El frío ártico llega en una montaña rusa: desplome de 10 grados para volver a subir
España congelada
El zarpazo de este crudo temporal, con nieve en cotas bajas y generalizadas heladas, tiene los días contados
La nevada sorprendió ayer al ganado en Castilla y León
El primer zarpazo que da el frío este otoño llega, como ya viene siendo habitual en esto del clima, subido en una montaña rusa. En cuestión de horas media España ha pasado de una temperatura más elevada de lo habitual para la época a un ambiente gélido propio del más crudo invierno. Con descensos de los termómetros de hasta 10 grados, sin dar tiempo al cambio de armario, y nevadas en cotas bajas.
La culpa de este súbito cambio de tiempo la tiene una masa de aire ártico, al que no se puede denominar, según la Aemet, ola de frío, pero que sí se comportará mientras dure casi como si lo fuera.
No es una ola de frío porque este ambiente gélido que ayer dejó ya las primeras nevadas (11 provincias de España estaban en alerta) no va a durar más de tres días. Y porque las temperaturas mínimas por esa entrada de aire ártico quedarán lejos de las registradas de forma continuada cuando sí hay una ola de frío.
En la cota 2.000 de Baqueira se han rozado ya los diez grados negativos; algo poco visto a mediados de noviembre
Todas estas explicaciones poco van a importar, seguramente, a los miles de ciudadanos que viven en las primeras zonas afectadas por este primer zarpazo invernal y que ayer sufrieron ya el desplome del mercurio del termómetro y vieron caer la primera nieve de este otoño nieve en cotas muy bajas.
Media España ha tenido que abrigarse, con un cambio repentino de armario, tras las cálidas temperaturas de las últimas semanas
Ese temporal ha empezado por Asturias, Cantabria, León o los Pirineos y avanza en dirección este, donde hoy se espera el latigazo más crudo de esta masa ártica que viene del norte de Europa y llega con mucha humedad.
La madrugada de ayer fue especialmente cruda, según datos de la Aemet, en el Pirineo y la Cordillera Cantábrica, con temperaturas mínimas de casi diez grados negativos.
En la cota 2.000 de Baqueira-Beret el termómetro marcó -9,7 grados. Y eso empieza a ser ya un frío pocas veces visto a mediados de noviembre. En Port Ainé (Pallars Sobirà) no se quedaron muy lejos (-9,4) y en Astún (Huesca) la mínima fue de 9 grados negativos. En esas estaciones ya funcionan, en pleno otoño, los cañones de nieve.
Pero lo peor de esta entrada de frío ártico aún tenía que llegar a la mayor parte de España. Lo vivido ayer en el oeste del país es solo el preludio de lo que se esperara para hoy y la madrugada de este sábado en la mitad norte del país.
Estas gélidas temperaturas y las nevadas en cotas bajas –hasta 300 metros– se van a repetir. No se espera que sean muy copiosas, salvo en la cara norte de los Pirineos, pero sí inusuales para esta época del año.
Las predicciones hablan de mejora a partir del sábado noche y vuelta al frío entre miércoles y jueves
Las previsión de Aemet es que las temperaturas máximas en las próximas horas se muevan entre los 3 y 6 grados en buena parte del norte peninsular. El abrigo será imprescindible en País Vasco, Navarra, La Rioja, el alto Ebro o Castilla y León, y, sobretodo, en los Pirineos.
Pero este zarpazo –por eso este episodio no alcanza la categoría de ola de frío– llega con las horas contadas. A partir del sábado y el domingo se espera, según las predicciones meteorológicas, que los termómetros remonten hasta recuperar niveles normales para un mes de noviembre.
El consejo de los expertos es tener el abrigo a mano, aunque puedan haber más subidas y bajadas repentinas de las temperaturas
A partir de la tarde del sábado los mapas auguran, aunque con incertidumbre en estos momentos, la llegada de una masa de aire atlántica más cálida. Se espera, pues, que las temperaturas en esta montaña rusa climática vuelvan a subir, al igual que la cota de nieve. Pero que nadie se confíe pues ese ambiente más benévolo podría ser pasajero.
Las temperaturas gélidas se mantendrán en media España hasta la noche del sábado; después se augura un pequeño respiro
Para los que se preguntan si volverá el otoño, la respuesta de los expertos es, viendo los mapas, no confiarse y mantener la ropa de abrigo a mano. Y es que la recuperación de los termómetros durante el fin de semana podría ser muy pasajera.
Tras la subida de temperatura esperada a partir de las últimas horas del sábado, el domingo y el lunes, el mercurio podría volver bajar a niveles gélidos en buena parte de España muy pronto.
Si si se cumplen las previsiones actuales, de cara al miércoles se hablaría otra vez de heladas generalizadas. Así que los cambios repentinos de armario se apuntan, tras l’estiuet de Sant Martí vivido en media España las últimas semanas, como la tónica futura mientras se espera la llegada del invierno.