Lo primero que hay que aclarar es que la segunda oleada del Barómetro Sanitario del CIS es anterior a los graves fallos registrados en Andalucía respecto al cribado del cáncer de mama y que podrían haber afectado a más de 2.000 mujeres. Dicho esto, la realidad es que la mayoría de los ciudadanos confía claramente en la sanidad pública, sobre todo, ante un caso grave de salud. Aunque, también la mayoría cree que hay que realizar cambios en el sistema público de salud, cuyo funcionamiento genera en cada oleada menos satisfacción en la ciudadanía. La confianza en el sistema sanitario se resiente.
Según este trabnajo, el 61,4 % de las personas que cuentan con un seguro médico privado (individual o contratado por su empresa) considera que, en caso de padecer un problema de salud grave, recibiría un mejor tratamiento en la sanidad pública. Este dato pone de manifiesto el papel del Sistema Nacional de Salud (SNS) como referencia de calidad y seguridad asistencial, incluso entre quienes disponen de acceso a la sanidad privada.
El 52,5% de la población general valora positivamente el funcionamiento del sistema sanitario en España lo que supone un ligero descenso respecto al 53,9 % registrado en la primera oleada de 2025. La puntuación media de satisfacción general se sitúa en 6,02 puntos sobre 10, frente a 6,13 del año anterior.
Ese descenso se aprecia en todos los niveles (aunque sigue siendo alta). En atención primaria, el 78,5% de las personas atendidas valoraron positivamente la atención recibida, frente al 82,4% del año anterior. En atención hospitalaria, la valoración positiva alcanza el 77,8% (81,7 % en 2024), y en los que tuvieron un ingreso hospitalario se sitúa en el 78,4% (81,4% en 2024).
Los servicios de urgencias reciben una valoración favorable por parte del 73,5% de sus usuarios, una cifra estable respecto al año anterior. En el ámbito de la salud mental, el 74,9% de las personas atendidas en la sanidad pública afirman que la atención recibida fue como esperaban o mejor.
Por primera vez, el Barómetro Sanitario recoge información detallada sobre la realización de pruebas diagnósticas en el último año por motivo de un nuevo problema de salud, y el tiempo transcurrido entre la indicación médica y la realización de la prueba. El 19,2% de la población adulta se ha realizado una ecografía, el 13,7% un TAC, el 12,1% una resonancia magnética y el 4,3% una colonoscopia.
Las colonoscopias registran el mayor tiempo medio de espera (158 días), seguidas por las resonancias (73,54 días), las ecografías (66 días) y los TAC (60 días).
En cuanto a la rapidez de acceso, el 56,7 % de las ecografías, el 50,3 % de los TAC, el 46,7 % de las resonancias y el 34 % de las colonoscopias se realizaron en menos de un mes desde su indicación. Al tratarse de la primera edición no hay datos comparables.
