Los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional que luchan contra la trata de seres humanos y la prostitución lo tienen claro: plataformas como Onlyfans convierten a las mujeres en mercancía sexual, en muchos casos, sin que ellas sean conscientes de eso. Y, cuando lo son, comprueban las dificultades que tienen para dejar atrás ese pasado.
Esta situación, lejos de “arreglarse”, se agrava porque la industria que rodea a la “explotación del porno es tan lucrativa” que no cesa de reinventarse para generar más y más ingresos, explican oenegés que trabajan con las víctimas.
Hay agencias que enseñan a los chicos a captar mujeres y convencerlas de vender su cuerpo
Ahora, ante el incremento de jóvenes que quieren entrar en Onlyfans, están surgiendo “agencias” que ayudan a las jóvenes a “especializarse” para tener más éxito y, así ganar más dinero.
Esa especialización también se extiende a los chicos, a los que se les enseña a convencer de manera más efectiva a las jóvenes a incorporarse en este mundo virtual de la exposición del cuerpo femenino, explica Eva Marquez, directora de lucha contra la Trata en la entidad Diaconía España.
Estos son algunas de los mensajes que se lanzaron en el III Congreso Internacional sobre Trata de Seres Humanos, organizado por la asociación Betania, en el que su directora, Begoña Arana, quiso poner de relieve que la trata de seres humanos con fines de explotación sexual “no es un fenómeno aislado, ni lejano”.
Félix Durán, teniente al frente del grupo de trata de seres humanos de la unidad central operativa (UCO) de la Guardia Civil, puso el énfasis en plataformas, como Onlyfans, que con discursos de mercado actual ofrecen el cuerpo de una mujer por una suscripción mensual, de la que ella se lleva una parte. Estos ingresos aumentan a través de “propinas” a medida que ella ofrece más poses, cuando interactúa más o, incluso, queda con el “fan” físicamente
Los proxenetas, que se llaman a sí mismos asesores, “coach” o “management”
Y, como ocurre en la prostitución, no faltan los proxenetas, que se llaman a sí mismos asesores, “coach” o “management”, que se llevan la mitad de los ingresos por buscar nuevas “modelos” y conseguir más clientes de cualquier parte del mundo.
Durán advirtió de la presencia de menores en esta plataforma, como el caso de una chica que no había cumplido los 18 y que no era consciente de su situación. Fue una profesora la que alertó a la UCO, cuyos agentes consiguieron los permisos judiciales pertinentes para localizar a la menor. “Un tratante la convenció diciéndole que tenía un cuerpo precioso y podía venderlo”, explica.
Durán explica que han tenido que cambiar la forma de investigar estos hechos, introduciendo agentes encubiertos virtuales y utilizando tecnología de última generación.
Cuando localizaron a la adolescente, ella no se reconocía como víctima y decía que su captador era su novio. Al final se vino abajo y relató haber sufrido agresiones sexuales. La joven intenta recuperarse de lo vivido, según explicó el teniente especialista en trata.
Rastrear los beneficios económicos
Daniel Pulido, inspector jefe de la Policía Nacional, cree que hay que rastrear los beneficios económicos de las redes y estrechar la vigilancia del mundo online, porque ahí es donde se capta a las mujeres. También aboga por el uso de la inteligencia artificial para evitar la captación de mujeres online.
En este sentido, Ian Kearns, director del Instituto Marinus Analytics UK & Europe, empresa de inteligencia artificial especializada en proteger a las víctimas de explotación sexual y poner fin a la explotación sistémica, explicó el desarrollo de una app que busca rastrear y frenar el tráfico de seres humanos.
