76º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), donde se ha hecho un llamamiento a las comunidades autónomas y al Ministerio de Sanidad para que se implante un programa de cribado auditivo en edad escolar, complementario al cribado neonatal, con el objetivo de mejorar la detección precoz de la hipoacusia o sordera infantil.
La propuesta surge a raíz de la investigación desarrollada por varios especialistas del del Hospital Universitario de Álava, que ha revisado los casos de 63 niños diagnosticados de hipoacusia entre 2019 y 2024. Los resultados de este estudio mostraron que, aunque el cribado auditivo neonatal detectó el 72% de los casos, casi uno de cada tres (28%) pasó desapercibido en la primera evaluación, siendo diagnosticado años más tarde, con una edad media de 5 años.
De los niños con diagnóstico tardío, el 41% presentaba factores de riesgo conocidos para pérdida auditiva y el 35% tenía antecedentes familiares. La mayoría de estos casos correspondían a hipoacusias de inicio progresivo o tardío, que no se manifestaron durante el periodo neonatal y, por tanto, no fueron detectadas por el cribado rutinario al nacer, según han puesto de manifiesto los especialistas en este congreso.
“Es necesario un seguimiento audiológico a lo largo de la infancia, especialmente en la etapa escolar”, subrayan los autores del estudio, que proponen la realización de al menos un cribado de hipoacusia en edad escolar. La SEORL ha hecho suya esta petición, que ha pedido a las administraciones sanitarias que promuevan estudios más amplios y desarrollen pruebas pilotos para evaluar la costo-eficacia de su implementación.
La hipoacusia infantil es una de las principales causas de retraso en el desarrollo del lenguaje, el aprendizaje y la comunicación. En España, se estima que entre 1,5 y 6 de cada 1.000 recién nacidos presentan algún grado de pérdida auditiva, y alrededor de 1 por cada 1.000 sufre una hipoacusia severa o profunda. Detectarla de forma temprana es esencial para favorecer el desarrollo del lenguaje y la comunicación, evitando retrasos difíciles de corregir, mejorar el rendimiento escolar y la integración social del niño, e iniciar a tiempo tratamientos como la adaptación de audífonos, implantes cocleares o terapia logopédica.
“Cada mes cuenta: cuanto antes se identifique la pérdida auditiva, mejores son los resultados en el desarrollo del niño”, afirmado el presidente de la SEORL, Serafín Sánchez, para quien la implementación un programa de cribado auditivo en edad escolar, especialmente en los primeros años de Primaria, cuando se consolidan las habilidades del lenguaje y la lectura permitiría detectar hipoacusias de aparición tardía o progresiva, que no estaban presentes al nacer, y garantizaría un seguimiento equitativo de todos los niños, con independencia de que su hipoacusia sea de un tipo u otra, congénita o de desarrollo tardío.
