecuencias. ¡No somos Bruce Wayne entrando en la cueva de Batman con murciélagos volando por centenares a su alrededor! Si eso pasara, yo sería el primero en asustarme”, bromea Miret.
Llevan años con estos ‘invitados’ silenciosos y jamás han tenido una mala experiencia. “Esto no es como las películas. Nada que ver con esos murciélagos gigantes que hay en Asia y que con las alas desplegadas son como cigüeñas. Los de aquí son animales muy nobles, pequeños, viven colgaditos del techo sin dar guerra y, desde luego, no atacan a los humanos. Es bonito pensar que, casi sin que nos diéramos cuenta, entraron en nuestra casa y la hicieron suya sin apenas molestar”, apunta el responsable de Camarasa. Cuando se instalan de forma natural en un lugar donde no ocasionan problemas, “cerramos la puerta y los dejamos en paz hasta la próxima ronda de vigilancia. En caso de que estén en un punto al que tengamos que acceder para el mantenimiento de equipos, llamamos a David Guixé, biólogo, y a su equipo del CTFC para que nos ayuden a hacer que los murciélagos cambien de zona y podamos seguir conviviendo y, a la vez, seguir haciendo nuestro trabajo. En muchos casos es tan fácil como modificar las entradas y las salidas que usan para que de forma natural se muevan a otra”.
El murciélago ratonero patudo (M. capaccinii) es una especie en peligro de extinción
Ni chupan la sangre, ni se te enredan en el pelo
En Cataluña habitan 30 especies de quirópteros y componen el 90% de todas las especies de murciélagos de la península Ibérica. Su papel es muy relevante como polinizadores de flores, controladores de plagas de invertebrados y para la dispersión de semillas y frutos. Los vecinos de las localidades próximas se refieren a ellos como ‘insecticidas naturales’. Y no les falta razón: su menú favorito incluye el mosquito tigre o el barrenador del arroz, una mariposa que causa estragos en los arrozales mediterráneos.
David Guixé, biólogo del CTFC, lleva años estudiando a estos pequeños mamíferos. Ha participado como investigador en varios estudios sobre sus hábitos, entre ellos, uno sobre su vida en los túneles artificiales de las centrales hidroeléctricas catalanas, un entorno con la temperatura y humedad idóneas para que aniden y críen con comodidad. Allí se ha topado, entre otras especies, con el murciélago ratonero patudo (M. capaccinii), una especie en peligro de extinción con colonias en la central de Camarasa. También ha localizado ejemplares de murciélago ratonero pardo y murciélagos de herradura, otras dos especies en situación vulnerable. “Son animales tranquilos. Pueden volar por encima de ti, pero ni te rozan porque tienen mecanismos muy desarrollados para volar en la oscuridad. Y te puedo asegurar que ni muerden, ni vienen a chuparte la sangre, ni se te enredan en los cabellos. Como sucede con otros animales salvajes, te puede morder si lo intentas coger con la mano, o si es una cría y la madre te ve como una amenaza. Pero por lo general, van a volar y huir de ti”, declara.
En este episodio, Eli pudo ver en directo una colonia de murciélagos en la central hidroeléctrica de Camarasa (Lleida)
Así se trabaja con murciélagos
Estudiar a estos animales de hábitos nocturnos obliga a los investigadores a trabajar de noche y dormir de día. “Vamos a los túneles con grabadoras de ultrasonidos y cámaras térmicas. A veces también recurrimos a la captura directa para extraer información acerca de las diferentes especies, cuántos machos y hembras adultos hay y cuántas y crías…”, explica. A lo largo de estos años ha visto crecer el proyecto Endesabats. “Al principio solo catalogábamos las colonias de interés de conservación. En las siguientes fases hemos ido aplicando medidas de mejora, como incorporar puertas que favorecen la conservación de la temperatura en el interior de los túneles, o poner cajas refugios específicas para murciélagos”, añade este biólogo.
Su presencia es tan habitual que hasta cuentan con llaves propias para acceder a las galerías. “Cuando grabamos, tenemos que hacerlo completamente a oscuras. Apagas el frontal y te quedas solo, porque tu compañero está en otro punto de la galería haciendo otra cosa. Entonces te rodea un completo silencio. Es una situación extraña, no de miedo, más bien de torpeza, porque los humanos nos movemos mal cuando nos quitan la luz”, reconoce Guixé. Aunque lo peor llega después. “Sales cuando ya ha amanecido. Te vas al hostal del pueblo, te acuestas y, entre el ajetreo normal del establecimiento, la luz o el calor, no siempre es fácil dormir”.
Descubre cómo son los refugios de los murciélagos que viven en los túneles de las centrales hidroeléctricas

endesa Endesabats