Cada tres segundos, una persona sufre un ictus en algún lugar del mundo. Para los pacientes y sus familias, cada minuto que se pierde en el diagnóstico o el tratamiento reduce las posibilidades de recuperación. En vísperas del Día Mundial del Ictus, que se celebra mañana, 29 de octubre, Philips refuerza su lema “Cada minuto cuenta” y su compromiso con la innovación, la equidad y la colaboración internacional.
La rapidez en la atención del ictus no es solo un lema, sino un imperativo clínico. Cada minuto que pasa provoca la pérdida de aproximadamente 1,9 millones de células cerebrales. Por ello, Philips desarrolla soluciones que cubren todo el recorrido asistencial, desde el diagnóstico por imagen hasta la terapia guiada por imagen, integrando inteligencia artificial y conectividad para acelerar decisiones críticas.
Los sistemas conectados con IA permiten supervisar en tiempo real el rendimiento de los equipos
Los sistemas conectados con IA permiten supervisar en tiempo real el rendimiento de los equipos, anticipar posibles fallos y garantizar la disponibilidad de los recursos. “La tecnología no sustituye al profesional, lo potencia. La IA ayuda a tomar decisiones más rápidas y precisas, pero siempre acompañada del juicio clínico”, explica la doctora Carla Goulart Peron, directora médica global de Philips, que la semana pasada estuvo en Barcelona para participar en el World Stroke Congress 2025.
A pesar de sus ventajas, el informe Future Health Index 2025 de Philips revela que, en España, solo el 56% de los pacientes confía en el potencial de la inteligencia artificial, frente al 77% de los profesionales sanitarios. Esta brecha evidencia la necesidad de reforzar la transparencia y la educación sanitaria. “La confianza de los pacientes es muy importante. Trabajamos para que la IA se entienda como una herramienta al servicio del profesional y del paciente. Es un soporte que amplía el tiempo de los equipos médicos para centrarse en lo que realmente importa: cuidar al paciente”, subraya Goulart.
En el ámbito del ictus, la IA permite priorizar casos, gestionar flujos clínicos y detectar rápidamente a quienes necesitan tratamiento urgente
En el ámbito del ictus, la IA permite priorizar casos, gestionar flujos clínicos y detectar rápidamente a quienes necesitan tratamiento urgente. Philips colabora con reguladores y organismos internacionales para garantizar que el desarrollo de la inteligencia artificial sea ético, seguro y transparente. “Validamos rigurosamente los algoritmos, analizamos posibles sesgos y lideramos el debate sobre cómo adoptar la IA con confianza. Queremos que se entienda como una extensión del profesional, no como un reemplazo”, remarca la doctora.
La atención al ictus no depende únicamente de la tecnología. Philips refuerza su compromiso con alianzas estratégicas para promover políticas públicas, formación médica y acceso equitativo a la atención en todo el mundo. “Es esencial colaborar con gobiernos, sociedades científicas, grupos de pacientes y otros socios de la industria. Solo así lograremos que la atención de alta calidad llegue a todas las personas, sin importar dónde vivan”, destaca Goulart.
Formación y educación
Además de innovar, Philips apuesta por la formación de los profesionales y la educación de la población. “Informar a la sociedad sobre los síntomas del ictus y cómo actuar ante ellos es tan importante como disponer de tecnología avanzada. El conocimiento salva vidas. Cuanto antes se identifique un ictus y se traslade al paciente al centro adecuado, mayores son las posibilidades de recuperación y de mantener la autonomía”.
Goulart subraya también la necesidad de abordar las desigualdades de género en el diagnóstico y tratamiento. “El ictus afecta por igual a hombres y mujeres, pero los síntomas en las mujeres pueden ser más sutiles y provocar retrasos en la atención. Me motiva especialmente trabajar desde Philips para reducir esta brecha y garantizar el acceso equitativo a la salud de las mujeres en todo el mundo”.
El objetivo de Philips es que cualquier persona pueda acceder a una atención médica oportuna y de calidad
La visión de Philips se centra en un objetivo global: que toda persona, en cualquier lugar, pueda acceder a una atención médica oportuna y de calidad. “El acceso es el verdadero legado que queremos dejar. La tecnología y la evidencia científica solo tienen sentido si se traducen en más vidas salvadas, menos discapacidad y una salud más equitativa”, concluye la doctora Goulart.
Vall d’Hebron lidera un ensayo que agiliza el tratamiento del ictus isquémico
El ictus isquémico –provocado por un trombo que obstruye una arteria que irriga el cerebro–representa el 87% de todos los casos de accidente cerebrovascular. El tiempo que transcurre desde que se detectan los primeros síntomas hasta que se administra un tratamiento para eliminar la obstrucción mecánicamente o mediante agentes anticoagulantes es fundamental para el pronóstico del paciente.
En España, el Hospital Universitario Vall d’Hebron colabora con Philips en el ensayo clínico WETRUST, que aplica la estrategia ‘Directo a angiografía’. Este modelo permite que los pacientes con sospecha de ictus grave sean trasladados directamente a la sala de angiografía, integrando diagnóstico y tratamiento en un mismo espacio. “Este ensayo demuestra que la estrategia de ir directamente a la sala de angiografía puede ahorrar entre 20 y 30 minutos respecto al circuito convencional. Y en ictus, esos minutos son cruciales”, destaca la doctora Goulart.
El ensayo utiliza la plataforma Philips Azurion, que combina sistemas conectados, IA y algoritmos predictivos capaces de anticipar fallos y garantizar la máxima disponibilidad de los equipos.
