Ha llegado el día. Esta mañana ha declarado en un tribunal de Nimes (Francia) Gisèle Pelictot, que vuelve a enfrentarse cara a cara con uno de sus 51 violadores. Se llama Husamettin Dogan, tiene 44 años y es el único que ha recurrido la sentencia dictada hace un año. Fue condenado a 9 años lejos de verse como un violador se considera una víctima.
Gisèle, presente en esa sala los últimos tres días, ha vuelto a hacer gala de una gran entereza en este nueva declaración. “¿Cuándo te di mi consentimiento? ¡Jamás!”, ha afirmado mirando a los ojos a su agresor. Ha continuado con otra pregunta: “¿En que momento admitirá que ha cometido un delito?”. Y una súplica: “Espero que al final asuma su responsabilidad y deje de escudarse en su cobardía”.
Gisèle Pelicot
“¿En que momento admitirá que ha cometido un delito? Yo a este hombre no lo conozco de nada y es con cobarde”
La comparecencia de Gisèle, seguida en directo por France Info, ha llegado tras un arranque especialmente duro en esa sala de vistas. La sesión de hoy ha empezado con la visión pública de los vídeos de ese encuentro sexual grabados por Dominique y la negación, una vez más, por parte de Husamettin Dogan, de lo que queda muy evidente en esas crudas imágenes.
Husamettin Dogan ha vuelto a negar esta mañana que sea un violador
Ese material audiovisual habla por si solo. Allí se ve a Gisèle sumida en un profundo sueño (ronca) mientras el acusado la penetra vaginal y oralmente hasta en ocho ocasiones. Esa sesión sexual indeseada por esta mujer, que no se enteraba de nada, duró tres horas y media. Estaba también Dominique Pelicot y se intuye mucha complicidad entre los dos hombres.
Actúan con mucho sigilo para no despertar a Giséle, víctima de la más cruel de todas las sumisiones químicas. El que era entonces su marido le mezclaba sedantes en comida y bebida antes de que llegaran a la casa los hombres “invitados” para violarla
Pero lo que ha quedado muy claro para la mayoría de los asistentes de la sala no es, para Husamettin Dogan , una violación. “Yo no cometí ninguna agresión sexual”, ha repetido ese hombre. Ha vuelto a culpar de todo a Dominique Pelicot. “Él es el manipulador, la persona que me llevó hasta allí”, ha añadido.
Este acusado considera que en esta historia “hay dos víctimas”. Ha reconocido eso sí -algo es algo- que si hubiera que valorar al grado del daño causado “esta señora es más víctima que yo”.
Las muestras de apoyo a la exmujer de Dominique Pelicot se han repetido hoy en las puertas del juzgado
A Gisèle le enerva especialmente que ahora su agresor se defina también con una víctima. Y así lo ha recalcado en su intervención. “¿Víctima de qué? ¡La única víctima en esta sala soy yo! Usted no puede decir que es una víctima de Dominique Pelicot; eso no es más que un acto de cobardía”, ha afirmado la mujer.
Husamettin Dogan
“Yo me limité a realizar un acto sexual bajo la batuta de Dominique Pelicot, que es un manipulador; así que soy una víctima”
Dogan ha insistido en que él se limito “a realizar un acto sexual” bajo la batuta de Dominique Pelicot. “Es el el manipulador y no yo, el violador”, ha enfatizado. El acusado -que con su recurso se enfrenta a una pena superior a la impuesta, de hasta 20 años- ha asegurado que “quiso parar en muchos momentos”, pero continuó porque Dominique el repetía que todo era un juego acordado y libertino entre él y su esposa.
Gisèle ha insistido ante el tribunal que ella nunca dio su consentimiento a esas relaciones sexuales. “No conozco de nada a este hombre, jamás había hablado con él”. Y al referirse a lo que se ve en esos vídeos -su hijo Florian ha abandonado la sala antes de ser proyectado- sostiene que lo que se ve ahí “no son escenas de sexo, si no una violación”.
Gisèle admite estar fatigada por el proceso, pero no se arrepiente de nada y anima a todas las mujeres agredidas a denunciar
Gisèle, muy entera en su declaración, solo se ha emocionado al afirmar que está extenuada por un proceso que dura hace cinco años. Habría podido acabar a fianales de 2024, pero el recurso de Dogan la ha hecho revivir el infierno.
”Sigo afectada y este es desgarrador para mí”, ha dicho. Aunque ha querido dejar claro que a pesar la cara factura pagada por este interminable proceso judicial, “jamás me he arrepentido de las decisiones que he tomado”. Por eso Gisèle se considera autorizada para animar a todas las mujeres agredidas sexualmente a que “no tengan vergüenza -esa que ella ha cambiado de lado- a la hora de denunciar”.
