Alerta por los brotes de sarna en hospitales y residencias de mayores

Salud Pública 

Expertos piden rastrear los contactos para frenar el contagio de una enfermedad que no cesado de crecer

Los principales síntomas son la aparición de pequeñas heridas similares a granitos, pero sobre todo el picor constante

El cuerpo reacciona ante la “invasión” del ácaro con pruritos que afectan a la calidad de vida

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En lo que va de año, al menos una decena de profesionales sanitarios se contagiaron de sarna tras la atención a residentes infectados de distintos centros de mayores atendidos por distintas patologías. Los residentes ingresaron en el hospital de El Escorial (Madrid) sin que nadie se percatara de que tenían esta enfermedad milenaria por lo que no fueron aislados y las infecciones llegaron.

¿El problema? que cuando se descubrió que esos pacientes tenían sarna (tarda entre 4 y 6 semanas en mostrar síntomas, que suele ser un picor muy intenso, aunque se contagia desde el primer momento) los responsables del hospital no avisaron a los profesionales que les atendieron, con el riesgos de que estos se hubieran contagiado, infectando a otros compañeros o a sus familias. “No se aplican los protocolos, por lo que es imposible frenar los contagios que cada día van a más”, señala a este periódico una sanitaria.

La sarna no es un enfermedad de declaración obligatoria por lo que es difícil saber su afectación en la población. Pero sí deben informar de los brotes (más de dos casos en un tiempo determinado) en espacios como las residencias de mayores, hospitales, colegios, prisiones...

Al menos una decena de sanitarios, contagiados en el hospital de El Escorial (Madrid) en lo que va de año

Y los datos existentes revelan un aumento de casos. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, se ha pasado de los 3.413 registrados, en 2018, hasta los 18.352, en 2023. En año 2023 se declararon 65 brotes de escabiosis, el mayor número de la serie temporal (desde el 2018, 141). De los 65 brotes declarados, 44 (67,7%) se produjeron en residencias de mayores.

En Catalunya se comunicaron en 2023 un total de 367 brotes, frente a los 127 de dos años antes.

Un estudio de la Academia Española de Dermatología dice que los casos aumentan un 40% cada año en España desde 2019.

La sarna es una enfermedad estigmatizada que parece que sólo afecta a personas vulnerables, en condiciones de pobreza y falta de higiene, algo que descarta por completo la dermatóloga Cristina Galván, vicepresidenta de la Alianza. “No es cierto y este estigma impide que se ataje este problema de salud pública porque muchos lo ocultan para que nadie les mire como sucios. Cualquier persona puede contagiarse”, incide.

“La sarna afecta a cualquier persona”, señala la dematóloga Cristina Galván

La doctora Cristina Galván tiene claro que hay que hacer para frenar este “problema de salud pública”: más investigación para conseguir tratamientos más cómodos, fáciles de seguir (el 30% de los afectados lo abandona) y efectivos y rastrear los contactos. Porque si un seguimiento de los casos, buscando los posibles afectados, es la manera más efectiva para frenar esta enfermedad.

La sarna se trasmite por contacto directo estrecho con los infectados, incluidas las relaciones sexuales, y se propaga rápidamente en condiciones de hacinamiento, por eso es más común en instituciones cerradas.

La sarna o escabiosis es una infestación de la piel producida por el ácaro Sarcoptes scabiei, que completa su ciclo vital, de unos 15 días, en la parte más superficial de la piel, la epidermis, en la que excava túneles donde se alimenta, elimina sus excrementos y deposita sus huevos. Las defensas del paciente reaccionan ante este ácaro provocando pruritos (picazón que provoca el deseo de rascar la piel).

Es una enfermedad muy molesta que afecta a la calidad de vida del paciente

Es una enfermedad muy molesta que afecta a la calidad de vida. Los picores se intensifican por la noche, por ejemplo, y los afectados no pueden dormir. “Yo he visto a una familia fatal porque llevaban largas noches sin descansar”, explica la dermatóloga Cristina Galván.

¿Puede causar una enfermedad grave o la muerte? No de manera directa. Pero en personas sin la debida atención sanitaria o vulnerables, con las defensas muy bajas, las bacterias pueden infectar la piel afectada por la sarna. Si esta infección no se trata, puede generar enfermedades del corazón o del riñón, indica.

Para acabar con un brote de sarna, hay que controlar tres frentes: el tratamiento del afectado, el tratamiento de todos sus contactos, y la descontaminación del ambiente.

Actualmente, en España, hay 2 medicamentos comercializados: permetrina tópica e ivermectina oral, ambos considerados de primera línea.

Todos ellos son insecticidas que elimina el ácaro, pero no son muy eficaces contra los huevos, por lo que debe repetirse el tratamiento, siguiendo la pauta que recomiende el médico, para actuar sobre los ácaros que hubieran nacido de los huevos. En el caso de la permetrina y la ivermectina, suele recomendarse repetir la aplicación/dosis tras 7-15 días de la primera, señala la Asociación Española de Dermatología y Veneorología (AEDV).

Los contactos deben también seguir el tratamiento

Los insecticidas tampoco son eficaces contra la dermatitis y el picor que ha producido la reacción de la persona afectada contra el ácaro. Por tanto, tras un tratamiento eficaz, el picor y las erupciones, suelen tardar unas cuatro semanas en desaparecer. En ocasiones el médico puede recetar cremas hidratantes o comprimidos para ayudar a controlar estas molestias.

Una parte esencial del tratamiento es el análisis detallado de cuáles han sido las personas que han tenido contacto con el afectado en el mes anterior a empezar a notar síntomas, puesto que todos ellos, tengan síntomas o no, deben hacer el tratamiento en el mismo día, para evitar re-contagios.

Los tratamientos tópicos, siendo eficaces, no son fáciles de cumplimentar. Para que sean útiles, su modo de aplicación debe seguir una pauta muy cuidadosa. Antes de la aplicación, hay que recortarse las uñas. Tanto en adultos cómo en niños, se aconseja aplicar la crema con la persona desnuda y con ayuda, de forma que se asegure acceder bien a todas las zonas de la piel.

La crema debe cubrir la piel de todo el cuerpo, desde la mandíbula y pliegues de detrás de las orejas hasta las puntas de pies. En niños menores de un año y en casos de “sarna costrosa”, también hay que aplicar en la cabeza y la cara, evitando alrededor de ojos, orificios nasales y boca. Debe ponerse especial atención en acceder a todos los pliegues de la piel y bajo las uñas.

La crema debe estar 10-12 horas en contacto con la piel, tras las que se retira con una ducha. Si en este tiempo, la persona tratada se lava alguna parte del cuerpo (manos, zona del pañal…) debe repetir la aplicación en la zona lavada.

Hay que descontaminar el ambiente, lavar toda la ropa a 50 grados o congelarla a -10

Se recomienda hacer descontaminación del ambiente, a pesar de que es muy difícil el contagio a través de objetos (salvo en casos de “sarna costrosa”). Se debe lavar la ropa que se haya usado la semana anterior al tratamiento, manteniéndola al menos 10 minutos a 50 grados; o meter las prendas en el congelador, al menos 5 horas a -10 grados; o meter las prendas en una bolsa cerrada donde, tras una semana sin contacto con el humano, queda descontaminada. Las superficies deben lavarse de forma habitual y, en las superficies que no pueden lavarse, usar la aspiradora, muy eficaz contra los ácaros.

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