El PPE y la ultraderecha votan rebajar las exigencias climáticas a las empresas
Exigencias climáticas
El PP español votó también en el pleno contra el objetivo de reducir las emisiones en un 90% en el 2040
El líder del Partido Popular Europeo,Manfred Weber, durante una sesión en el Parlamento Europeo
El Partido Popular Europeo (PPE) ha vuelto a ayudarse de los votos de los partidos de la ultraderecha en la Eurocámara, pero esta vez para rebajar las exigencias medioambientales a las empresas en una importante legislación europea. Lo hicieron a través de una serie de enmiendas que eliminan por completo, por ejemplo, la obligación a las compañías de elaborar planes de transición climática, suprimen las cláusulas de responsabilidad civil o reducen sustancialmente el número de empresas europeas que quedan sujetas a la ley, que serán solo las que tengan más de 1.750 empleados y una facturación anual superior a los 450 millones de euros.
Se trata del llamado paquete Ómnibus I, una serie de medidas dirigidas a simplificar la carga burocrática de las empresas para aumentar su competitividad, una de las actuales prioridades de la UE. La legislación final todavía debe negociarse con los Estados miembros, pero de momento la nueva alianza constatada de la Eurocámara fue celebrada por todo lo alto por la extrema derecha. “Hoy comienza el desmantelamiento del Pacto Verde”, celebró la negociadora de la ley por parte de los Patriotas por Europa (PfE), la francesa Pascale Piera.
Es la primera vez desde las elecciones al Parlamento Europeo del año pasado que la mayoría de derecha, en lugar de los partidos proeuropeos tradicionales, vota unánimemente a favor de la adopción de un expediente legislativo. Hasta ahora, el cordón sanitario se había roto para aprobar resoluciones no vinculantes, pero nunca un texto destinado a las negociaciones tripartitas. Según el líder de Vox en la Eurocámara, ayer se vio “la existencia de una mayoría alternativa desafía por primera vez el consenso verde izquierdista”.
En el caso de los populares españoles, el partido de Alberto Núñez Feijóo fue más allá al romper la disciplina de voto de su partido y, además de apoyar la reducción de las exigencias medioambientales a las empresas, votó en el pleno con la ultraderecha en contra de la reducción de emisiones contaminantes del 90% en 2040, tal y como habían hecho en una comisión parlamentaria. Fuentes del partido insistieron ayer en que su voto fue “coherente” con lo que defienden, “una política medio ambiental realista y que no perjudique a la competitividad de la UE”.
“Reventar la coalición de centro significa reventar el último vínculo responsable entre el realismo económico y los compromisos sociales y climáticos de la UE. Rechazar este compromiso empuja a la mayoría Von der Leyen a un territorio inexplorado”, lamentó la presidenta del grupo liberal, Valérie Hayer.