Aquello que nos diferencia de los demás esconde nuestro gran potencial como profesionales. Existen una serie de habilidades que no solo nos ayudan a la hora de movernos en el entorno laboral, sino que marcan el desarrollo de nuestra carrera tanto en el presente como en el futuro. Y es que hoy, el talento es una suma de capacidades de lo más diversas y, dominarlas, nos hace especialmente competentes. “Ahora las empresas buscan un equilibrio entre lo que sabes hacer y cómo lo haces”, asegura Silvia Leal, experta en tendencias de futuro y tecnología.
El consejo de Silvia Leal
Experta en inteligencia artificial y tendencias de futuro
“Las 'soft skills' son las que marcan la diferencia y algo que las empresas demandan cada vez más entre sus candidatos”
“Lo que cuenta es que sigas creciendo y adaptándote constantemente. Gracias a plataformas como Santander Open Academy podemos adquirir nuevas habilidades y certificarnos en áreas de alta demanda”
La especialista en innovación hace referencia a las hard y a las soft skills. Las llamadas hard skills o competencias duras comprenden aquellos conocimientos técnicos y específicos necesarios para realizar un trabajo concreto, que normalmente adquirimos a través de la educación formal, la formación y la experiencia ocupando un puesto determinado. Es decir, son aquellas que se ciñen a una profesión determinada. Así, las hard skills son los conocimientos de programación de un ingeniero informático, los idiomas que domina un traductor editorial o la formación en marketing digital de un creador de contenidos online para marcas.
En cambio, las soft skills son las habilidades personales, interpersonales y sociales, aquellas que mejoran la forma en que realizamos nuestro trabajo e interactuamos con los demás. Mientras que las competencias técnicas son más fáciles de medir y de probar, las personales no llevan consigo un título, sino que se demuestran con nuestro desempeño. La capacidad de trabajar en equipo, la comunicación efectiva y la resolución de problemas son algunas de las más importantes. “Las soft skills son las que marcan la diferencia y algo que las empresas demandan cada vez más entre sus candidatos”, asegura Leal.
Las habilidades del mañana no son las de hoy
Ciertamente, a la hora de buscar empleo o mejorar en nuestro entorno laboral en la actualidad, no todas tendrán el mismo grado de importancia. Tal y como señala el informe Habilidades del Futuro, de Banco Santander, las trayectorias profesionales son cada vez menos lineales, y la capacidad de adaptación se ha convertido en una competencia imprescindible. Porque lo que sabes hoy no será suficiente para ser competitivo de aquí unos años, ni siquiera a corto plazo. El 39% de las habilidades que usamos hoy en el trabajo quedarán obsoletas en 2030, según revela la edición 2025 de The Future of Jobs Report, elaborado por el Foro Económico Mundial.
Las 'hard skills' comprenden aquellos conocimientos técnicos y específicos necesarios para realizar un trabajo concreto
El análisis presentado por Banco Santander, basado en una encuesta a 15.000 personas en hasta 15 países, destaca tanto las competencias técnicas como las transversales. Las más mencionadas incluyen el liderazgo, la capacidad de resolver problemas complejos, el pensamiento crítico, el dominio de idiomas y, sobre todo, las habilidades digitales. En este ámbito, la inteligencia artificial y la ciencia de datos se sitúan como los conocimientos más demandados a medio plazo: el 61 % de los encuestados en Habilidades del Futuro considera que estas serán las áreas con mayor proyección profesional en los próximos cinco años.
Según el Foro Económico Mundial, las empresas demandarán cada vez más competencias asociadas a la capacidad de análisis, adaptación y gestión de entornos complejos. El pensamiento analítico y creatividad son las dos habilidades más valoradas, necesarias para la resolución de problemas en entornos digitales. La resiliencia, agilidad y capacidad de adaptación adquieren protagonismo ante entornos inciertos, mientras que el liderazgo e influencia social se posicionan como claves en la gestión de equipos híbridos y culturas organizativas diversas.
¿Cómo adquirir esas competencias?
Los especialistas remarcan que, entre las principales hard skills, los conocimientos en IA, big data, ciberseguridad y automatización son imprescindibles para los nuevos modelos de negocio. Además, la alfabetización digital y manejo de herramientas tecnológicas básicas se consolidan como requisitos universales, incluso en ocupaciones no técnicas. De hecho, en un mundo en el que las habilidades técnicas que se necesitan para el empleo están cambiando rápidamente, las habilidades ligadas a nuestra forma de hacer serán fundamentales.
La suma de las 'hard' y las 'soft skills' aumenta las posibilidades de nuestro éxito profesional, y más en un entorno laboral que no deja de transformarse
En ese sentido, se valora especialmente la curiosidad, el aprendizaje continuo y la proactividad, como actitud fundamental frente a los cambios, porque los cambios se darán con mayor frecuencia. “Lo que cuenta es que sigas creciendo y adaptándote constantemente”, remarca Silvia Leal. Gracias a Santander Open Academy, podemos adquirir nuevas habilidades y certificarnos en áreas de alta demanda. Los contenidos incluyen desde oficios técnicos y herramientas de productividad hasta habilidades transversales como liderazgo, trabajo en equipo o comunicación efectiva.
De hecho, esta plataforma centraliza la oferta formativa de Santander a escala global. En 2024, más de 2 millones de personas de 13 países realizaron alguno de los más de mil programas gratuitos de becas, cursos y contenidos que, cada año, ofrece Santander Open Academy. Las áreas más demandadas son inteligencia artificial y ciencia de datos, sostenibilidad y cambio climático, idiomas, liderazgo, emprendimiento y otras soft skills, además de marketing, Excel, programación y pensamiento crítico. La formación está diseñada para ser flexible, gratuita y aplicable de forma inmediata en el entorno profesional. Contar con recursos de formación y aprovecharlos resulta crucial. Porque la clave está en saber, adaptarse y crecer. De ello dependerá el futuro —y el presente— de nuestra carrera.
