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La Cueva del Azufre esconde una telaraña de 106 metros cuadrados

Entre Grecia y Albania

La estructura, en la que se estima que viven unas 111.000 arañas, fue hallada en 2022

La Cueva del Azufre esconde una telaraña de 106 metros cuadrados

Una estructura ubicada entre Grecia y Albania localizada en 2022 por espeleólogos de la Sociedad Espeleológica Checa, ha descubierto una de las telas de araña más grandes conocidas. Se estima que mide 106 metros cuadrados y es el hábitat para 111.000 arañas. Hallada en la Cueva del Azufre, revela la existencia de un ecosistema subterráneo completamente adaptado a condiciones extremas. durante una expedición rutinaria en una zona de actividad geotérmica.

La Cueva del Azufre esconde una telaraña de 106 metros cuadrados

Propias

Los investigadores comunicaron lo encontrado a un equipo de biólogos liderado por István Urák, de la Universidad Húngara Sapientia de Transilvania, quien ha coordinado desde entonces varios estudios científicos en la cueva. Según los resultados, publicados reciente,ente en la revista Subterranean Biology, la telaraña se extiende en una galería interior de la cueva, a unos 50 metros de la entrada, donde la oscuridad es total y el aire contiene altas concentraciones de azufre.

Los análisis realizados indican que la enorme red está habitada por dos especies de arañas: Tegenaria domestica, comúnmente conocida como araña doméstica de embudo, y Prinerigone vagans, que suele tejer telas planas. 

La convivencia de ambas especies en una misma estructura resulta excepcional. En condiciones normales, ambas viven de forma solitaria y no comparten territorio. Los investigadores creen que el entorno de la cueva —sin luz y con una disponibilidad limitada de recursos— habría favorecido una forma de coexistencia poco habitual.

La Cueva del Azufre demuestra que la vida es capaz de encontrar soluciones incluso en los lugares más adversos”

István UrákBiólogo

El estudio también documenta un ciclo ecológico cerrado dentro de la cueva. A diferencia de otros sistemas subterráneos, la fuente principal de energía no proviene del exterior, sino de bacterias quimioautótrofas que obtienen nutrientes al procesar compuestos de azufre.

Los análisis genéticos y microbiológicos muestran que las arañas de la Cueva del Azufre presentan diferencias respecto a las poblaciones de superficie, incluyendo una microbiota intestinal menos diversa. Los investigadores atribuyen estas variaciones al prolongado aislamiento en un entorno extremo. En palabras de Urák, “la Cueva del Azufre demuestra que la vida es capaz de encontrar soluciones incluso en los lugares más adversos”.